Todos los estudiosos de la época coinciden en que si había una herramienta de control de la plebe era sin duda alguna dos elementos de ocio: la primera, la celebración de banquetes para el pueblo, la otra los espectáculos gratuitos, bien en la arena del anfiteatro con la lucha de gladiadores o las carreras de cuadrigas en el circo, como la representación de obras en el teatro.
Todo ello conformaba el ocio romano, una necesidad que evadía a la plebe de los verdaderos problemas sociales y que servía al emperador como arma propagandística y de control de las insurrecciones populares. Un romano, fuera el más pobre como el más rico disponía de un lugar en las gradas del circo y por un momento esas diferencias económicas o sociales quedaban relegadas a un segundo lugar, porque frente a un espectáculo de esa magnitud todos formaban un único bloque.
No había romano ilustre que no hubiera celebrado un espectáculo a coste propio de mayor envergadura que el anterior, porque de eso se trataba. Los juegos significaban poder y la estimación temporal de la plebe, muy útil cuando ésta decidía en el senado, y muy importante cuando de ello dependía el status social. No importaba el coste, porque ese era un control absoluto de la masa.
El Circo Romano es el lugar destinado a carreras, pero en algunas ocasiones también se realizaron conmemoraciones de acontecimientos del Imperio. Es un edificio alargado con remates semicirculares.
El circo romano tiene relación con los estadios griegos, pero era mucho más grande. En la arena había una espina, una división en sentido longitudinal que marcaba la línea donde tenían que dar la vuelta los caballos. En esta espina se solían colocar columnas, estatuas, etc.
El Gran Circo; según la perspectiva del circo: En el frente una columnata que llevaba varias arquerías (el número de arcos varía entre 8 y 15); en segundo término, arco con una cuadriga arriba y un templo tetrástilo rematado por el Dios radiado del Sol; en el interior del circo, el gran obelisco erigido por Augusto y, a los lados, grupos de tres obeliscos; a la izq. del gran obelisco, caballero y, a la dcha. barrera para servir de fin a la carrera.
El Circo Máximo es de época imperial con distintas remodelaciones de varios emperadores. Se estuvo utilizando hasta época bárbara. Se encuentra en la ciudad de Roma. En la espina tenía dos obeliscos, que hoy se encuentran uno en la Plaza del Pópolo y el otro en San Juan de Letrán.
El primer circo, con grada de madera, parece haber sido construido bajo Tarquino El Anciano (616 - 578 a.C.). Según la leyenda, se encuentra en el lugar que se efectuaron los primeros juegos dados por Rómulo antes del rapto de las Sabinas. Este circo gigantesco que medía de 600 metros de longitud sobre 180 metros de anchura, podía acoger más de 300.000 espectadores.
Trajano hizo una restauración completa de Circus Maximus hacia el año 103 d.C.
Conmemorativo de la ampliación del circo Máximo. Se representa los añadidos del lado occidental entre el Aventino y Palatino. Sestercio de Trajano. 103-111 d.C.
Representación de una carrera de cuadrigas en el Circo Máximus. Contorniato de Trajano. Roma 98-117 d.C.
Se muestra el amplio repertorio de los juegos y eventos que se desarrollaban en el Circo. Medallón AE de Gordiano III. Roma 238-244 d.C.
Contorniato de carrera de cuádrigas en el circo máximo. Roma 360-¬425 d.C.
Genio del Circo reclinado, sosteniendo rueda y aferrado a una de las metae. Mención al aniversario de la fundación de Roma en el año 874 (121 d.C.) en el que le fueron concedidos al pueblo unos juegos circenses. Quizás fecha de institución de las carreras de carros (Primum Circenses Constituit). Sestercio de Hadriano. Roma 21 abril 121 d.C.