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| | DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS | |
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+19carángido Azemuche Blas de Lezo Keko Ajuntachapas julula Lanzarote JUAN ANTONIO R. Benyusuf Lilo07 numismatico2013 Dracma76 mail caramanchada txibis VARIANTES koldomi Sol Mar Gobierno Provisional 23 participantes | |
Autor | Mensaje |
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Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 6:01 pm | |
| , compañeros: este hilo nace de una sorpresa y posterior duda que hace ya mucho tiempo tuve. Cuando, después de prestar solo atención a las monedas españolas, objeto único de mi colección por entonces, comencé a prestársela también a otros países, Hispanoamérica tras su Independencia, Estados Unidos y Gran Bretaña principalmente, observé que algunas monedas británicas de la 1ª mitad del XVIII llevaban en el exergo del anverso las palabras VIGO o LIMA. No podía ser que se hubieran acuñado en un sitio u otro: el primero siempre había sido España y el segundo, que yo supiera, no había dejado de serlo antes de su independencia casi un siglo más tarde; en principio, no encontraba ninguna explicación, ni yo tuve demasiado interés en encontrarla, hasta que decidí coleccionarlas. Ambas monedas, con VIGO o LIMA, corresponden a los reinados de Anna y de George II respectivamente, y tienen que ver con dos batallas, al menos la primera, que libraron marinos españoles y británicos, de las que salieron vencedores estos últimos, quienes, muy dados a celebrarlo inmediatamente, a manifestar mundialmente su poderío militar y a sugerir que el oro y la plata utilizados en su confección provenían de lo robado o saqueado en ellas, al mismo tiempo que humillar al enemigo, las mandaron acuñar inmediatamente. Paso a detallaros los dos hechos históricos: BATALLA DE VIGO O DE RANDE, 1702. En 1699 la Flota de la Plata zarpa de España como cada año, para traer a la metrópoli las riquezas americanas. Pero muere el rey Carlos II y se desata la Guerra de Sucesión española. Y el regreso a Europa, por el acoso naval del enemigo, se hace imposible. En 1702, Francia envía una escolta de 23 navíos al mando de François Louis de Rouselet, conde de Chateau-Renault, para que proteja a los 19 galeones españoles, dirigidos por el almirante y general Manuel de Velasco y Tejada, cargados con «el mayor tesoro que nunca haya cruzado los océanos», como había publicado La Gaceta de Madrid, despertando la codicia de todos los contendientes. En Azores, un aviso informa a la flota de que la escuadra combinada anglo-holandesa, al mando de Sir George Rooke, está atacando Cádiz. Por ello, han de buscar un puerto alternativo y, tras no pocas discusiones, eligen Vigo. El 22 de septiembre entran en la ría los galeones y la flota de guerra hispanofranceses. Durante un mes, se descargan la plata y metales preciosos, que son transportados a Lugo en carros de bueyes, al mismo tiempo que se intenta montar una defensa. En Tui se forman milicias, mal equipadas y famélicas. Muchos campesinos huyen a las montañas. Se refuerzan los fuertes de Rande y Corbeiro con cañones de los barcos y se cavan trincheras. En el estrecho de la ría se extiende una barrera con cadenas, mástiles y vergas. El 22 de octubre entra por la boca sur de la ría de Vigo la armada anglo-holandesa: 160 velas y una fuerza de desembarco de 14.000 hombres. Tras su fracaso en Cádiz, Rooke espera aquí una gran victoria y un formidable tesoro. En realidad, sólo conseguirá lo primero y muy poco de lo segundo. En la madrugada del 23 de octubre, marinos ingleses, en chalupas, intentan cortar la cadena, pero son repelidos. Al amanecer del mismo día, tras retirarse la bruma, se ve que los aliados han destacado frente a Teis a sus buques de porte medio, más maniobrables, que comienzan a cañonear los fuertes. Además, el Duque de Ormond desembarca con 4.000 infantes, que en poco más de una hora arrasan a los defensores hispanofranceses: las milicias huyen y se toman prisioneros. Y los fuertes disparan ahora contra la propia flota franco-española. A las dos de la tarde, aprovechando una fuerte ráfaga de viento, el Torbay, del capitán Hopsonn, rompe la cadena. Tras él, entran el Kent, el Mountmouth, el Grafton y otros, y comienza un intenso combate a cañonazos, sin posibilidad de maniobrar en el fondo de la ría. En vano se envía una vieja embarcación en llamas que explota al costado del Torbay. Unos luchan cuerpo a cuerpo, mientras la metralla barre las cubiertas. Otros ya sólo piensan en huir a nado o en barcas. Es entonces cuando Chateau-Renault, al mando de la flota francesa, da la orden de quemar las naves. Todos los barcos son apresados, hundidos o incendiados. Durante horas, el mar en llamas es el último testimonio de la batalla de Rande. Algunas crónicas de la época, como la de un religioso de Redondela, narran que esa madrugada la luz que generaba la ría de Vigo en llamas permitía «leer un libro como si fuese de día». La batalla de Rande se saldaría con más de dos mil muertos del bando hispanofrancés y otros ochocientos de la escuadra anglo-holandesa. Y, con ellos, la pérdida de la mejor escuadra de guerra del Rey Sol, Luis XIV y de la flota de Indias española al completo. Una vez ganada la batalla, los atacantes saquearon Redondela y la isla de San Simón. Vigo quedó a salvo protegida por su muralla y defensas. El día 30 de octubre George Rooke ordena partir a su armada, que abandona la ría de Vigo, aunque deja una guarnición de 27 buques de guerra junto a los apresados al mando del almirante Shovel. Habida cuenta de que los galeones se encuentran todavía hundidos en Rande, existe una polémica histórica acerca de si esos galeones esconden un tesoro, lo que es tachado de mito por muchos expertos, que aducen que la documentación de la época recoge la salida hacia Madrid de los tesoros, que se habrían logrado descargar antes de la batalla; así Xose Ramón Barreiro, Presidente de la Real Academia Galega, catedrático de Historia Contemporánea de Galicia en la Universidad de Santiago, y experto en el tema, nos dice: Hay un tejido de leyendas oscuras sobre este tema. Desde mi punto de vista, el mito sobre el tesoro es precioso pero las investigaciones al respecto nos llevan fracaso de esta teoría. El príncipe de Barbanzón, capitán general de Galicia por aquel entonces, dirigió una expedición en la que mil carros de bueyes -venidos desde Pontevedra- partieron hacia Madrid. Incluso en el acta del Cabildo de Lugo, puede comprobarse cómo se asignó una cantidad de dinero para acoger estos carros en Lugo. Seguramente, la plata viajaría en los bueyes. Quienes hoy paseen por Londres verán que de la céntrica Regent Street, junto a Picadilly Circus, una de las más comerciales y concurridas de la ciudad, sale una calle lateral, estrecha, que lleva por nombre Vigo Street. Este verano, tuve la suerte de encontrármela así, sin querer, y en ese momento supe que a Vigo, y también a Lima, les debía un post. Monedas de VIGO: Con el busto de la reina Anna, se acuñaron en 1703 en oro, monedas de 5, 1 y ½ Guineas, y en plata, de ½ Corona, de 1 Chelín (también en 1702) y de 6 Peniques. Esta última es la que tengo, y os presento. La expedición de ANSON. George Anson, marino inglés, entró en la Royal Navy en 1712 y ascendió rápidamente, siendo nombrado teniente en 1716, comandante en 1722, capitán en 1724. En este puesto sirvió dos veces en la estación de América del Norte como capitán del Scarborough (1724 a 1730) y del Squirre (de 1733 a 1735). En 1737 obtuvo el mando del barco de línea Centurion, de 60 cañones. En 1740, en vísperas de la Guerra de Sucesión Austríaca (1740-48), se convirtió en comandante (con el rango de comodoro) de una expedición de la Royal Navy que tenía por misión atacar, desorganizar o capturar las posesiones de España en las costas del Pacífico en América del Sur en 1740, en el marco de la llamada Guerra del Asiento*. Ahí se inicia un periplo de casi cuatro años que le llevó a circunnavegar el globo y a adquirir fama y riquezas para el resto de su vida. La expedición no pudo llevarse a cabo según el ambicioso plan original. El escuadrón de Anson tuvo que zarpar más tarde de lo previsto y se componía de cinco barcos de guerra — Centurion (barco insignia), Gloucester, Severn, Pearl y Wager— un barco de apoyo —Tryal— más dos cargueros de apoyo —Anna e Industry— que tras aprovisionarlos en medio del Atlántico regresaron. El retraso acabaría por desbaratar la misión, al menos en la forma en que se había planeado originalmente. La tardanza de la temporada le obligó a rodear el cabo de Hornos con un tiempo muy tormentoso; además, los instrumentos de navegación de la época no permitían las observaciones exactas, por lo que no lograron saber en qué posición exacta se encontraban. El Pearl y el Severn fueron incapaces de doblar el cabo de Hornos y regresaron a Inglaterra. A su vez, el Wager naufragó poco después frente a las costas de Chile, y sólo cuatro tripulantes, entre ellos John Byron, lograron llegar a las posesiones españolas. Las enfermedades también hicieron mella en la tripulación restante, que en junio de 1741 se había reducido a 335 supervivientes de los 961 hombres iniciales, fecha en la que los tres barcos supervivientes arribaron al archipiélago de Juan Fernández. Aprovechando la falta de navíos españoles en la zona, los británicos saquearon el puerto peruano de Paita, al norte de Lima, el más importante del virreinato en aquel momento, entre el 13 y el 15 de noviembre de 1741. La disminución constante de sus tripulación por el escorbuto hizo que Anson abandonara las naves Gloucester y Tryal y concentrara a todos los supervivientes en el buque insignia Centurion, que zarpó en dirección a Asia ese mismo mes con la intención de interceptar el galeón de Manila, buque español encargado de llevar las ganancias del comercio con China desde las Filipinas a México. Al llegar al mar de China Meridional el navío tuvo que sortear los barcos de guerra chinos durante un año, pues éstos consideraban a Anson y su tripulación como simples piratas. Tras enormes dificultades, la tripulación consiguió por fin capturar el galeón Nuestra Señora de Covadonga junto al cabo Espíritu Santo el 20 de junio de 1743 y se hicieron con 1.313.843 reales de a ocho que transportaba. La mercancía adicional capturada fue revendida en Macao, incrementando aún más las ganancias. A continuación, Anson puso rumbo a Inglaterra a través del Cabo de Buena Esperanza, que bordeó el 15 de junio de 1744. Gracias al dinero robado a los españoles, Anson viviría en la riqueza durante el resto de su vida: le correspondieron tres octavos del botín a distribuir del Covadonga que según una estimación llegaron a £ 91 000 en comparación con los £ 719 que hubiera ganado como capitán durante el tiempo que duró el viaje. Es impensable, por tanto, que el resto de lo requisado y robado diera para la acuñación de las monedas de oro y de plata, de las que hablaremos, durante los años 1745 y 1746. De nuevo, como en el caso anterior, se debe más al deseo de engrandecer el poderío naval y militar de Gran Bretaña y a humillar al enemigo vencido. El capellán de Anson, Richard Walter, describió la circunnavegación en su libro A Voyage Round the World, que se publicó en 1748 y fue leído y admirado, entre otros, por el filósofo escocés Thomas Carlyle, que lo describió en su History of Friedrich II como «un verdadero poema en su género”. Posteriormente, fue miembro del Parlamento por Hedon de 1744 a 1747. En ese año, Anson dirigió la flota que derrotó a los franceses al mando del almirante Jacques-Pierre de Taffanel de la Jonquière en la batalla del Cabo Finisterre, capturando cuatro navíos de línea, dos fragatas y siete buques mercantes. En consecuencia, Anson se hizo muy popular, y fue ascendido a vicealmirante y elevado a la nobleza como Barón de Anson de Soberton. Posteriormente pasó a ser Primer Lord del Almirantazgo de junio de 1751 a noviembre de 1756, y de nuevo desde junio de 1757 hasta su muerte. Entre las reformas que promovió destacan la transferencia de los infantes de marina del Ejército a la autoridad de la Armada, los uniformes para los oficiales, la elaboración de una forma eficaz de jubilación, una media paga que recibían los capitanes y almirantes retirados y una revisión de los artículos de guerra (Articles of War) aprobada por el Parlamento, lo que aumentó la disciplina en toda la Marina. *La guerra del Asiento, conocida también como Guerra de la Oreja de Jenkins (marino inglés al que se le cortó una oreja y, desorejado, se le mandó de regreso a Gran Bretaña, causa inicial del conflicto, según cuentan), fue una contienda bélica que duró de 1739 a 1748, en la que se enfrentaron las flotas y tropas del Reino de Gran Bretaña y del Reino de España principalmente en el área del Caribe. Por el volumen de los medios utilizados por ambas partes, por la enormidad del escenario geográfico en el que se desarrolló y por la magnitud de los planes estratégicos de España e Inglaterra, la guerra del Asiento puede considerarse como una verdadera guerra moderna. A partir de 1742 la contienda se transformó en un conflicto más de la guerra de Sucesión Austriaca, cuyo resultado en el teatro americano finalizaría con la derrota inglesa y el retorno al statu quo previo a la guerra. La acción más significativa de la guerra fue el Sitio de Cartagena de Indias de 1741, en el que fue derrotada una flota británica de 186 naves y casi 27 000 hombres a manos de una guarnición española compuesta por unos 3500 hombres y seis navíos de línea, a cuyo mando estaba el marino español Blas de Lezo. Durante la contienda, dada la enorme superioridad numérica y de medios que utilizó Gran Bretaña contra España, resultó decisiva la extraordinaria eficacia de los servicios de inteligencia españoles, que consiguieron infiltrar agentes en la Corte londinense y en el cuartel general del almirante Vernon, además del valor de los españoles y la audacia de Lezo. Por cierto, hablando de humillaciones del enemigo, Vernon mandó correos a la metrópoli informando de su victoria antes de conseguirla (también de esta “victoria” se acuñarían varias medallas con un Blas de Lezo arrodillado ante Vernon, como sabe nuestro compañero de foro Blas de Lezo). Un incómodo silencio se instaló en la Corte británica cuando se enteraron de la derrota. Las monedas de LIMA: Con el busto de George II se acuñaron en oro monedas de 5, 1 y ½ Guineas, y en plata, de 1 y ½ Corona, de 1 Chelín y de 6 Peniques, durante los años 1745 y 1746. Aquí os presento las de 6 peniques y 1 Chelín primero y, después, de ½ Corona. Un saludo, compañeros; espero que os haya gustado. |
| | | Sol Mar MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 7293 • Actividad : 5856 Fecha de inscripción : 03/06/2014
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 6:31 pm | |
| Magnifica exposición de los sucesos acontecidos y preciosas Monedas "Testigo" de los mismos. Hasta otro rato con Un Saludo. Sol Mar |
| | | koldomi PRINCIPALIS MAYOR
Cantidad de envíos : 1850 Edad : 70 Localización : Bizkaia • Actividad : 2119 Fecha de inscripción : 03/05/2014
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 7:40 pm | |
| Excelente relato, compañero, con la "guinda" de la gesta de don Blas de Lezo (otro héroe olvidado). Las monedas se expresan por sí solas, preciosas. ¡Mis sinceras felicitaciones! Un cordial saludo. |
| | | VARIANTES MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 9902 Localización : Al otro lado de la pantalla • Actividad : 16535 Fecha de inscripción : 18/05/2009
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 7:57 pm | |
| Interesante y absorbente relato.
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| | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 8:13 pm | |
| Gracias, Sol Mar, Koldomi y VARIANTES, agradezco vuestros comentarios y celebro que os hayan gustado el relato y las monedas. Lo cierto es que las de George II están un poquito justas, pero el bolsillo no daba para más. En cuanto a Blas de Lezo, como a otros marinos españoles, Jorge Juan por ejemplo, se les recuerda poco. Un saludo. |
| | | txibis SIGNIFER
Cantidad de envíos : 664 • Actividad : 706 Fecha de inscripción : 02/04/2016
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 8:31 pm | |
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| | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 8:34 pm | |
| Gracias, txibis, lo que dices me ayuda y anima a continuar subiendo cosas. Un saludo, |
| | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 8:37 pm | |
| Adjunto la ruta del viaje de Anson: se me olvidó subirla en el post: |
| | | caramanchada TRECENARII
Cantidad de envíos : 2824 Localización : Un lugar al sol. • Actividad : 3231 Fecha de inscripción : 18/11/2010
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 8:49 pm | |
| - Gobierno Provisional escribió:
- , compañeros: este hilo nace de una sorpresa y posterior duda que hace ya mucho tiempo tuve. Cuando, después de prestar solo atención a las monedas españolas, objeto único de mi colección por entonces, comencé a prestársela también a otros países, Hispanoamérica tras su Independencia, Estados Unidos y Gran Bretaña principalmente, observé que algunas monedas británicas de la 1ª mitad del XVIII llevaban en el exergo del anverso las palabras VIGO o LIMA. No podía ser que se hubieran acuñado en un sitio u otro: el primero siempre había sido España y el segundo, que yo supiera, no había dejado de serlo antes de su independencia casi un siglo más tarde; en principio, no encontraba ninguna explicación, ni yo tuve demasiado interés en encontrarla, hasta que decidí coleccionarlas.
Ambas monedas, con VIGO o LIMA, corresponden a los reinados de Anna y de George II respectivamente, y tienen que ver con dos batallas, al menos la primera, que libraron marinos españoles y británicos, de las que salieron vencedores estos últimos, quienes, muy dados a celebrarlo inmediatamente, a manifestar mundialmente su poderío militar y a sugerir que el oro y la plata utilizados en su confección provenían de lo robado o saqueado en ellas, al mismo tiempo que humillar al enemigo, las mandaron acuñar inmediatamente. Paso a detallaros los dos hechos históricos:
Chapó compañero. La docencia es tu fuerte. Y como dice txibis las monedas siempre son fuente de información historica. Salu2.
BATALLA DE VIGO O DE RANDE, 1702. En 1699 la Flota de la Plata zarpa de España como cada año, para traer a la metrópoli las riquezas americanas. Pero muere el rey Carlos II y se desata la Guerra de Sucesión española. Y el regreso a Europa, por el acoso naval del enemigo, se hace imposible. En 1702, Francia envía una escolta de 23 navíos al mando de François Louis de Rouselet, conde de Chateau-Renault, para que proteja a los 19 galeones españoles, dirigidos por el almirante y general Manuel de Velasco y Tejada, cargados con «el mayor tesoro que nunca haya cruzado los océanos», como había publicado La Gaceta de Madrid, despertando la codicia de todos los contendientes. En Azores, un aviso informa a la flota de que la escuadra combinada anglo-holandesa, al mando de Sir George Rooke, está atacando Cádiz. Por ello, han de buscar un puerto alternativo y, tras no pocas discusiones, eligen Vigo. El 22 de septiembre entran en la ría los galeones y la flota de guerra hispanofranceses. Durante un mes, se descargan la plata y metales preciosos, que son transportados a Lugo en carros de bueyes, al mismo tiempo que se intenta montar una defensa. En Tui se forman milicias, mal equipadas y famélicas. Muchos campesinos huyen a las montañas. Se refuerzan los fuertes de Rande y Corbeiro con cañones de los barcos y se cavan trincheras. En el estrecho de la ría se extiende una barrera con cadenas, mástiles y vergas. El 22 de octubre entra por la boca sur de la ría de Vigo la armada anglo-holandesa: 160 velas y una fuerza de desembarco de 14.000 hombres. Tras su fracaso en Cádiz, Rooke espera aquí una gran victoria y un formidable tesoro. En realidad, sólo conseguirá lo primero y muy poco de lo segundo. En la madrugada del 23 de octubre, marinos ingleses, en chalupas, intentan cortar la cadena, pero son repelidos. Al amanecer del mismo día, tras retirarse la bruma, se ve que los aliados han destacado frente a Teis a sus buques de porte medio, más maniobrables, que comienzan a cañonear los fuertes. Además, el Duque de Ormond desembarca con 4.000 infantes, que en poco más de una hora arrasan a los defensores hispanofranceses: las milicias huyen y se toman prisioneros. Y los fuertes disparan ahora contra la propia flota franco-española. A las dos de la tarde, aprovechando una fuerte ráfaga de viento, el Torbay, del capitán Hopsonn, rompe la cadena. Tras él, entran el Kent, el Mountmouth, el Grafton y otros, y comienza un intenso combate a cañonazos, sin posibilidad de maniobrar en el fondo de la ría. En vano se envía una vieja embarcación en llamas que explota al costado del Torbay. Unos luchan cuerpo a cuerpo, mientras la metralla barre las cubiertas. Otros ya sólo piensan en huir a nado o en barcas. Es entonces cuando Chateau-Renault, al mando de la flota francesa, da la orden de quemar las naves. Todos los barcos son apresados, hundidos o incendiados. Durante horas, el mar en llamas es el último testimonio de la batalla de Rande. Algunas crónicas de la época, como la de un religioso de Redondela, narran que esa madrugada la luz que generaba la ría de Vigo en llamas permitía «leer un libro como si fuese de día». La batalla de Rande se saldaría con más de dos mil muertos del bando hispanofrancés y otros ochocientos de la escuadra anglo-holandesa. Y, con ellos, la pérdida de la mejor escuadra de guerra del Rey Sol, Luis XIV y de la flota de Indias española al completo. Una vez ganada la batalla, los atacantes saquearon Redondela y la isla de San Simón. Vigo quedó a salvo protegida por su muralla y defensas. El día 30 de octubre George Rooke ordena partir a su armada, que abandona la ría de Vigo, aunque deja una guarnición de 27 buques de guerra junto a los apresados al mando del almirante Shovel. Habida cuenta de que los galeones se encuentran todavía hundidos en Rande, existe una polémica histórica acerca de si esos galeones esconden un tesoro, lo que es tachado de mito por muchos expertos, que aducen que la documentación de la época recoge la salida hacia Madrid de los tesoros, que se habrían logrado descargar antes de la batalla; así Xose Ramón Barreiro, Presidente de la Real Academia Galega, catedrático de Historia Contemporánea de Galicia en la Universidad de Santiago, y experto en el tema, nos dice: Hay un tejido de leyendas oscuras sobre este tema. Desde mi punto de vista, el mito sobre el tesoro es precioso pero las investigaciones al respecto nos llevan fracaso de esta teoría. El príncipe de Barbanzón, capitán general de Galicia por aquel entonces, dirigió una expedición en la que mil carros de bueyes -venidos desde Pontevedra- partieron hacia Madrid. Incluso en el acta del Cabildo de Lugo, puede comprobarse cómo se asignó una cantidad de dinero para acoger estos carros en Lugo. Seguramente, la plata viajaría en los bueyes. Quienes hoy paseen por Londres verán que de la céntrica Regent Street, junto a Picadilly Circus, una de las más comerciales y concurridas de la ciudad, sale una calle lateral, estrecha, que lleva por nombre Vigo Street. Este verano, tuve la suerte de encontrármela así, sin querer, y en ese momento supe que a Vigo, y también a Lima, les debía un post.
Monedas de VIGO: Con el busto de la reina Anna, se acuñaron en 1703 en oro, monedas de 5, 1 y ½ Guineas, y en plata, de ½ Corona, de 1 Chelín (también en 1702) y de 6 Peniques. Esta última es la que tengo, y os presento.
La expedición de ANSON. George Anson, marino inglés, entró en la Royal Navy en 1712 y ascendió rápidamente, siendo nombrado teniente en 1716, comandante en 1722, capitán en 1724. En este puesto sirvió dos veces en la estación de América del Norte como capitán del Scarborough (1724 a 1730) y del Squirre (de 1733 a 1735). En 1737 obtuvo el mando del barco de línea Centurion, de 60 cañones. En 1740, en vísperas de la Guerra de Sucesión Austríaca (1740-48), se convirtió en comandante (con el rango de comodoro) de una expedición de la Royal Navy que tenía por misión atacar, desorganizar o capturar las posesiones de España en las costas del Pacífico en América del Sur en 1740, en el marco de la llamada Guerra del Asiento*. Ahí se inicia un periplo de casi cuatro años que le llevó a circunnavegar el globo y a adquirir fama y riquezas para el resto de su vida.
La expedición no pudo llevarse a cabo según el ambicioso plan original. El escuadrón de Anson tuvo que zarpar más tarde de lo previsto y se componía de cinco barcos de guerra — Centurion (barco insignia), Gloucester, Severn, Pearl y Wager— un barco de apoyo —Tryal— más dos cargueros de apoyo —Anna e Industry— que tras aprovisionarlos en medio del Atlántico regresaron. El retraso acabaría por desbaratar la misión, al menos en la forma en que se había planeado originalmente. La tardanza de la temporada le obligó a rodear el cabo de Hornos con un tiempo muy tormentoso; además, los instrumentos de navegación de la época no permitían las observaciones exactas, por lo que no lograron saber en qué posición exacta se encontraban. El Pearl y el Severn fueron incapaces de doblar el cabo de Hornos y regresaron a Inglaterra. A su vez, el Wager naufragó poco después frente a las costas de Chile, y sólo cuatro tripulantes, entre ellos John Byron, lograron llegar a las posesiones españolas. Las enfermedades también hicieron mella en la tripulación restante, que en junio de 1741 se había reducido a 335 supervivientes de los 961 hombres iniciales, fecha en la que los tres barcos supervivientes arribaron al archipiélago de Juan Fernández. Aprovechando la falta de navíos españoles en la zona, los británicos saquearon el puerto peruano de Paita, al norte de Lima, el más importante del virreinato en aquel momento, entre el 13 y el 15 de noviembre de 1741. La disminución constante de sus tripulación por el escorbuto hizo que Anson abandonara las naves Gloucester y Tryal y concentrara a todos los supervivientes en el buque insignia Centurion, que zarpó en dirección a Asia ese mismo mes con la intención de interceptar el galeón de Manila, buque español encargado de llevar las ganancias del comercio con China desde las Filipinas a México. Al llegar al mar de China Meridional el navío tuvo que sortear los barcos de guerra chinos durante un año, pues éstos consideraban a Anson y su tripulación como simples piratas. Tras enormes dificultades, la tripulación consiguió por fin capturar el galeón Nuestra Señora de Covadonga junto al cabo Espíritu Santo el 20 de junio de 1743 y se hicieron con 1.313.843 reales de a ocho que transportaba. La mercancía adicional capturada fue revendida en Macao, incrementando aún más las ganancias. A continuación, Anson puso rumbo a Inglaterra a través del Cabo de Buena Esperanza, que bordeó el 15 de junio de 1744. Gracias al dinero robado a los españoles, Anson viviría en la riqueza durante el resto de su vida: le correspondieron tres octavos del botín a distribuir del Covadonga que según una estimación llegaron a £ 91 000 en comparación con los £ 719 que hubiera ganado como capitán durante el tiempo que duró el viaje. Es impensable, por tanto, que el resto de lo requisado y robado diera para la acuñación de las monedas de oro y de plata, de las que hablaremos, durante los años 1745 y 1746. De nuevo, como en el caso anterior, se debe más al deseo de engrandecer el poderío naval y militar de Gran Bretaña y a humillar al enemigo vencido. El capellán de Anson, Richard Walter, describió la circunnavegación en su libro A Voyage Round the World, que se publicó en 1748 y fue leído y admirado, entre otros, por el filósofo escocés Thomas Carlyle, que lo describió en su History of Friedrich II como «un verdadero poema en su género”. Posteriormente, fue miembro del Parlamento por Hedon de 1744 a 1747. En ese año, Anson dirigió la flota que derrotó a los franceses al mando del almirante Jacques-Pierre de Taffanel de la Jonquière en la batalla del Cabo Finisterre, capturando cuatro navíos de línea, dos fragatas y siete buques mercantes. En consecuencia, Anson se hizo muy popular, y fue ascendido a vicealmirante y elevado a la nobleza como Barón de Anson de Soberton. Posteriormente pasó a ser Primer Lord del Almirantazgo de junio de 1751 a noviembre de 1756, y de nuevo desde junio de 1757 hasta su muerte. Entre las reformas que promovió destacan la transferencia de los infantes de marina del Ejército a la autoridad de la Armada, los uniformes para los oficiales, la elaboración de una forma eficaz de jubilación, una media paga que recibían los capitanes y almirantes retirados y una revisión de los artículos de guerra (Articles of War) aprobada por el Parlamento, lo que aumentó la disciplina en toda la Marina.
*La guerra del Asiento, conocida también como Guerra de la Oreja de Jenkins (marino inglés al que se le cortó una oreja y, desorejado, se le mandó de regreso a Gran Bretaña, causa inicial del conflicto, según cuentan), fue una contienda bélica que duró de 1739 a 1748, en la que se enfrentaron las flotas y tropas del Reino de Gran Bretaña y del Reino de España principalmente en el área del Caribe. Por el volumen de los medios utilizados por ambas partes, por la enormidad del escenario geográfico en el que se desarrolló y por la magnitud de los planes estratégicos de España e Inglaterra, la guerra del Asiento puede considerarse como una verdadera guerra moderna. A partir de 1742 la contienda se transformó en un conflicto más de la guerra de Sucesión Austriaca, cuyo resultado en el teatro americano finalizaría con la derrota inglesa y el retorno al statu quo previo a la guerra. La acción más significativa de la guerra fue el Sitio de Cartagena de Indias de 1741, en el que fue derrotada una flota británica de 186 naves y casi 27 000 hombres a manos de una guarnición española compuesta por unos 3500 hombres y seis navíos de línea, a cuyo mando estaba el marino español Blas de Lezo. Durante la contienda, dada la enorme superioridad numérica y de medios que utilizó Gran Bretaña contra España, resultó decisiva la extraordinaria eficacia de los servicios de inteligencia españoles, que consiguieron infiltrar agentes en la Corte londinense y en el cuartel general del almirante Vernon, además del valor de los españoles y la audacia de Lezo. Por cierto, hablando de humillaciones del enemigo, Vernon mandó correos a la metrópoli informando de su victoria antes de conseguirla (también de esta “victoria” se acuñarían varias medallas con un Blas de Lezo arrodillado ante Vernon, como sabe nuestro compañero de foro Blas de Lezo). Un incómodo silencio se instaló en la Corte británica cuando se enteraron de la derrota.
Las monedas de LIMA: Con el busto de George II se acuñaron en oro monedas de 5, 1 y ½ Guineas, y en plata, de 1 y ½ Corona, de 1 Chelín y de 6 Peniques, durante los años 1745 y 1746. Aquí os presento las de 6 peniques y 1 Chelín primero y, después, de ½ Corona.
Un saludo, compañeros; espero que os haya gustado. El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas. Bertrand Russell. |
| | | mail TRIBVNO
Cantidad de envíos : 3272 Edad : 47 Localización : Castilla y Leon • Actividad : 3062 Fecha de inscripción : 02/01/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Mar Nov 28, 2017 10:25 pm | |
| Gran relato compañero da gusto leer historia Saludos |
| | | Dracma76 PRAEFECTVS PRAETORIO
Cantidad de envíos : 4793 Edad : 49 Localización : Egara • Actividad : 5324 Fecha de inscripción : 30/07/2009
| | | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Miér Nov 29, 2017 8:15 am | |
| Gracias, caramanchada, mail y Dracma76, me alegro de que relato y monedas os hayan gustado. Un saludo. |
| | | numismatico2013 MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 13235 Edad : 41 Localización : Argentina • Actividad : 12351 Fecha de inscripción : 03/06/2013
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Miér Nov 29, 2017 10:24 am | |
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| | | Lilo07 MILES GREGARIVS
Cantidad de envíos : 97 Edad : 38 Localización : Andorra • Actividad : 48 Fecha de inscripción : 16/09/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Miér Nov 29, 2017 4:30 pm | |
| Da gusto leer una exposición asi. Empaparse de historia a través de las monedas!!! Esperando ya la siguiente! |
| | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Miér Nov 29, 2017 6:03 pm | |
| Gracias, numismatico2013 y Lilo07, agradezco vuestras palabras y celebro que la exposición os haya gustado. Un saludo. |
| | | Benyusuf MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 41683 Edad : 58 Localización : مجريط • Actividad : 46971 Fecha de inscripción : 17/10/2011
| | | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Jue Nov 30, 2017 6:57 pm | |
| Gracias, Benyusuf, celebro que el post te haya gustado. Un saludo. |
| | | JUAN ANTONIO R. OPTIO
Cantidad de envíos : 892 Edad : 47 Localización : Molina de Segura • Actividad : 688 Fecha de inscripción : 04/05/2015
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Jue Nov 30, 2017 7:36 pm | |
| Gran exposición. Así, dan ganas de tener esas monedas. |
| | | Lanzarote MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 17622 • Actividad : 11880 Fecha de inscripción : 06/11/2012
| | | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Jue Nov 30, 2017 10:15 pm | |
| Gracias, JUAN ANTONIO R. y Lanzarote, me halagáis con vuestros comentarios. Un saludo. |
| | | julula TRECENARII
Cantidad de envíos : 2544 Localización : Maresme Tropical • Actividad : 2929 Fecha de inscripción : 24/08/2011
| | | | Ajuntachapas MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 6909 Edad : 61 Localización : Un Jarrillero en Sestao??? • Actividad : 7970 Fecha de inscripción : 10/07/2016
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Sáb Dic 02, 2017 8:12 pm | |
| Fabulosa exposición de los acontecimientos, el compañero @txibis lo clava en su respuesta con respecto a las monedas. Son una gozada estas piezas que llevan tanta historia añadida. Un saludo. |
| | | Keko MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 8197 Edad : 11 • Actividad : 8250 Fecha de inscripción : 20/06/2013
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Sáb Dic 02, 2017 8:20 pm | |
| Excepcional post Felicidades Salud |
| | | Blas de Lezo MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 24540 Edad : 335 Localización : SURCANDO LA MAR OCEANA • Actividad : 20583 Fecha de inscripción : 20/10/2014
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Sáb Dic 02, 2017 10:17 pm | |
| Por diversos motivos hasta hoy me había perdido este post, una gozada el leerla y saborear la historia, muchas gracias por ello compañero¡¡ «Fiat justitia et pereat mundus» |
| | | Gobierno Provisional MIEMBRO HONORÍFICO
Cantidad de envíos : 10267 Edad : 71 Localización : Madrid • Actividad : 11768 Fecha de inscripción : 19/02/2017
| Tema: Re: DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS Dom Dic 03, 2017 1:20 pm | |
| Gracias, amigos, celebro que la exposición os haya gustado. Un saludo. |
| | | | DOS MONEDAS PARA DOS BATALLAS | |
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