Josefina Guerrero, la heroína que aprovechó su terrible enfermedad para ayudar a EE.UU. a derrotar a Japón en la Segunda Guerra MundialPara enero de 1942, la ocupación de Manila era completa.
Los japoneses acorralaron a europeos y estadounidenses en primer lugar y los pusieron en campos de prisioneros. Para todos los demás, comenzó un nuevo y duro régimen.
"La vida estaba controlada por el toque de queda", cuenta Montgomery.
"Soldados japoneses que patrullaban las calles solían abofetear a cualquiera que no les mostrara respeto haciéndoles la venia en la calle".
Cualquier desobediencia podía ser castigada con la pena de muerte.
Además de aislada, Guerrero se quedó sin medicamentos, pues con la ocupación los suministros no llegaban rápidamente a la ciudad.
Su salud se deterioró.
La doncella de ManilaAdolorida y sola, Guerrero buscó consuelo en su fe.
Tenía tres años en 1920, cuando la Iglesia Católica canonizó a Juana de Arco, la heroína francesa de la Edad Media.
De niña, a Guerrero le habían fascinado las historias de esa joven campesina que tenía visiones y dirigió un ejército contra los invasores ingleses.
La Doncella de Orleans se convirtió en su inspiración: quería servir a una causa noble, así que arriesgaría su vida por su país.
No le fue fácil convencer a la resistencia que la aceptara, pero en su primera misión consiguió tanta información valiosa de los labios de soldados japoneses en una fiesta que disipó cualquier duda.
Impresionados, los dirigentes de la resistencia le preguntaron si aceptaría una tarea más peligrosa.