Hola amigos del foro.
Días pasados un gran amigo, de Argentina llamado
Ricardo Lara, numismático desde hace largo tiempo,me obsequió
un interesante lote de monedas Argentinas, sabiendo que yo
no las tenía, un libro sobre la historia de los Reyes Católicos,
que sabía que me gustaba leer y un desafío didactico, me
obsequió una moneda de 8 maravedies resellada del siglo XVII,
para que yo investigue y aprenda algo de las monedas reselladas
de la época.
La moneda es la siguiente:
Como no tenía idea de que se trataba, solo esos pocos datos,
acudí a la Web, donde me encontré con un maravilloso foro llamado
www.maravedis.net.encontrando este maravilloso informe, que me atreví a completar
con algunas imágenes de la monarquía Española.
LA MONEDA RESELLADALa estampación de resellos o contramarcas sobre
las monedas se ha repetido con frecuencia a lo largo de la
historia,casi desde la misma invención de la moneda.
Los resellos se pueden aplicar a las monedas por razones
muy diversas, como dar validez legal a la circulación
en una determinada región geográfica fuera del ámbito
original de circulación (por ejemplo por motivos de
escasez de numerario),certificar la autenticidad en
circunstancias en que abundan las falsificaciones,
o alterar el valor nominal por cualquier motivo.
En algunos casos los motivos del resellado fueron más
oscuros (propaganda política, marcas estampadas
por los propietarios,ensayos de autenticidad,...), y en
otros simplemente se desconoce.
En España, y concretamente en los antiguos territorios
dependientes de la Corona de Castilla, son especialmente
significativos los resellos practicados sobre la moneda de
vellón y cobre a lo largo del siglo XVII, durante los reinados
de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665).
Estos resellos tan abundantes, aplicados para cambiar el
valor facial de las monedas, son un fiel reflejo de la anarquía
monetaria alcanzada durante dicha época, y de las
frecuentes manipulaciones y alteraciones por parte
de un Estado consumido por las deudas.
Este artículo pretende ser una introducción para ayudar a
entender la historia que se esconde detrás de una de esas
chapas llenas de resellos.
FINALES DEL REINADO DE FELIPE II (alteraciones Monetarias)
Aunque Felipe II nunca llegó a ordenar el resellado de moneda,
el punto de arranque de las alteraciones monetarias que
terminarían llevando al resellado masivo de monedas de vellón
durante el siglo XVII, puede situarse al final del reinado de este monarca.
A pesar de las grandes remesas de metales preciosos
que llegaban regularmente de las colonias americanas,
la costosísima política exterior española durante
el siglo XVI llevó a la economía a una situación
insostenible, plasmada en una larga sucesión de
bancarrotas (1557, 1560, 1574, 1576, y 1596),
que continuaría a lo largo del siglo siguiente.
En 1586, en medio de esta situación de continua insolvencia
de las arcas públicas, comenzaban las primeras emisiones
regulares de una nueva ceca en Segovia, “el Ingenio”,
donde se acababa de instalar la más moderna maquinaria
de la época, traída de Alemania.
Dicha maquinaria, basada en el uso de molinos hidráulicos
era capaz de producir monedas mucho más perfectas
que las acuñadas a martillo en el resto de las cecas
(incluida la casa vieja de Segovia), dificultando en gran
medida la falsificación de piezas.
Aprovechando esta circunstancia, y tras la última suspensión
de pagos del reino, el 31 de diciembre de 1596 se decretó
que toda la moneda de vellón acuñada en el ingenio de
Segovia se fabricase sin liga alguna de plata.
Al tiempo que se labraba esta nueva moneda de menor ley,
se iba recogiendo la anterior de forma masiva, con lo que
se obtenía una ganancia neta al recuperar la plata de la
moneda antigua.
Ante las protestas por esta reducción de ley en la moneda
de vellón, en 1597 se decretó añadir un grano de plata por
cada marco de cobre a las nuevas emisiones.
Tras heredar la Corona en un estado financiero ruinoso,
Felipe III continuó con estas emisiones de baja o nula ley
durante sus primeros años de reinado (1598 a 1602).
LOS RESELLOS DE FELIPE IIIEl 13 de julio de 1602 se da un paso más en esta política de
reducción de calidad del vellón, decretándose no solo la
eliminación definitiva de cualquier proporción de plata, sino
también la reducción del tamaño y peso de las piezas a
la mitad.
Como consecuencia de esta medida,
el vellón acuñado con anterioridad a 1602 veía duplicado
su valor, y por tanto se decreta su resellado por cédula de
18 de septiembre de 1603.
Así, las piezas de dos maravedís pasan a valer cuatro y las
de cuatro pasan a valer ocho. Se estima que la operación de resellado se prolongó hasta
finales de 1606, entre otros motivos por las protestas de
las Cortes de Castilla y la resistencia de los súbditos a
entregar moneda vieja de vellón a cambio de moneda sin
ley y de peso reducido.
Las marcas estampadas sobre las piezas fueron circulares,
con un IIII o un VIII coronados y con la señal de
la ceca correspondiente bajo el valor (Burgos, Coruña,
Cuenca, Granada, Madrid, Segovia, Sevilla, Toledo, y
Valladolid).
Estos resellos no llevan estampada la fecha (no poseen reverso).
Al mismo tiempo que se resellaban piezas antiguas, continuó
la emisión de piezas nuevas de 8, 4, 2 y 1 maravedí, ya sin
plata alguna y de tamaño reducido.
La proliferación de nuevas acuñaciones sin retirar moneda
vieja de la circulación hizo que cantidad de vellón circulante
se multiplicase aproximadamente en un factor 10 durante
el reinado de Felipe III.
Se estima que el resellado supuso una ganancia neta de
más de 875 millones de maravedís, a repartir entre la
Corona y los distintos entes, tanto particulares como
vinculados al Estado, que participaron en las diversas
operaciones de recogida y acuñación.
A pesar de todo, en 1607 se produjo una nueva suspensión
de pagos que forzó un cambio en la política exterior hacia
líneas pacíficas, menos costosas para las arcas públicas.
Entre las consecuencias negativas de estas manipulaciones
monetarias, y de las llevadas a cabo en los años siguientes
por su su sucesor, destacaron la extracción masiva de plata
al extranjero a cambio de vellón, la desaparición de la
circulación de la moneda de calidad (oro y plata) atesorada
por la población, y la aparición del "premio" sobre el cambio
oficial de la plata y oro por vellón.
EL CAOS MONETARIO BAJO EL REINADO DE FELIPE IVEn sus primeros años (1621-26), Felipe IV continuó con
emisiones de vellón similares a las de su antecesor.
Como dato curioso, en esta época es cuando comienza
a aplicarse el término calderilla a toda la moneda de vellón
acuñada con anterioridad a 1597.
Durante la primera época del reinado (hasta 1636), las
medidas fueron encaminadas a remediar la política de su
antecesor y reducir la enorme cantidad de vellón circulante.
En esta línea, el 27 de mayo de 1626 se da orden de horadar
la calderilla y bajar su valor a la cuarta parte, el 27 de julio
se modifica la orden, decretándose la recogida de esta
calderilla para fundirla o cortarla, y sustituirla por moneda
ordinaria.
El 7 de agosto de 1628 se decreta que la moneda volviese
al valor que tenía con anterioridad al decreto del 13 de junio
de 1602, con lo que el valor del vellón acuñado o resellado
con posterioridad a dicha fecha debía bajar a la mitad.
Sin embargo este intento de devolver la moneda a su
valoración original no fue duradero, y en 1636 volvieron a
comenzar las manipulaciones en favor de la maltrecha
tesorería de la Corona, decretándose para las piezas ya
reselladas por Felipe III un aumento de valor al triple
de lo decretado en 1628.
Así, sobre las piezas originalmente de 2
maravedís y reselladas con IIII por Felipe III, se
estampó el resello VI, y sobre las piezas
originalmente de 4 maravedís, reselladas con VIII
por Felipe III, se estampó el resello XII.
Todos los resellos de esta primera serie de Felipe IV llevan
marcada la fecha 1636 en el reverso. En 1638 se decreta
consumir o cortar toda la moneda de vellón no resellada.
La situación financiera debió empeorar aún más después
de las insurrecciones de Cataluña y Portugal en 1640, y
el 11 de febrero de 1641 se dio una nueva vuelta de tuerca
ordenado resellar todas las piezas de vellón que circulaban
por valor de 4 maravedís (las acuñadas por Felipe III y IV
con valor IV, para que desde esa fecha lo hicieran por ocho.
Quedaban expresamente excluidas de la medida las piezas
acuñadas en el ingenio de Segovia.
Esto explica que se encuentren
piezas de 8 maravedís acuñadas a martillo por
Felipe III y IV, reselladas nuevamente con el valor
ocho.
Los resellos correspondientes llevan el valor VIII
y los años 1641 y 1642 en el reverso. Ante la confusión creada por la circulación simultánea de
monedas del ingenio de Segovia, unas reselladas y otras
sin resellar, se decretó que las piezas de 4 maravedís de
esta ceca se resellasen por valor de seis, y las de ocho
con el valor doce.
Estos resellos llevan los valores VI y XII y los años 1641
y 1642 en el reverso.
El 12 de septiembre de 1642 se redujo nuevamente el
valor, ordenándose que las piezas reselladas con XII
valiesen dos maravedís y las reselladas con VI valiesen
uno.
Al tiempo que cualquier moneda de ocho maravedís pasase
a valer dos, las de cuatro pasasen a valer uno y las de
un maravedí redujesen su valor al de una blanca.
En este caso no se realizó resellado.
El 12 de marzo de 1643, las monedas que habían visto
reducido su valor a 2 y 1 maravedí pasaron a valer 8 y
4 maravedís respectivamente.
El 11 de noviembre de 1651 se ordenó resellar toda
moneda acuñada con posterioridad a 1597, para darle
el valor que tenía con anterioridad al decreto del 12 de
septiembre de 1642.
Los resellos empleados llevan numeración arábiga 4 y 8
El 25 de junio de 1652 se anuló la disposición anterior,
reduciéndose el valor de la moneda al valor anterior
(la cuarta parte del que figura en el resello).
La calderilla mantenía el valor dictado en 1643 (8 y 4),
y se proyectaba su recogida y retirada para principios
de 1653.
Las piezas de 2 maravedís recién acuñadas, se redujeron a uno.
La calderilla se recogió a finales de 1652,
poniéndose de nuevo en circulación a lo largo de 1654 y 1655,
después de estamparle resellos con los valores que tenían
cuando dejaron de circular IIII y VIII.
Entre las piezas que llevan estampados estos resellos no
es difícil encontrar monedas de 2 y 4 maravedís acuñadas
a nombre de los reyes Católicos, casi irreconocibles
después de más de 100 años de circulación y tres operaciones
de resellado en diferentes fechas y cecas.El de 27 de septiembre de 1658 se
ordena la recogida de toda la moneda gruesa de vellón
(moneda acuñada a martillo por Felipe III y Felipe IV).
Se pretendía acabar definitivamente con la moneda
envilecida por los resellos, emitiendo en su lugar nuevas
monedas de II y IIII maravedís con los monogramas
coronados PHILIPPVS y REX. En la práctica no llegaron a acuñarse
nuevas monedas, y en lugar de los motivos propuestos
se resellaron directamente sobre la moneda vieja.
Su valor bajó a la mitad en 1659.Esta sería la última operación de resellado del reinado,
pero no el fin de la anarquía monetaria, complicada aún
más por el crecimiento de las falsificaciones.
Dada la sencillez de multiplicar el valor de una moneda
con el simple estampado de un resello fácil de imitar,
proliferaron los resellos al margen de la ley, incluso por
parte de religiosos amparados tras los muros de sus
conventos, o por operarios de las propias cecas, que
resellando por su cuenta podían quedarse con los beneficios.
Todo ello a pesar la pena de muerte que se decretó
expresamente para aquellos que imitasen los resellos oficiales.
En 1660 se recogió definitivamente toda la calderilla,
irremediablemente deteriorada por la acumulación de resellos,
y se trató de remediar la situación con una nueva emisión,
la primera desde que se dejasen de acuñar piezas nuevas
de vellón poco antes de 1630.
Esta nueva serie constaba de valores de 2, 4, 8 y 16 maravedís,
poseía cierto contenido en plata (20 granos por marco),
y para hacerla más estimable llevaba la efigie del monarca.
Las primeras emisiones fueron acuñadas a martillo en todas
las cecas, salvo en el ingenio de Segovia, pero a finales de
1661 se decretó su acuñación obligatoria a molino en todas
las cecas y se inició la recogida de las acuñadas a martillo.
Con estas medidas se pretendía dificultar al máximo la
acuñación de piezas falsas en talleres caseros, sin
embargo las falsificaciones proliferaron rápidamente
(especialmente en las piezas de 16 maravedís), hasta
tal punto que tuvo que suspenderse la acuñación en
octubre de 1664, fecha en que su valor quedó reducido
a la mitad.
En 1680, ya bajo Carlos II se redujo de nuevo su valor a
1/8 del precio original, y se comenzó la acuñación de
nuevas piezas de 2 maravedís.
Habiendo leído este magnífico informe, aún tenía mis dudas
por lo cual pedí socorro a mi amigo Ricardo, que me envío
estas imágenes aclaratorias:
ANVERSO MONEDA
REVERSO MONEDA
Con las siguientes aclaraciones:
Roberto.
Lo único que se observa en tu moneda
son los resellos, que por lógica han tapado la
moneda original, o sea que el castillo y el
León de la moneda original, ya no se ven.
Observa como se vería una moneda parecida a la tuya:
SUPUESTA MONEDA SIN RESELLAR
PRIMER RESELLO:VALOR VIII ( que se observa en azul), normalmente este
resello tiene la ceca debajo, pero en nuestro caso no
se ve, decimos entonces SIN CECA VISIBLE.
En otra moneda , que si se ve la CECA, sería algo así:
EN NUESTRA MONEDA SE VE SOLO EL VIII
(remarcado en color azul)
SEGUNDO RESELLO:Este segundo resello es de los años 1641/1642
consta de
1641 CORONADO, pero en
nuestra moneda solo vemos el 16 y una pequeña
parte de la corona (lo vemos en azul).
En otra moneda que se ve el resello con mas
claridad, sería algo así:
TERCER RESELLO :Este último resello es de 1658.
Se observa un anagrama en amarillo con la "S" que
he marcado en Rojo, eso sería algo así:
ESTE ANAGRAMA SIGNIFICA
PHILIPPVS Y LA
LETRA
"S" ES LA CECA DE SEVILLA.
Y COMO NOS EXPLICA
JUANMA EN EL CUADRO
RESUMEN DE LOS RESELLOS DE FELIPE III y FELIPE IV
DEL FORO NUMISMA.
QUE SUGIERO LEER DETENIDAMENTE,ESTE RESELLO
DE 1658/59 LLEVABA DEL REVERSO LA RX CORONADA
Y DEBAJO EL AÑO 1658 (en nuestro caso se aprecia el 58).
RESUMIENDO:Este cospel ha sido resellado tres veces después
de su emisión inicial.
Queridos amigos del foro.
Quiero concluir este informe, con una parte del
"Ingenioso Hidalgo, don quijote de la mancha, que ya
he publicado como "EL DINERO EN EL QUIJOTE DE LA MANCHA" en Diciembre de 2013.
Las pequeñas compras se realizaban en maravedís. En 1571
un huevo podía costar unos 3 maravedís, una libra11 de carnero
20 maravedís, y un celemín12 de sal 48 maravedís .
La misma Teresa Panza, esposa de Sancho, en su carta a la
duquesa (II, LII), nos orienta sobre el valor adquisitivo de la
época:
— Yo, señora de mi alma, estoy determinada, con licencia
de vuesa merced, de meter este buen día en mi casa, yéndome
a la corte a tenderme en un coche, para quebrar los
ojos a mil envidiosos que ya tengo; y así, suplico a vuesa
excelencia mande a mi marido me envíe algún dinerillo, y
que se algo qué; porque en la corte son los gastos grandes:
que el pan vale a real, y la carne, la libra, a treinta maravedís,
que es un juicio.Los maravedís se acuñaron en piezas de 2, 4 y 8. Al doble
maravedí se le denomina ochavo, y al cuádruple se le llama
cuarto. De estas monedas nacen varias expresiones populares
y refranes; como el que dice que el que nace para ochavo no
puede llegar a cuarto, que indica la dificultad de medrar desde
una cuna pobre. A la hora de pagar decimos aquí tienes los
cuartos, y para expresar que algo tiene poco valor esto no vale
ni cuatro cuartos. El dicho popular la España del chavico,
indica la pobreza de ciertas regiones de nuestro país, y se dice
no tengo ni un chavo para mostrar que se está en la miseria.
En el primer capítulo del Quijote, cuando el hidalgo está preparando
su primera salida, describe de esta forma a su caballo
Rocinante:
Fue luego a ver a su rocín, y aunque tenía más cuartos que
un real, y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum
pelli et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro,
ni Babieca el del Cid, con él se igualaban.
Aquí, Cervantes hace un juego de palabras, porque por un
lado dice que el caballo estaba mal de salud, pues cuartos es
una enfermedad de los caballos, y, por otro, se refiere a que en
un real hay muchas monedas de cuartos.
En la entrada definitiva de Don Quijote a su aldea (II, LXXIII),
Sancho desbarata el mal agüero comprando una jaula de grillos
a unos muchachos por muy poco dinero:
Sacó Sancho cuatro cuartos de la faltriquera, y dióselos al
muchacho por la jaula, y púsosela en las manos a Don
Quijote.La blanca fue la moneda de menor valor acuñada por los
Reyes Católicos en 1497. Sólo equivalía a medio maravedí, por
lo que se empezó a usar la expresión popular estar sin blanca,
que ha llegado hasta nuestros días con el sentido de quedarse
sin dinero.
En el capítulo donde se cuenta la graciosa manera
que tuvo Don Quijote en armarse caballero (I, III), el ventero
le interpela:
Preguntóle si traía dineros; respondió Don Quijote que no
traía blanca, porque él nunca había leído en las historias de
los caballeros andantes que ninguno los hubiese traído.
El leal escudero Sancho se expresa de la siguiente manera al
abandonar la ínsula Barataria (II, LIII):
Portada de la primera edición del Quijote, 1605
Cuarto (4 maravedís) de Carlos V, 1516 AgradecimientosAl Sr. Ricardo Lara, numismático y amigo, que tuvo la gentileza de
obsequiarme esta moneda con todas sus características coloreadas,
para poder hacer una abstracción mental ,haciendo fácil visualizar la
moneda y los resellos en toda su extensión y belleza.
Agradezco al maravilloso blog.
www.maravedis.net , sin cuya detallada
información histórica, hubiera sido imposible publicar este post.
Agradezco la oportunidad, de haber podido aprender del excelente
cuadro RESUMEN DE LOS RESELLOS DE FELIPE III y FELIPE IV
que ha realizado JUANMA, para el foro (del cual soy miembro).
Y para todos vosotros lectores:
que espero no haber aburrido tanto, les deseo:
Que Dios los Bendiga.
Roberto.