Al gobierno de aquí le costaría tiempo y dinero (que no tiene) en diferenciar entre furtivos o simples aficionados, así que multa a todos y asunto arreglado.
Por otro lado, ¿os imagináis que cualquiera pudiera “destrozar” yacimientos arqueológicos habidos y por haber a su antojo y por supuesto sin avisar de los hallazgos? En vez de este escenario o justo lo contrario, que es apartar al aficionado de su hobby mediante “multazos”, voto por algo más regulado, formación, mejor sistema de recompensas y una estrecha colaboración con arqueólogos. Por desgracia, hasta que España no sea un país solvente, eso seguirá siendo una utopía.