Por fin llegó después de 3 semanas de espera, y es que lo bueno se hace esperar.
La moneda que os muestro son 8 reales acuñados en Potosí en el año 1653 bajo el reinado de Felipe IV, ensayador E (Antonio de Ergueta). La moneda en cuestión tiene un peso de 21.7 gramos y un diámetro de 37.5 mm. en su parte más estrecha y de 40.7 mm. en la más ancha.
Procede del naufragio del navío Jesús María de la Limpia Concepción también conocido como La Capitana. Viene acompañada de certificado de autenticidad con fotografía de la moneda, número de referencia y firma e identificación de quien expide el certificado.
Presenta la corrosión propia de las monedas provenientes de naufragios con la consiguiente pérdida de peso y corrosión marina que en mi opinión no resta belleza a la moneda.
Espero que os guste. Un saludo.
A continuación os pongo una líneas sacadas de
http://cinabrio.over-blog.es/article-el-naufragio-de-los-naufragios-galeon-jesus-maria-de-la-limpia-concepcion-se-va-a-pique-118320605.html para que conozcáis un poco más sobre la historia de este galeón. Aunque es seguro que por muchos ya es conocida puesto que en este foro se ha hablado en diversas ocasiones de él.
Espero que lo disfruteis.
Este naufragio de 1654, fue la mayor pérdida experimentada por la flota española de los mares del sur (Océano Pacífico), siendo el navío “Jesús María de la Limpia Concepción” el barco capitán, La Capitana.
Los registros oficiales informaron de la pérdida de 3 millones de pesos de plata (2212 lingotes, 216 cofres de monedas, y 22 cajas de plata labrada), aumentado la pérdida a un total de hasta 10 millones de pesos, al tomar en cuenta los envíos de contrabando y privados oficialmente no consignados.
Para comparación, debe tenerse en cuenta que toda la producción anual de plata en el Perú, en esa época, era de unos 6 o 7 millones de pesos de plata!
Obviamente, todo ese metal precioso oficialmente no consignado, sobrecargaba la embarcación. Técnicamente, La Capitana se hundió debido a un error del piloto, que condujo el barco hacia los arrecifes al sur de la península llamada Punta de Santa Elena, un accidente geográfico que el piloto pensó que había superado. Veinte personas murieron en el desastre.
Por ocho años, rescatistas españoles, recuperaron oficialmente más de 3 millones de pesos en monedas y lingotes de oro (probablemente fue recuperado mucho más, sin ser declarado ni consignado), dejando sólo una sección inferior inalcanzable, para que los buceadores de nuestro tiempo, intentaran rescatar.
Irónicamente, el rescatador principal de La Capitana, entre la década de 1650 y principios de la década de 1660, no fue otro que el segundo al mando, Bernardo de Campos, quién tuvo la culpa de que el barco estuviera sobrecargado con contrabando!
El pecio fue descubierto a mediados de la década de 1990 y rescatado (por completo, según algunos) en 1997.
Después de una repartición 50/50 con el gobierno ecuatoriano en 1998, los inversores colocan la mayor parte de su mitad, de las más de 5.000 monedas recuperadas, a la venta, en una subasta en 1999. Las monedas, casi exclusivamente de 8 y 4 Reales de Potosí, eran una mezcla armoniosa de acuñaciones del 1649/1652, monedas de transición de 1652, y monedas post-transicionales de pilares y olas de 1653 a 1654, muchas en excelentes condiciones y expertamente conservada.
Como nota interesante, consignamos que las mismas monedas recuperadas de La Capitana por los españoles en 1654, se perdieron de nuevo en el naufragio del Maravillas de 1656 y algunas de esas monedas rescatadas del Maravillas se perdieron de nuevo, en el naufragio del buque de salvamento Madama do Brasil en las afueras del Cayo Gorda Cay (Bahamas) en 1657.
Las calamidades del Reino de España, allí no acabaron: la historia registra la destrucción de otra flota del tesoro en 1657 por los merodeadores ingleses (recién lograda la victoria en la Bahía de Cádiz) frente a Santa Cruz, en la isla de Tenerife, en las Canarias.