Me imagino que no mucho: ten en cuenta que todavía primaba el patrón oro y plata; incluso en las de cobre el peso y tamaño del módulo era lo que marcaba el valor. Se llamasen maravedíes, céntimos de escudo, cuartos... la gente percibía su valor y hacía sus equivalencias según el tamaño de las piezas: fíjate qué pronto llamaron a los cincuenta céntimos de peseta "dos reales" o a las cinco pesetas "duro".