Hola a todos sigo practicando con la cámara del móvil y aprovecho para mostrar algunas monedas. En esta ocasión se trata de:
8 reales de Fernando VII de 1818 MejicoMetal = Plata 896 milésimas
Peso= 27,07 gramos
Diámetro = 39 mm
Ceca= Méjico
Ensayador = JJ ( Joaquin Dávila Madrid y José García Anzaldo)
Anverso: busto laureado y drapeado, mirando hacia la derecha; "Ferdin · VII · · DEI GRATIA ·"; (fecha) debajo, entre los puntos.
Reverso: armas coronado entre columnas; "· HISPAN · ET IND · REX ·"; 8R a la izquierda, o sobre M (monograma) abajo a la izquierda y · J · J · arriba a la izquierda.
La moneda ha tenido su vidilla como se ve por su desgaste y esa raya casi diametral que tiene en el anverso, como si hubieran intentado cortarla.
Fernando VII de Borbón (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784 - Madrid, 29 de septiembre de 1833), llamado el Deseado o el Rey Felón, fue rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del «rey intruso» José I Bonaparte, nuevamente desde diciembre de 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, en que fue destituido por el Consejo de Regencia.
Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, depuestos por obra de sus partidarios en el Motín de Aranjuez, pocos monarcas disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo español. Obligado a abdicar en Bayona, pasó toda la Guerra de Independencia preso en Valençay, siendo reconocido como el legítimo rey de España por las diversas juntas, el Consejo de Regencia y las Cortes de Cádiz.
Con la derrota de los ejércitos napoleónicos y la expulsión de José Bonaparte, Napoleón le devolvió el trono de España (Tratado de Valençay). Sin embargo, el Deseado pronto se reveló como un soberano absolutista, y uno de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin escrúpulos, vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.
Entre 1814 y 1820 restauró el absolutismo, derogando la Constitución de Cádiz y persiguiendo a los liberales. Tras seis años de guerra, el país y la Hacienda estaban devastados, y los sucesivos gobiernos fernandinos no lograron restablecer la situación.
En 1820 un pronunciamiento militar dio inicio al llamado Trienio Liberal, durante el cual se restablecieron la Constitución y los decretos de Cádiz, produciéndose una nueva desamortización. A medida que los liberales moderados eran desplazados por los exaltados, el rey, que aparentaba acatar el régimen constitucional, conspiraba para restablecer el absolutismo, lo que se logró tras la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823.
La última fase de su reinado, la llamada Década Ominosa, se caracterizó por una feroz represión de los exaltados, acompañada de una política absolutista moderada o incluso liberaldoctrinaria que provocó un profundo descontento en los círculos absolutistas, que formaron partido en torno al infante Carlos María Isidro. A ello se unió el problema sucesorio, sentando las bases de la Primera Guerra Carlista, que estallaría con la muerte de Fernando y el ascenso al trono de su hija Isabel II, no reconocida como heredera por el infante Carlos.
Fernando VII ha merecido por parte de los historiadores un unánime juicio negativo, pasando a los anales de la historia de España como el Rey Felón.
Un saludo.