Escalín de Flandes, ceca de Brujas 1616. Alberto e Isabel

Esta moneda es una muestra de que aunque no localicemos en internet nuestras monedas, éstas existen.
Se trata de un escalin de Flandes (ceca de Brujas) denominado “del pavo”, que simboliza la nobleza. Es 1/8 de patagon o 1/10 de ducaton, similar en peso y tamaño a un real de a 2 español aunque mas pobre en calidad de la plata. Su equivalencia en moneda inferior es de 6 patards (stuivert)  o 24 liard de cobre. Pesa 5 gr. de plata de 582 mils. y mide 30 mm. Si buscais en la red o en catálogos, no la encontrareis. Es de la época de los Archiduques Alberto e Isabel, soberanos de los Paises Bajos Españoles.


Escalin no catalogado hasta su inclusión en en la Revue Belge de Numismátique, Variétés Inédites, por Yves Landrain, en su número de 2002, como consecuencia de un ejemplar vendido en la subasta 58 de Jean Elsen en Junio de 1999.

Tengo leido que la acuñación de esta pieza fue de 15.372 unidades. Ejemplar muy escaso que me vendieron como de Amberes, pero en Amberes se labraron sin fecha. En un principio como no encontraba una similar, pensé que era una falsificación de época, hasta que encontré datos.


Un saludo

jejeje, por alusiones :-)

enhorabuena por una moneda tan exclusiva.
las armas de Alberto e Isabel son muy bellas. curioso pavo real sujetando el blasón con las armas de Austria y Borgoña ant.
de dónde sacas semejantes rarezas?

Lanzarote, me alegra que te guste. Mi lema en coleccionismo es "la busqueda permanente" y así, buscando y buscando simplemente, encontré en eBay ésta y otra mas que tengo del "pavo".
La pena es lo desgastadas que están todas, pero me pasa como a tí, soy feliz con estos pequeños trozos de historia en mi monetario, sin otras consideraciones.
Un saludo

Bonito ejemplar. El pavo real de la moneda me recuerda a la anécdota de Isabel Clara Eugenia, experta ballestera, cuando en una fiesta popular de una ciudad de los PPBB acertó a abatir un faisán (creo recordar) de un certero disparo. Desde entonces, me parece que no se volvió a matar otro ave en la fiesta hasta que la soberana falleciese. Puede contarse con mayor precisión, pero es lo que recuerdo vagamente de esto que leí hace ya tiempo. He tratado de encontrar la anécdota para transcribirla con pelos y señales, pero no la he podido localizar aún en mis libros dedicados a esta época de la Historia de España.

Un saludo.