Según el Cuhaj realmente es de una aleación de hojalata con zinc. Se entiende que en ese año Japón ya no podía permitirse el lujo de utilizar metales duros en otra cosa que no fuese la producción bélica. Fue la última moneda de 5 sen con agujero central.
A pesar de ello todavía se puede apreciar en el reverso la delicadeza de los pequeños detalles de los que acostumbran los japoneses, los nervios en las hojas y el trazo firme y recto de las letras.
Una pequeña maravilla con todo.
Hay más monedas que comprar que dinero tendrás para gastar