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4.5.1. Las monedas del refugio de la Plaza Séneca
Es extraordinario el número y variedad de monedas encontradas en el propio suelo o pavimento de tierra apisonada del interior refugio, así como en amontonamientos de tierra encontrados en ciertos cubículos, y que pudieron ser fruto de una limpieza del mismo antes de su sellado definitivo.... Comenzando por la descripción de las más antiguas, tenemos un ejemplar de moneda de 5 céntimos emitidas por el Gobierno Provisional de 1870,....... Estas monedas acuñadas en Barcelona, como podemos ver, tuvieron un largo recorrido siendo desmonetizadas en 1941, cuando son sustituidas por las monedas de céntimos de aluminio, uno de cuyos ejemplares precisamente hemos encontrado, aunque en un contexto bien distinto. Otras piezas también con largo recorrido, son las monedas emitidas en el reinado de Alfonso XII, de 5 centimos y una segunda de 10 céntimos..... se trata de monedas de 5 y 10 céntimos acuñadas entre 1877 y 1879 para la de 5 céntimos, y en 1878 para la moneda de 10. Aunque contamos con un buen número de monedas de las que no hemos podido conocer ni valor ni procedencia, sí podemos decir que el mayor número de piezas son las emitidas por el Gobierno de la República precisamente durante los años de la Guerra Civil de cara a mitigar la escasez de moneda fraccionaria. Una de estas monedas acuñadas, fue la conocida por el color del latón con el que estaba hecha, como rubia, llamada también pesetas de Negrín, último Presidente de la República, y entonces Ministro de Hacienda. Parece que esta moneda tuvo que ser realizada en Castellón aunque con los troqueles, materiales y operarios de la Casa de la Moneda de Madrid, que en estos años de contienda convirtió su actividad en itinerante, trasladándose primero de Madrid a Castellón y más tarde a la localidad alicantina de Aspe conforme avanzaba el bando nacional.
También realizadas en Castellón, y en el año 1937, encontramos dos monedas de 50 céntimos hechas en cobre, moneda ésta a la que se le atribuyen distintas variantes..... Para completar el elenco de monedas republicanas acuñadas durante la Guerra civil,..... la moneda de 25 céntimos de cobre de 1938, única emisión monetaria que pudo salir de Aspe, aunque como ya señalamos, con maquinaria y operarios de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (García Gandía, 2010). Es reseñable, el hallazgo en el interior del refugio de una moneda de 25 céntimos del bando nacional, emitida en el año 1937 por la ceca de Viena.....también se ha encontrado una momeda China....
Ante el excepcional hecho de encontrarnos ante un buen número de monedas, no podemos pasar por alto la razón por la cual han sido halladas en el contexto en el que nos encontramos, haciendo una pequeña reflexión, más allá de la perdida debida al evidente hacinamiento de personas, o por la oscuridad reinante en el interior del refugio. El hallazgo también de objetos de cierto valor como medallas, tal vez indicaría que la población al huir de sus casas en busca de cobijo, saldría con las pertenencias de valor guardadas en ellas, suponemos que por miedo a no encontrar sus hogares en píe tras los bombardeos. Tampoco podemos olvidar un hecho generalizado para todo momento de crisis como lo fue la Guerra Civil Española, el acaparamiento de moneda por parte de la población, y en consecuencia la falta de moneda fraccionaria, unido a la galopante inflación que sufrió la economía republicana durante los años de contienda. Este fenómeno ha sido ya motivo de interesantes y concluyentes estudios, tanto a nivel nacional como para la provincia de Alicante. Desde luego estos problemas no fueron ni mucho menos ajenos a la capital, recogiéndose en un buen número de artículos de opinión, notas de prensa e incluso viñetas donde se señalaba a los comerciantes como principales culpables de la falta de moneda. Así, en distintos artículos del diario comunista Nuestra Bandera, no solo se da cuenta del problema, sino que también se enumeran con toda clase de detalles las incautaciones a comerciantes hechas por los inspectores de la Delegación de Hacienda, que podían ir desde las 3532 a las 121 pesetas. Estás quejas se acompañaban de viñetas alusivas, donde a los acaparadores se les llegaba a tildar incluso de quintacolumnistas, o lo que es lo mismo de traidores a la República. Esta creciente falta de moneda fraccionaria por su atesoramiento, obligó a las autoridades Republicanas a la emisión en 1937 de las monedas de 25 y 50 céntimos, así como a la emisión a nivel local, como sucede en innumerables pueblos y ciudades, de moneda en papel por parte del Consejo Municipal de Alicante. Este hecho queda recogido en una nota de prensa del Presidente del Consejo del 5 de julio de 1937 publicada también en Nuestra Bandera, donde se cita el acuerdo sobre la emisión de papel moneda en un taller local, pero con papel especial enviado desde Barcelona. Hoy en día todavía se conservan alguno de estos billetes emitido por entonces. No parece extraño que fueran válidas para cualquier transacción, el uso de monedas sin marca alguna, o incluso monedas de procedencia extranjera, como la de origen chino encontrada,que por su peso y metal tuvieran un valor intrínseco. En cuanto al hallazgo de una moneda emitida por el bando nacional, en concreto la moneda de 25 céntimos de 1937, responde a un hecho constatado durante la contienda como es la convivencia entre las monedas republicanas y nacionales, a pesar de los decretos de prohibición de su uso por parte de ambos bandos, sufriendo devaluaciones o revalorizaciones conforme al discurrir de la guerra (Martorell Linares, 2006, 13). En este sentido, contamos también con una nota de prensa del Presidente del Consejo Municipal de Alicante, S. Martí del 20 de julio de 1937, donde se prohíbe el uso o la admisión de «otra moneda o representación de ella que la oficial» (AMA, Nuestra Bandera 31-6-1937). Bando municipal, que como vemos queda en papel mojado ante la propia realidad de la economía en estos difíciles tiempos de guerra en la ciudad de Alicante.
SALUDOS