Hola, compañeros y amigos: os traigo hoy este hilo que he elaborado con las monedas francesas que tengo del período revolucionario, inmediatamente anteriores a las llamadas acuñaciones napoleónicas. Para ello, trataré de enlazar las características de dichas monedas con los hechos históricos que las vieron e hicieron nacer. Somos muchos los que pensamos que las monedas se pueden disfrutar desde un punto de vista simplemente estético (así, serán más o menos bellas), pero que todo su contenido además del estético sólo podrá ser valorado a la luz de las circunstancias en que nacieron; jugando con las palabras, necesitamos de la “pátina histórica” para estudiarlas y profundizar en ellas.
Por supuesto, los hechos históricos están muy resumidos y son mero soporte de las monedas. No obstante, todos los historiadores coinciden en el hecho de que la revolución francesa fue un acontecimiento histórico que iba a cambiar el signo de los tiempos futuros: ya nada iba a volver a ser igual; tampoco las monedas.
En general, se señalan cuatro fases en la evolución de los hechos, cuatro fases que dejarán su marca también en los cuatro grandes tipos de monedas de este tiempo.
I. PERÍODO PRECONSTITUCIONAL-REVUELTA DE LOS PRIVILEGIADOS: Todo comienza con la oposición de los dos estamentos superiores, nobleza y clero, a las medidas que la corona estaba tomando para remediar el creciente déficit del Estado. Ya en 1787 algunos nobles de prestigio -Lafayette, por ejemplo- lanzaron la idea de convocar una Asamblea Nacional de los Estados Generales (algo parecido a nuestras Cortes medievales) para acometer la reforma fiscal necesaria, Asamblea que no se convocaba desde 1614.
Así, se reúnen en Versalles el 5 de mayo de 1789, presididos por Luis XVI. Ante el recelo de los Estamentos superiores, el Estado Llano decide romper con la legalidad y el 17 de junio se constituye como Asamblea Nacional. A ella se vinculan sucesivamente miembros de los otros dos grupos, clero y nobleza, y el 27 de junio deciden elaborar una nueva Constitución, para lo cual se declaran Asamblea Constituyente. En ella muy pronto se observan varios grupos:
Los constitucionalistas (Mirabeau y Lafayette), que defienden una monarquía constitucional.
Los girondinos (Brissot), que propugnan una descentralización del Estado y la importancia de la sumisión a la ley por encima de todo. Representan a la alta burguesía.
Los jacobinos (Robespierre y Danton): representan a la burguesía media y a las clases populares. Son centralistas y consideran que la fuerza del pueblo es el auténtico motor de la revolución.
Los demócratas (Carnot y Marat): más exaltados. Defienden el sufragio universal y la soberanía popular.
El 14 de julio se produce la toma de la Bastilla; el 4 de agosto se abolen los derechos feudales y el 26 de agosto se produce la Declaración de los Derechos del hombre.
Previo al estudio de las monedas, es necesario establecer el sistema de valores de las monedas francesas:
1 Liard: 3 deniers (dineros) o ¼ de sol.
1 Sol (sueldo): 12 deniers o 4 liards.
1 livre (libra): 20 sols o 1/6 de écu.
1 écu (escudo): 6 livres o 120 sols.
1. MONEDAS REALES (1789-91): a todo este período anterior a la aprobación de la Constitución (1791), y que podríamos llamar, por tanto, preconstitucional, corresponde la primera serie de monedas que reciben el nombre de “monedas reales”, caracterizadas por la continuidad del diseño de las monedas borbónicas anteriores, propio de Benjamin Duvivier, grabador general hasta 1791: presencia de un rey joven (hasta entonces estuvo en vigor el primer diseño de 1774), con peluca, y símbolos y leyendas de la realeza: escudo real ovalado o “a pico”, presencia de las tres flores de lis, uso del latín en las leyendas, monarquía de origen divino (“dei gratia”).
1 SOL (sol à l’écu), 1777-91. Acuñada en cobre en la ceca de Orleans (R) en el segundo semestre de 1791 (punto bajo la D de LUD). 28 milímetros y 12 gramos. El canto es liso. Retirada de la circulación en 1856, tras un primer intento en 1852. Ref. R.3
½ ÉCU (aux branches d’olivier), 1774-92. Acuñada en plata de .917 en la ceca de París (A) durante el primer semestre de 1790. 33 milímetros y 14,7 gramos. En el reverso la leyenda BENEDICTUM SIT NOMEN DOMINI (Bendito sea el nombre del Señor). En el canto, DOMINE SALVUM FAC REGEM (Señor, salva al rey). Desmonetizada el 1 de enero de 1835. Ref. R.7
1 ÉCU (aux branches d’olivier), 1774-92. Acuñada en plata de .917 en París (A) en el primer semestre de 1790. 41 milímetros y 29,2 gramos. Mismos datos que en la moneda anterior. Desmonetizada también el 1 de enero de 1835. Ref. R.8
II. PERÍODO CONSTITUCIONAL: en 1791 se aprueba la constitución, que, entre otros logros, supone la división de poderes, la descentralización de la Administración, la constitución civil del clero, la creación de la categoría de ciudadanos activos, con derechos políticos a partir de una determinada renta (el pueblo llano queda sin derechos políticos). Para afrontar la crisis financiera se recurre a dos medidas: la venta de los bienes del clero y la creación del papel moneda “assignat” (asignado)
Ante ello, muchos aristócratas huyen; también el rey lo intenta. Tienen lugar las elecciones y la constitución de la nueva Asamblea Legislativa (octubre de 1791 a octubre de 1792), que entre otras medidas decreta la nacionalización de los bienes de la nobleza huida y la deportación del clero que se niega a aceptar la constitución. Muy pronto se produce el choque entre el rey y la Asamblea.
Aterrados por los sucesos franceses, las potencias europeas se deciden a intervenir, por lo que la guerra unirá la causa revolucionaria con la causa nacional. Un imprudente manifiesto del duque de Brunswick en julio de 1792 provoca la insurrección popular del 10 de agosto que derriba la monarquía (los reyes son detenidos). En septiembre los prusianos son detenidos en Valmy, mientras en París se ha constituido la Comuna, un gobierno municipal revolucionario dirigido por el Cuarto Estado o pueblo llano: los “sans-culotte” entran en escena.
2. MONEDAS CONSTITUCIONALES: corresponden a este período agitado, de profundos cambios, y que se corresponderían con los años 1791-93. Fueron creadas por la Asamblea Nacional Constituyente a principios de 1791, decreto y ley promulgados el 11 y el 19 de enero, y su diseño se aprobó, previo informe del Comité des Monnaies, en la primavera, decreto y ley de 9 y 15 de abril. La característica esencial de estas monedas diseñadas por el grabador general Augustin Dupré, auténtico “hacedor” numismático a partir de este período, es su carácter híbrido:
Anverso: presencia del rey, con peluca, pero sensiblemente más viejo, con una imagen fiel de la realidad, desaparición del latín y uso del francés, negación de su origen divino y algo que es crucial y que no puede pasar desapercibido: el rey ya no es “rey de Francia”, como antes, sino “rey de los franceses”, es decir, el foco de interés pasa del territorio que se gobierna a los ciudadanos que viven en él, son ellos –y sus derechos- quienes componen la nación.
Reversos: caracterizados por la referencia expresa al poder de la ley al mismo nivel que el Rey o incluso por encima (Regne de la Loi) y el uso de símbolos republicanos (fasces, gorro frigio, aparición del genio alado, símbolo de la revolución, y del gallo de la vigilancia, coronas de hojas de roble, etc.) en una doble dirección: al mismo tiempo que se trata de recuperar la tradición republicana occidental, que encuentra su origen en la República de Roma, se crean nuevos símbolos que reflejen la nueva realidad política. En este sentido, es clave también la datación de las monedas haciendo referencia al “Año de la Libertad”, tomando como referencia el año 1789 como año I.
Durante los meses de junio y agosto de 1791 se promulgan dos decretos para hacer frente a la escasez de moneda fraccionaria y a la penuria de materias primas, por los cuales se procede a descolgar las campanas de las iglesias para fundir el bronce y utilizarlo en la acuñación de monedas. Para ello, se crean con urgencia cecas provisionales que hagan frente también a tal trabajo. Se calcula que a lo largo del segundo semestre de 1792 fueron “sacrificadas” cien mil campanas en todo el país (al parecer, solo quedaron diez mil) aunque parte del metal se usó en la fabricación de cañones para hacer frente a los países enemigos de la revolución. Este metal de campana o “métal de cloche” incluía un 20% de estaño, que dada su naturaleza quebradiza, no hacía viable la acuñación de monedas estables y resistentes, por lo cual se hizo necesario proceder a la aleación con cobre en estado puro y, aun así, las monedas obtenidas son toscas y excesivamente “rígidas” a la hora de recibir el golpe del cuño.
2 SOLS (au faisceau, type François), 1791-93. Acuñada en metal de campana en Paris en el año III de la Liberté, 1791. 33 milímetros y 24,9 gramos. Hay que hacer constar el uso de “ROI DES FRANÇOIS”, cuyo sentido ya ha sido reseñado anteriormente. El término “françois”, en vez de “français” ya era arcaico entonces. Es importante que nos fijemos en la leyenda del reverso: LA NATION LA LOI LE ROI. El rey se sitúa al final y antes que él están el sentimiento de pueblo y el sometimiento a la ley. Canto liso. Desmonetizada en 1856. Ref. R.37
1 ÉCU (au génie, type François), 1792-93. Acuñada en plata de .917 en el primer semestre del año IV de la Liberté, 1792, en Orleans (R). 39 milímetros y 29,1 gramos. El anverso es idéntico al de la moneda anterior. El reverso hace referencia directa al poder de la ley (Regne de la loi), nada ni nadie está por encima de ella. El canto incide aún más en ello: LA NATION LA LOI ET LE ROI. Retirada de la circulación el 1 de enero de 1835. Ref. R.46.
LAS MONEDAS MONNERON: En 1789, para evitar la quiebra del Erario Público, la Asamblea Nacional decretó el 2 de noviembre la expropiación de los bienes de la Iglesia, que pasaban, así, sin compensación alguna, a disposición de la nación. Pero no era dinero líquido, sino propiedades, tierras, edificios, etc. Para obtenerlo se idearon los “assignats” (asignados), algo así como bonos sustentados en el valor de los bienes confiscados, cuya venta pagaría aquellos. Así, comienzan a emitirse en 1790, al 5% de interés, y servían solo para el pago de obligaciones públicas a particulares, y debían ser destruidos cuando el titular lo intercambiara en el Erario por dinero en metálico.
Pero los elevados gastos provocados por la guerra de defensa en el exterior, la dificultad para vender los bienes nacionalizados y la caída del comercio internacional provocaron un déficit público importante y una auténtica escasez de moneda. Todo ello obligó a la Asamblea a mediados de 1791 a darle a los assignats el carácter de papel moneda de curso legal. En fin, la hiperinflación y su depreciación hicieron que su valor disminuyera en muy poco tiempo. Cuando al final, el 30 Pluvioso del año IV, 19 de febrero de 1796, el Directorio prohibió su circulación, el valor de los assignats era el 1/200 de su valor nominal.
En 1791, para hacer frente a esa escasez de monedas descrita, varios empresarios obtuvieron permiso para poner en circulación monedas de necesidad acuñadas por ellos. Nunca fueron de curso legal, pero circularon ampliamente de 1791 a 1793. Los más importantes fueron los hermanos Monneron, comerciantes de París, que encargaron los diseños de las tres monedas distintas que acuñaron a Augustin Dupré (una de dos sols y dos de cinco sols). Se labraron en la ceca de Soho, en Birmingham, bajo la supervisión de Matthew Boulton, con las recientes máquinas de vapor, lo cual les permitió alcanzar emisiones superiores en cantidad y calidad a las “francesas” de su época.
Pero el problema es que su valor fiduciario estaba vinculado al de los assignats, de manera que cuando éstos cayeron cayeron aquéllas. La quiebra se produjo en marzo de 1792. La Asamblea Nacional prohibió su fabricación el 3 de septiembre de ese año, aunque estas monedas circularon de hecho hasta finales de 1793.
La característica más llamativa de estas monedas Monneron es que se adelantan a su tiempo: el hecho de no ser oficiales hace que el genio de Dupré haga desaparecer al rey de ellas, son plenamente republicanas. Las clasifico aquí porque cronológicamente es su lugar, aunque su contenido pertenezca al siguiente momento.
- 2 SOLS, ANS III-IV (1791-92): Acuñada en bronce, en el año III de la Liberté (1791). 32 milímetros y 18,4 gramos. En el anverso, bajo un ojo irradiador, la Libertad sentada con pica coronada por un gorro frigio, apoyada en la Tabla de los “DROITS DE L’HOMME ARTIC. V”. Detrás, un pedestal con un gallo “vigilante”. Alrededor, LIBERTÉ SOUS LA LOI. En el exergo, L’AN III DE LA LIBERTÉ. En el reverso, el texto MEDAILLE DE CONFIANCE DE DEUX SOLS A ECHANGER CONTRE DES ASSIGNATS DE 50 L. ET AU DESSUS. 1791. Alrededor, MONNERON FRERES NEGOCIANS (sin –t-) A PARIS. En el canto, BON POUR BORD. MARSELL. LYON. ROUEN NANT ET STRASB (ciudades en las que debía circular)
- 5 SOLS, ANS III-IV (1791-92): Acuñada en bronce, en el año IV de la Liberté (1792). 39,6 milímetros y 27,5 gramos. En el anverso escena del “PACTE FEDERATIF” (arriba) o Fiesta de la Federación celebrada el “14 JUILLET 1790” (exergo), en que un grupo de guardias con tremolar de banderas juran fidelidad a la “Constitution des Français”, sentada sobre un pedestal que contiene el nombre del grabador Dupré. Un pedestal vacío con el relieve de Luis XVI, un escudo olvidado con las tres flores de lis y dos documentos aplastados que simbolizan la retirada de los privilegios de la Iglesia y la Nobleza. Alrededor, VIVRE LIBRES OU MOURIR. En el reverso, MEDAILLE DE CONFIANCE DE CINQ SOLS REMBOURSABLE EN ASSIGNATS DE 50. ET AU DESSUS. L’AN IV DE LA LIBERTÉ. Alrededor, MONNERON FRERES NEGOCIANS A PARIS 1792. En el canto, DEPARTEMENS (sin –T-) DE PARIS, RHONE ET LOIRE DE GARD.
III. LA CONVENCIÓN NACIONAL: en septiembre de 1792 se declara la República, se reparten armas entre la población y se convocan nuevas elecciones por sufragio universal para elegir una nueva Asamblea, llamada Convención Nacional, cuya característica principal es que aúna los poderes legislativo y ejecutivo a la vez. Se crean tribunales extraordinarios, el más importante el Comité de Salud Pública, y comienzan los grandes procesos: el rey es condenado a muerte y también otros miembros de la familia real, y a continuación otros miembros más moderados de la revolución, como Danton y Desmoulins.
Para hacer frente a la revuelta campesina de la Vendée, azuzada por el clero, y a la crisis económica se toman las siguientes medidas:
Leva en masa: todos los hombres de 18 a 25 años se convierten en soldados. Es la nación en armas.
Economía dirigida: se tasa un precio máximo para el grano y la harina, y también los salarios, al mismo tiempo que se establecen penas durísimas para los especuladores.
Se instaura el terror, con la aprobación de la Ley de Sospechosos. El 21 de enero de 1793 se decapita al rey en la guillotina y el 16 de octubre a María Antonieta.
Ante la confusión y el terror, se produce el golpe de Estado de 10 de Termidor, 28 de julio de 1794. Robespierre y 84 de sus partidarios son ejecutados.
3. MONEDAS DE LA CONVENCIÓN (1793-94): Continúan los diseños de Augustin Dupré. Inmediatamente salta a la vista su carácter netamente republicano: el rey ha desparecido de ellas, aparece por primera vez la expresión “Republique Française”, con claras referencias a la Libertad y la Igualdad, al mismo tiempo que se usan símbolos provenientes de la masonería y se crean otros nuevos que refieren hechos históricos coetáneos: la balanza, el ojo irradiador que preside la escena y todo lo ve, las tablas de la ley –Declaración de los Derechos del Hombre-, al mismo tiempo que se siguen utilizando los anteriores: fasces, gorro frigio, genio alado, gallo… Por otro lado, se toma como referencia el 19 de septiembre de 1792, fecha de la Convención Nacional, para datar las monedas: así, el año I irá del 19 de septiembre de 1792 al 18 de septiembre de 1793…
1 SOL (à la table de loi), an II (1793): acuñada en metal de campana en el año II, 1793, en la ceca provisional de Dijon (Dº). 29 milímetros y 11,3 gramos. Entre un racimo de uvas y una gavilla de trigo, y bajo un ojo irradiador, lo más importante de esta moneda: LES HOMMES SON ÉGAUX DEVANT LA LOI. Desmonetizada en 1856. Ref. R.71
6 LIVRES (au génie, type Françoise), an II (1793-94): acuñada en el año II, 1793, en plata de .917 en el segundo semestre (punto bajo la L de LOI) en París. 39 milímetros y 29,4 gramos. Atención al reverso, auténtico precursor ya de los reversos posteriores del franco: el valor en el centro rodeado de una corona vegetal, en este caso de roble. Desmonetizada el 1 de enero de 1835. Ref. R.78
IV. EL DIRECTORIO: el golpe de Estado aludido anteriormente comienza a tomar medidas contrarias a la revolución popular. Así, se procede a la elaboración de una nueva Constitución (1795), que institucionaliza el hecho de que el nuevo poder ejecutivo reside en un Directorio de cinco miembros, para evitar que el poder recaiga de manera excesiva en un solo hombre. El poder pasa a la burguesía adinerada, y de nuevo el pueblo llano pierde sus derechos políticos (pasan a ser ciudadanos pasivos).
Se inicia así un nuevo período, el del orden, una vez que han desaparecido las grandes figuras revolucionarias (Robespierre, Danton y Marat, sobre todo), y la burguesía francesa empieza a considerar la estabilidad como el valor supremo de la sociedad política. Conservadurismo, independencia judicial, creación de dos cámaras legislativas, orden social, etc. son las bases de este nuevo período. Nuevo período que está gestando en su interior el golpe de Estado del 18 Brumario de 1799, 9 de noviembre, el nacimiento del Consulado y el engrandecimiento progresivo de la figura de Napoleón Bonaparte; está naciendo así el I Imperio, pero esa es otra historia…
4. MONEDAS DEL DIRECTORIO; EL FRANCO (a partir de 1795): ya el 1 de agosto de 1793 se introduce el sistema decimal para las pesas y medidas, y su uso se hace obligatorio en abril de 1795. Ello, además de otras consideraciones como la necesidad de una nueva moneda, traerá como consecuencia la creación del Franco como unidad monetaria, dividido en cien céntimos (al modo del dólar norteamericano, de 1792), con un peso de 4,5 gramos de plata pura. No obstante, la única pieza que se acuñará con este nombre no será la unidad sino la moneda de 5
Francos.
De nuevo, todo este período estará dominado por el trabajo de Augustin Dupré, que diseñará las nuevas monedas, cuyo mayor logro será la presencia de la llamada Marianne (Marie-Anne), tocada con gorro frigio, expresión de la República y la Libertad, como dos ideas indisociables. Es quizá el símbolo, no sólo numismático, al mismo nivel que “La Marsellesa”, más importante de toda Francia desde entonces. Al mismo tiempo, la idea de fuerza, justicia y libertad se funden en el anverso de la moneda de 5 francos, uno de los diseños más utilizados a lo largo de la historia moderna por la amonedación francesa.
La sencillez de los reversos también marcarán una nueva época: ya en las 6 Libras del Genio Alado (1793-94) aparecía el valor en el centro rodeado de una corona vegetal. Ese será el diseño del franco a partir de ahora, salvo durante el breve período monárquico borbónico, hasta finales del siglo XIX.
1 CENTIME, ans 6-8 (1797-1800): acuñado en bronce en Paris en el año 6 (1797/98). 18 milímetros y 2 gramos. Diseño de Dupré, muy sencillo, con el busto de Marianne, propio de toda la serie, iniciada en el año 4 con otros valores. Desmonetizada en 1856. Ref. F.100
5 CENTIMES, petit module, ans 4-5 y 5 CENTIMES, grand module, ans 5-9 (1796-1801). Os las muestro juntas para que podáis ver la diferencia de tamaño entre una y otra. Acuñadas en cobre, ambas en París, 23 milímetros y 5 gramos la pequeña y 28 milímetros y 9,9 gramos la segunda. La primera es del año 4 y la segunda del año 8/5. La primera fue retirada el 3 Brumario an 5 (24 de octubre de 1796); la segunda, en 1856. Refs. F.113 y F.115.
UN DÉCIME, ans 5-9 (1796-1801). Acuñada en bronce en París en el año 8 (1799/1800). 32 milímetros (gran módulo) y 19,9 gramos. Retirada de la circulación en 1856. Ref. F.129
2 DÉCIMES, ans 4-5 (1795-96). Acuñada en cobre en París en el año 4 (1795/96). 31 milímetros y 19 gramos. Desmonetizada el 3 Brumario an 5 (24 de octubre de 1796). Ref. F.145
5 FRANCS, Union et Force, ans 4-11 (1792-1800). También conocido como “Hercule”. Como dije antes, primer y único “franco” de este período, anterior al Consulado. Acuñado en plata de .900 en París en el año 5 (1796/97). 37 milímetros y 25,1 gramos. En el canto, GARANTIE NATIONALE. Es una de las monedas más valoradas y reproducidas de la amonedación francesa. Desmonetizada en 1928. Existen muchos tipos, ésta es la Ref. F.294.
La Revolución Francesa supone un antes y un después en la historia moderna; no solo cambió la fisonomía de Francia, sino que marcó el nacimiento a la larga de una nueva Europa: nacimiento de repúblicas o limitación del poder real, división de los poderes del Estado, elecciones, creación de partidos, etc. Y lo mismo pasará con las monedas: los modelos republicanos franceses se filtrarán en los nuevos diseños de las monedas a lo largo del siglo XIX, en Hispanoamérica, en otros lugares de Europa, incluso en África (estoy pensando en Liberia) y dejarán su rastro hasta bien entrado el siglo XX.
V. ACUÑACIONES POSTERIORESEn primer lugar, el céntimo de Dupré volverá a ser acuñado en el período de la II República (1848-51) con los mismos pesos y medidas (F.101)
Con posterioridad, dos monedas conmemorativas de tal diseño: 1 Franc de 1992 (F.229) en conmemoración del bicentenario (30 millones), en níquel, y los 5 francs del 2000 (F.353) como homenaje-despedida ante la llegada del euro y la consecuente retirada del franco (4.500 ejemplares), en cuproníquel.
Conmemorando los 200 años de la celebración de los Estados Generales, se acuñó 1 franc en 1989 (F.228) con una tirada de algo más de cinco millones, en níquel.
Todos conocéis las acuñaciones posteriores del Hércules, cambiando el “Union et Force” por “Liberté Égalité Fraternité”: durante la II República (5 francs, 1848-49), III República (5 francs, 1870-78) y las acuñaciones posteriores durante la V República de 5 francs, 1996, 10 francs, 1965-73, y 50 francs, 1974-80, todas en plata de .900, salvo la última de 5 francs, en cuproníquel. Como soy de pueblo –el burro grande ande o no ande– subo la de 50 francos (F.427).
Asimismo, conmemorando el bicentenario de la Declaración de los Derechos del Hombre, se acuñaron 100 francos con la moneda del Genio alado de las 6 livres, sin gallo y sin fasces, en 1989 (F.457) en plata de .900.
Por último, en la conmemoración del Bicentenario de Museo del Louvre en 1993, las autoridades francesas acuñaron el primer plano del famoso cuadro de Delacroix, “La liberté guidant le peuple” para dar forma a otra moneda de 100 francs (F.461). Es verdad que el cuadro hace referencia a la revolución de 1830, que hizo abdicar al último de los Borbones, Carlos X, no a la revolución francesa, pero sí es verdad que en el imaginario popular y artístico, cuando Delacroix pinta el cuadro, ha cristalizado ya la idea de una mujer joven tocada con gorro frigio que aúna tres conceptos: República, Libertad y Nación (no olvidemos la bandera que la acompaña).
Bibliografía –las referencias están sacadas de ambos libros-:
- Argus des monnaies françaises de la Revolution, 1789-1794. Editions les Chevau-légers
- Le Franc V. Les monnaies, 1795-2003. Editions les Chevau-légers
Un saludo a todos, y gracias por haber aguantado hasta aquí.