El reverso es antológico. Irradia luminosidad, atemporalidad, grandiosidad. Tiene un magnetismo especial. Existe otro billete con un reverso muy similar: el 100 dracmas de 1922. Otro billete magnífico. Sin embargo, personalmente, me tiene cautivado el "hipnótico" reverso del billete que protagoniza este post. Saludos.