Antes se adivinaba el nombre de Jalaf debajo de las leyendas religiosas habituales. Ahora se ve con más claridad.
Como bien ha indicado Granada estos feluses se atribuyen a los tiempos de Muhammad I o sus inmediatos sucesores, aunque sin mayor convicción que la mera presencia del nombre, pues a estas alturas tampoco sabemos con certeza de quien se trataba.
Saludos.