La construcción de este anfiteatro se inició bajo Vespasiano en el año 77 d.C. Contaba entonces de tres pisos. Tito le hizo añadir dos suplementarios. Los trabajos se acabaron hacia el año 80 d.C. Mide 50 m de altura, 524 m de periferia, cuenta 80 hileras de gradería y podía acoger a 50.000 espectadores. Es llamado Coliseo debido a la estatua hoy desaparecida, que representaba al Coloso de Néron.
En el año 217 a.C., durante el reinado del usurpador Macrino, el Coliseo fue alcanzado por un rayo y dañado tan severamente que no pudo seguirse utilizando. El hecho fue interpretado por los romanos como un mal augurio para este emperador, que había accedido recientemente al trono tras el asesinato de su predecesor, Caracalla. La profecía se cumplió pronto, pues Macrino fue asesinado tras haber reinado tan sólo 14 meses. La dinastía de su predecesor volvió al poder con Heliogábalo, en cuyo breve y conflictivo reinado no pudo completarse la restauración del anfiteatro. La misma fue terminada en el, más pacífico, reinado de Alejandro Severo (222 – 233 d.C.) y explotada para fines propagandísticos. Una serie de monedas de diferentes denominaciones fue acuñada para conmemorar el evento.
Es un edificio típicamente romano destinado al espectáculo público de la lucha, frecuentemente a muerte, de gladiadores entre sí, fieras entre sí y fieras contra gladiadores.
El anfiteatro consta de un espacio central abierto –la arena- de forma elíptica donde se realizaban los combates. El podio o muro que rodea la arena con dos puertas situadas en los extremos opuestos.
La cávea o gradería donde se sentaban los espectadores; estaba dividida según la categoría social de los espectadores. Los accesos y escaleras que daban paso a las gradas llamadas vomitorios.
Las fosas: salas y dependencias subterráneas, situadas bajo la arena.
En la actualidad, por extensión, se llama anfiteatro a la sala –teatro, aula, auditorio- cuyos asientos se encuentran dispuestos en forma semicircular.Anfiteatro Flavio, en vista desde el exterior y parte del interior, con pasillos, arco, filas de espectadores y las estatuas de las arquerías sin representar la “meta sudans” ni la “domus aurea” neroniana que figuran habitualmente con este tipo. A la izq. obelisco y a la dcha. domus. Sestercio de Tito. Roma 80 d.C.
Acuñado con motivo de las obras de reconstrucción del Anfiteatro.
El edificio es representado en gran detalle: tiene cuatro pisos, los tres primeros con arcadas que contienen una estatua cada una. El cuarto tiene sólo ventanas y de él se elevan los mástiles o soportes que servía para extender los toldos con que se protegía a los espectadores del fuerte sol de la ciudad, especialmente en verano. A la izquierda se reconoce, además, un altar con una estatua, y a la derecha una columna, que representa probablemente una sección de un edificio, quizás el templo de Júpiter Víctor. Áureo de Alejandro Severo. Roma 223 d.C.
Coliseo Romano. Se aprecia la lucha entre un toro y un elefante dentro del Coliseum. Medallón AE Gordiano III. Roma 244 d.C.