Acción preferente de 500 pesetas de la compañía CIFESA (Compañía Industrial Film Español S.A.) fechada en 1943:
Con un diseño y motivos principales bastante comunes aunque en absoluto antiestéticos, vemos el emblema de la empresa (La antorcha de los éxitos) en la zona de los cupones de los que aún sobrevive alguno. Por lo demás, aparecen tres sellos estampados, nuevamente el de la empresa incompleto por el corte de la matriz, uno muy historiado en la esquina superior izquierda que parece reflejar un endoso pero que no se ha estampado bien y no soy capaz de interpretar del todo, y otro muy interesante fiel reflejo de los problemas financieros de la empresa en sus últimos años de existencia:
Estupenda también es la póliza fiscal que aparece arriba matasellada con un fechador en el mismo año 43:
Desprovisto de 31 de sus 42 cupones originales, mi pobre ejemplar aparece ahora bastante raquítico:
Hubo un tiempo en el que la productora CIFESA era el primer referente indiscutido del cine nacional. Aunque ha pasado a la Historia unida ya indisolublemente al régimen franquista, había empezado su actividad en 1934 produciendo tanto documentales (faceta que desarrolló ampliamente en toda su existencia) como películas de ficción con las que obtuvo sonados éxitos durante la República.
En esos comienzos, conocidos directores como Benito Perojo o Florián Rey realizaron para CIFESA versiones sonoras de algunos de sus éxitos del cine mudo...
Y dio no pocos pelotazos de taquilla explotando el género chico...
o más eficazmente todavía las historias costumbristas, bien en su vertiente de dramón gordo...
como en la más amable de la comedia ligera ...
Después de la guerra siguió con las mismas fórmulas: un poco de zarzuela, un bastante de españoleteo y un mucho de dramón de los de lagrimón gordo y moco tendido...
Aunque también produjo comedias al más puro estilo jolibudiense (espero haberlo escrito bien
)...
e incluso algunas versiones de textos teatrales con una innegable calidad literaria...
Con la intención de adular al régimen hasta extremos insospechados, trabajó la glorificación militofacistoide en lo que terminó siendo curiosamente también un filón pesetero, mira tu por donde
:
En el marco de esta faceta es donde encontramos una de sus películas más emblematicas, no por la calidad del producto sino por contar como guionista del mismo nada menos que al mismísimo Generalísimo bajo seudónimo:
Pero donde se puso las botas sobre todo fue en los casposos dramones pseudohistóricos donde los títulos parecen incontables, muchos de ellos grandes producciónes:
Quien no guarda como imborrable (aunque se intente
) recuerdo de su infancia a una histriónica Aurora Bautista por esas pantallas de Dios dando grandes voces al tiempo que, o bien se tiraba de los pelos por la muerte del cabeza loca de su marido...
o mientras arremetía a cañonazo limpio contra los joputas gabachos esos que le habían matado el marido (decididamente había que pensarselo dos veces para casarse con ella
):
Esta faceta, que marcó el cenit de la productora, también contribuyó a la larga a su caída.
Mientras el gusto del publico cambiaba y las autoridades escatimaban en las calificaciones al cine (el sistema de subvenciones de la época) y aflojaba la cuota de pantalla (que protegía al cine nacional contra el extranjero -yankee sobre todo- exigiendo que los cines exibieran un mínimo de producción nacional), los responsables de CIFESA insistían en sus desfasadas fórmulas inviertiendo en costosísimas superproducciones que luego resultaban un rotundo fracaso de público y taquilla.
Los mandamases de la empresa, Vicente y Luis Casanova (este último muy conocido por ser muchos años presidente del Valencia y dar nombre muchos años también al estadio que hoy más conveniente y acertadamente se llama de Mestalla) optaron por huir hacia delante emitiendo acciones para tapar deudas de vencimiento inmediato y manipulando y ocultando cifras millonarias en los balances mientras las acciones caían en picado.
Finalmente un grupo de accionista los denunció y tras el oportuno juicio fueron condenados en firme por estafa, malversación y falsedad en documento público. Las consecuencias penales fueron mínimas (no tuvieron ni que pisar la carcel por ejemplo) ya que eran gente importante (qué os voy a contar que no podais ver cualquier día en los telediarios); pero fueron separados de CIFESA cuando de todas formas ésta hacía aguas por todas partes.
Después de aquello CIFESA sobrevivió un tiempo como distribuidora pero terminó desapareciendo ya entrados los 60 para pasar entonces a formar parte ya de la historia del cine español, y de la de España en general.