Proyectil scorpio romano

menos peso.....más fino....!!!...un golpe en la cabeza de lado poco te hace.
yo no lo veo mas perfecto que el glande de onda, al ser menos pesado reduce su eficacia, al ser más fino el golpe es menor. El hierro es más complicado de manipular que el plomo.....vamos no le veo ventaja alguna.
De ser clavo, no se si me explico, no es para unir sin que se salgan las piezas, es la de unir para que no salten que es diferente, es objeto que sostiene no une.

es que por más vuelta que le doy no lo veo un arma de matar.....por decirlo de forma simple jeje

el aporte de chatarrilla deja claro la conclusión de los eruditos.
no obstantes mis dudas tengo.

Eso de que se encontraron incrustados ya lo había señalado yo en este mismo post, pero lo que no sabemos a ciencia cierta, y los autores del artículo tampoco, es qué concreto artilugio los lanzó...
Este tema debería tratarse en CUARTO MILENIO...

Según el artículo son puntas de flecha y las grandes proyectiles de scorpio.
Un saludo de Chatarrilla.

Este tipo de pieza de metal, tal cual, sin enmangar, no la veo con posibilidades balísticas, es como tratar de lanzar un clavo y que se hunda en el objetivo, no lo veo viable. Enmangadas en un palo a modo de astil, sí.

De acuerdo con Pedromarmol.
Un saludo de Chatarrilla.

Saludos

De verdad que no entiendo algunos de los razonamientos de algunos foreros. Se han encontrado clavados o incrustados en la roca y dudaís de su uso y efectividad?
No lo veis alguno como arma de matar? Dudaís otros de su efectividad? Joer....clavados en las piedras!!. Eso es un hecho y no admite elucubraciones. Otra cosa es la máquina con la que se disparaba.

Yo creo que no tienen peso suficiente para ser operativas con una honda y menos para clavarse tiradas así. Yo veo claro que iban enmangadas, osea puntas de flecha o dardo.
Un saludo de Chatarrilla.

Enmangadas como lo están la punta de flecha de cabeza bipiramidal y la punta de flecha de tres alas o el proyectil de scorpio de sección octogonal. En la foto se puede además apreciar el tamaño de las puntas.