Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Cuando era niño recuerdo algunos cuentos que empezaban por esta frase "En la antigua Persia....." y que a mi me conducían a mundos fantásticos. Al ir creciendo fue profundizando más en el conocimiento de esa Persia que imaginaba mi mente infantil y no me defraudó. Hoy quiero hacer este post sobre Persia a través de cinco monedas persas de mi colección:
El imperio aqueménidaEl Imperio aqueménida o Imperio persa, es el nombre dado al primer y más extenso imperio de los persas, el cual se extendió por los territorios de los actuales estados de Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Chipre, Siria, Líbano, Israel, Palestina, Grecia y Egipto. Su expansión territorial comenzó, durante el reinado de Ciro II (559-530 a. C.), con la anexión del reino medo, y alcanzó su máximo apogeo en el año 500 a. C., cuando llegó a abarcar parte de los territorios de los actuales estados de Libia, Grecia, Bulgaria y Pakistán, así como ciertas áreas del Cáucaso, Sudán y Asia Central. Las grandes conquistas hicieron de él el imperio más grande en extensión hasta entonces.1 Su existencia concluyó en 330 a. C. cuando el último de los reyes aqueménidas, Darío III, fue vencido por Alejandro Magno.
El Imperio debe su nombre a la dinastía que lo gobernó durante unos dos siglos, los aqueménidas, fundada por un personaje semilegendario, Aquemenes. En la historia de Occidente, el Imperio aqueménida es conocido sobre todo por su condición de rival de los antiguos griegos, especialmente en dos períodos, las Guerras Médicas y las campañas del macedonio Alejandro Magno.
https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_aquem%C3%A9nidaEl imperio partoTras la muerte de Alejandro, en la Partición de Babilonia del año 323 a. C., Partia se convirtió en una región seléucida con Nicanor. Fratafernes, el anterior gobernador, se convirtió en gobernador de Hircania. En 320 a. C., en la Pacto de Triparadiso, Partia fue reasignada a Filipo, anterior gobernador de Sogdiana. Unos pocos años más tarde, la provincia fue invadida por Peitón, gobernador de Media Mayor, quien entonces intentó hacer gobernador a su hermano Eudamo. Peitón y Eudamo fueron rechazados, y Partia permaneció una región por derecho propio.
En 316 a. C., Estasander, un vasallo de Seleuco I Nicátor y gobernador de Bactria y al parecer también de Aria y Margiana, fue nombrado gobernador de Partia. Durante los siguientes sesenta años, varios seléucidas serían nombrados gobernadores de la provincia. En 247 a. C., después de la muerte de Antíoco II Theos, Ptolomeo III tomó el control de la capital seléucida en Antioquía, y «de esa manera dejó el futuro de la dinastía seléucida por un momento en cuestión». Aprovechando la incertidumbre de la situación política, Andrágoras, el gobernador seléucida de Partia, proclamó su independencia y comenzó a acuñar sus propias monedas.
«Un hombre llamado Arsaces, de origen escita o bactriano, fue elegido líder de los Parni»,unos pueblos iranios orientales del valle del río Tajen/Tajend, al sureste del Mar Caspio. Tras la secesión de Partia respecto al Imperio seléucida y la resultante pérdida del apoyo militar seléucida, Andrágoras tuvo dificultad en mantener sus fronteras, y alrededor del año 238 a. C. - bajo el mando de «Arsaces y su hermano Tirídates» - los Parni invadieron Partia y tomaron el control de Astabene (Astawa), la región septentrional de aquel territorio, la capital administrativa de la que era Kabuchan (Kuchan en la vulgata).
Desde 250 a. C. a 238 a. C. los partos conquistaron, bajo su rey Arsaces, las regiones persas del imperio de los seléucidas y renovaron de esta manera el Imperio persa.
Un poco después de que los parni tomaran el resto de Partia a Andrágoras, matándole en el proceso. Aunque una inicial expedición punitiva de los seléucidas con Seleuco II no tuvo éxito, los seléucidas bajo Antíoco III el Grande recuperaron el territorio controlado por los arsácidas en 209 a. C. del sucesor de Arsaces (o Tiridates), Arsaces II. Arsaces II pidió la paz y aceptó un estatus de vasallo, y no fue hasta el nieto de Arsaces II (o su sobrino-nieto) Fraates I, que los arsácidas/Parni comenzarían de nuevo a afirmar su independencia.
Desde su base en Partia, los dinastas arsácidas con el tiempo extendieron su dominio para incluir la mayor parte del Gran Irán. Incluso cuando los arsácidas sólo esporádicamente tuvieron su capital en Partia, la base de su poder estaba allí, entre las familias feudales partas, de cuyo apoyo militar y financiero dependían los arsácidas. A cambio de su apoyo, estas familias recibieron amplias concesiones de tierra en los territorios primeramente conquistadas adyacentes a Partia, que la nobleza parta entonces gobernó como gobernadores provinciales. Las más grandes de estas ciudades-estado fueron Kuchan, Semnán, Gorgan, Merv, Zabol y Yazd.
En el año 141 a. C., con Mitrídates I como rey, los partos añadieron Mesopotamia a su imperio. Éste fue el primero en ostentar el título «Sháh an Sháh» (Rey de reyes). Con Mitrídates II (124/123–88/87 a. C.) se abre en el año 115 a. C. la ruta de la seda, recibiendo una delegación del emperador chino Liu Che, el Guerrero (Wu Di). Desde alrededor del año 105 a. C. en adelante, el poder y la influencia del puñado de familias nobles partas era tal que frecuentemente se opusieron al monarca, y con el tiempo llegarían a ser un «factor decisivo en la caída» de la dinastía.
Desde el año 130 a. C. en adelante, Partia sufrió numerosas incursiones por varias tribus nómadas, incluyendo a los sakas, los yeuchi y los masagetas. Cada vez, los dinastas arsácidas respondieron personalmente, haciéndolo incluso cuando había amenazas más severas de los seléucidas o de los romanos amenazándolos en las fronteras occidentales de su imperio, como ocurrió con Mitrídates I). Defender al imperio de los nómadas le costó sus vidas a Fraates II y Artabano I.
Poco después de su primer encuentro con los romanos, el Imperio parto se convierte en rival de Roma para conseguir la hegemonía al este del Mediterráneo. Una infinidad de confrontaciones militares caracterizó desde entonces la relación entre los dos estados. Una de las derrotas romanas más sonadas es seguramente la batalla de Carrhae del año 53 a. C., donde 20.000 soldados romanos perdieron su vida y 10.000 quedaron cautivos de los partos. La causa de esta batalla había sido la ruptura del tratado del año 69 a. C. que reconocía al Éufrates como frontera entre ambas potencias, por parte de Marco Licinio Craso, gobernador romano de la provincia de Siria.
Alrededor del año 32 a. C., la guerra civil estalló entre un tal Tirídates que se rebeló contra Fraates IV, probablemente con el apoyo de la nobleza que Fraates había perseguido previamente. La revuelta fue inicialmente exitosa, pero fracasó en el año 25 a.C. En el año 20 a. C., bajo Augusto, el Imperio romano y el Parto reconocieron de nuevo el Éufrates con la ciudad Dura Europos como frontera. En el año 9/8 a. C.|, la nobleza parta consiguió poner el rey que prefería en el trono, pero Vonones demostró ser demasiado estricto controlando el presupuesto, así que fue usurpado por Artabano I, quien parece haber sido un noble parto no arsácida. Pero cuando Artabano intentó consolidar su posición, fracasó al hacerlo en las regiones donde los gobernantes provinciales partos prevalecieron.
Hubo nuevos conflictos bélicos con el Imperio romano bajo el mandato de Nerón (54–68 d. C.). Trajano consiguió victorias importantes sobre los partos, por lo que recibió el sobrenombre de «Párthico», aunque no consiguió la sumisión completa del territorio. Con Adriano siguió una época de paz relativa aunque ya bajo Marco Aurelio volvieron a producirse enfrentamientos y los partos recuperaron los territorios perdidos.
A menudo en las guerras con los partos se demuestra el mismo esquema: tras una ofensiva sorprendente que a menudo conseguía llegar hasta Siria o Armenia, sigue un contraataque romano con tropas de refuerzo. Éstas a menudo eran exitosas y conseguían reconquistar Armenia y Mesopotamia. La capital parta, Ctesifonte, también cayó repetidas veces. Sin embargo, los romanos nunca consiguieron consolidar sus conquistas y tras su retirada se restablecía la situación inicial. A la vista de las numerosas guerras, la fronteras del Éufrates se demostraron sorprendentemente estables.
El poder militar de los partos residía sobre todo en su caballería con arqueros y su caballería pesada, los Katafraktoi o catafractos y los Klibanoforoi.
Para el siglo II d. C., las guerras con Roma y con los nómadas, y las luchas internas entre la nobleza parta había debilitado a los arsácidas hasta el punto de que ya no podían defender sus territorios sometidos. El imperio se dividió conforme los vasallos comenzaron a reclamar su independencia o eran sometidos por otros. En el año 200 empezó un levantamiento en Persia bajo Ardacher I, miembro de la dinastía sasánida. Los arsácidas finalmente fueron derrocados por los sasánidas persas, que anteriormente eran un vasallo menor del suroeste de Irán. Ardacher mató en abril de 224 al último rey parto Artabán IV. Ardacher fue coronado rey y fundó la dinastía de los sasánidas.
Bajo el gobierno sasánida, Partia fue incorporada a la provincia recientemente formada, Jorasán y por lo tanto dejó de existir como una entidad política. Parte de la nobleza parta siguió resistiéndose al dominio sasánida durante algún tiempo, pero la mayor parte cambiaron su alianza con los persas muy pronto. Varias familias que reclamaban descender de las familias nobles partas se convirtieron en una institución sasánida llamada las «Siete dinastías», cinco de las cuales son «con toda probabilidad» no partas, pero se inventaron genealogías «para enfatizar la antigüedad de sus familias».
https://es.wikipedia.org/wiki/PartiaEl imperio sasánida El Imperio sasánida (en persa medio: Eranshahr.svg, Erānšahr o Iranšæhr; "Dominios de los iranios" en español es el nombre que recibe el segundo Imperio persa durante su cuarta dinastía irania (226-651). La dinastía sasánida fue fundada por Ardacher I tras derrocar al último rey arsácida, Artabán IV de Partia, y terminó cuando el último Shahanshah (Rey de reyes) sasánida Yazdgerd III (632-651) perdió una prolongada guerra de 14 años contra el primero de los califatos islámicos. El territorio del Imperio persa sasánida comprendía los actuales países de Irán, Irak, Armenia, Afganistán y partes del este de Turquía y Siria, además de parte de Pakistán, el Cáucaso, Asia Central y Arabia. Además, durante el gobierno de Cosroes II (590-628), se anexionaron al imperio los territorios de los actuales Egipto, Israel, Jordania, Líbano y los Territorios Palestinos, llegando a ejercer un "protectorado" sobre territorios actualmente correspondientes a Omán y Yemen.
El periodo sasánida, que comprende todo el periodo final de la antigüedad clásica e incluso la sobrevive unos siglos, se considera uno de los periodos históricos más importantes e influyentes de la historia de Irán. En muchos aspectos, el periodo sasánida alcanzó los mayores logros de la cultura persa, y constituyó el último gran imperio iranio antes de la conquista islámica de Persia y la adopción del islam como religión en todo el territorio. La Persia sasánida fue rival de la civilización romana3 por el control de Oriente Próximo y Mesopotamia. Su influencia cultural se extendió mucho más allá de los territorios fronterizos de ambos imperios, llegando hasta la Europa occidental, África, China e India, y jugó un papel fundamental en la formación del arte medieval europeo y asiático. Esta influencia llegó a través del mundo islámico que adoptó muchos aspectos de su arte y protocolo. La cultura aristocrática y exclusiva de la dinastía sasánida transformó la conquista islámica de Irán en un ‘renacimiento’ persa. Gran parte de lo que posteriormente sería conocido como ‘cultura islámica’ (arquitectura, escritura y otras habilidades) fueron adopciones del amplio mundo islámico a partir de los modelos persas sasánidas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_sas%C3%A1nidaTabaristán Los mazandaraníes nunca se comprometieron con Kopad y éste abandonó pronto la región, pero colocó en el trono a Zarmehr en el año 537. Como era nativo de la región, se hizo popular. Zarmehr trazó su genealogía hasta Kaveh, el legendario Herrero. Durante el reinado de los Zarmehrianos mucha gente gradualmente se convirtió al zoroastrismo y el idioma de los mazandaraníes se vio en cierto modo alterado.
Cuando cayó el imperio sasánida, Yezdgerd III escapó a Tabaristán para usar la bravura y resistencia de los mazanderanis para rechazar a los árabes. Por orden suya, Adar Velash (el último rey zarmehriano) cedió el dominio a Ispahbod Gil Jamaspi en 645, mientras que el Guilán sur y oeste y otras partes del dominio de Guil se unieron bajo el nombre de Tabaristán. Entonces eligió Amol como capital del Tabaristán Unido en 647. La dinastía de Gil fue conocida como Gavbareh en Guilán, y como los Dabuyanos en Tabaristán oriental. Farrukhan el Grande (el cuarto rey de los dabuyanos), que fue coronado después de Khorshid I, expandió Tabaristán a las partes orientales de lo que hoy es Turkmenistán y rechazó a los turcos alrededor del año 725.
Mientras los dabuyanos estuvieron en las regiones llanas, los sokhrayanos gobernaban las montañas. Venday Hormuzd gobernó la región alrededor de 50 años hasta 1034. Después de 1125 (el año en que Maziar fue asesinado mediante un subterfugio) se logró un incremento en las conversiones al islam, no por los califas árabes sino por los embajadores del imán. Los mazandaranios y los guilak fueron uno de los primeros grupos de iranios que se convirtieron directamente al chiismo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Tabarist%C3%A1nIlkanato mongol persaEl fundador de la dinastía de los Ilkanes fue Hulagu Kan, nieto de Gengis Kan y hermano tanto del entonces Gran Kan Möngke así como de Kublai Kan, que le sucedería. Partiendo desde Baiju en el año 1255 o 1256, estaba encargado de sojuzgar a los reinos musulmanes del oeste «hasta las fronteras de Egipto». Su expedición fue, sin embargo, detenida en Palestina debido a la muerte del kan Möngke, tras lo cual los mongoles se retiraron, sufriendo una dura derrota en la batalla de Ain Yalut. Tras el ascenso de su hermano Kublai, Hulagu volvió, y la sucesión continuó de allí en adelante a través de su familia —el verdadero comienzo de la dinastía de los Il-Janes, un término que significa «kan subordinado» y se refiere a su deferencia a Kublai como soberano supremo—.
Los descendientes de Hulagu gobernaron Persia durante los siguientes ochenta años, convirtiéndose al islam. (Ghazan fue el primer kan en hacerlo). Los Ilkanes continuaron oponiéndose a los mamelucos, los cuales habían derrotado a los anteriores invasores mongoles y a los cruzados, pero no consiguieron ganar ni un palmo de su terreno, siendo forzados a abandonar sus objetivos en Siria y el reino armenio en Cilicia. La hostilidad de los otros kanatos al norte y al oeste impidió una expansión del Ilkanato hacia el oeste: el kanato de Chagatai en Mogulistán y la Horda Azul de Batu amenazaron al Ilkanato en el Cáucaso y la Transoxiana. Incluso bajo el mandato de Hulagu el Ilkanato estuvo enzarzado en una guerra abierta en el Cáucaso con los mongoles de las estepas rusas. Tras la muerte de Abu Sa'id en el año 1335, el kanato comenzó a desintegrarse rápidamente, disolviéndose en una serie de Estados rivales. El último de los pretendidos il-janes fue asesinado en el año 1353.
En el período tras el gobierno de Hulagu (que era animista como era tradicional entre los mongoles), sus sucesores empezaron a adoptar el budismo tibetano que fue la religión de los kanes entre Abaqa (1265-1282) y Baydu (1295). A pesar que muchos países cristianos se animaron al percibir una preferencia por el nestorianismo por parte de los gobernantes del Ilkanato, esta situación probablemente se debía a la tradicional imparcialidad mongola ante las religiones competidoras,12 y creó una brecha creciente entre los iljanes y la mayoría musulmana que gobernaban. Esto cambió cuando Ghazan, poco antes de destronar a Baydu, se convirtió al islam y promovió esta religión como oficial, en un claro intento de acercar al régimen a su pueblo. Los cristianos y judíos perdieron su estatus de igualdad con los musulmanes y tuvieron que pagar nuevamente el impuesto de capitación. Por otro lado, los budistas tuvieron que enfrentar la difícil decisión de convertirse al islam o ser desterrados.
La conversión del iljanato al islam apenas tuvo efectos sobre su hostilidad hacia otros reinos musulmanes y Ghazan siguió disputando el control del Levante mediterráneo a los mamelucos mediante la guerra, imponiéndose durante unos meses tras la batalla de Emesa de 1299, única victoria iljaní sobre los sultanes de Egipto. La política islámica de Ghazan continuó bajo su hermano Ölŷeitü, quien durante varios años promovió como religión oficial el chiismo duodecimano por influencia de los ulemas Allāmat al-Ḥilli y Mayṯam al-Baḥrāni. Ölŷeitü logró conquistar la región de Guilán, costera del mar Caspio, y erigió su magnífico mausoleo de Soltanié, que se conserva como el mejor monumento del iljanato de Persia.
https://es.wikipedia.org/wiki/IlkanatoEspero que os haya gustado.
Un saludo