Bonita doble maiorina,lepido
MARÍA DEL MAR ROYO MARTÍNEZ
EL EMPERADOR JULIANO II Y EL PROGRAMA ICONOGRÁFICO DE SUS MONEDAS
La presencia del toro en el reverso de los Dobles Centenionalis ha constituido
uno de los grandes enigmas de las emisiones julianeas, siendo desde hace mucho
tiempo objeto de diversas interpretaciones. En las primeras décadas del siglo
XX autores como H. Mattingly y G. Elms65 pensaban que podría tratarse del Buey Apis. Posteriormente F. D. Gilliar icho animal podría aludir al
presumible signo natal de Juliano II, Tauro, cuya fecha de nacimiento se había atribuido al
mes de mayo del 332, de manera que las estrellas que aparecen sobre el toro representarían una de las Hyades y de las Pleiades. Sin embargo su idea sería rechazada al desconocerse con seguridad la fecha del nacimiento de Juliano.
Kent67 fue el primer investigador en relacionar la imagen el toro con la re-presentación del propio Emperador como guardián de su pueblo, apoyándose tan-to en un pasaje de Dion Crisóstomo, como en la leyenda que rodea al tipo del re-verso (SECVRITAS REI PVB). Pero su idea fue posteriormente rebatida por Arce, quien argumentaba que la política de Juliano fue de un pragmatismo indu-dable y éste no podía detenerse en consideraciones neoplatónicas o metafóricas e incluir un diseño tan complejo en sus monedas como para que fuera comprendidopor el pueblo.
Finalmente concluía el mismo Arce en su estudio monográfico sobre Juliano II, que el toro de los AE1 aludiría al animal sacrificatorio relacionado con los tau-robolios que se celebraron bajo el propio Juliano, conforme a las religiones paga-nas orientales. Éste era un rito del mitraísmo que revivió el Emperador, un sacrifi-cio al dios sol Mitra en donde se derramaba la sangre de este animal para purificar a aquellos sobre los cuales se extendía. En sus palabras: “el toro en dichas mone-das no puede representar otra cosa que el toro del sacrificio como una incitación del Emperador a sus súbditos como seguridad para el buen éxito de la repúbli-ca”68, máxime cuando el tipo va rodeado siempre de la leyenda SECVRITAS REIPVBLICAE. Y es que como continuaba señalando el autor69, sacrificar toros u otra cosa a los dioses constituía una necesidad y protección para Juliano de cara a su próxima campaña contra Persia en el año 362.
65 J. ARCE, Estudios sobre el emperador Fl. Cl. Juliano…, p. 183. 66 F. D
uity (1971), pp. 147-151.
67 J. P.C. KENT, “Notes on some fourth-century coin-types”, Numismatic Chronicle, (1954), pp. 216-217.
68 J. ARCE, Estudios sobre el emperador Fl. Cl. Juliano…, p. 220. 69 J. ARCE
En lo que atañe a las estrellas que aparecen sobre la cabeza y el lomo del to-ro en las mismas piezas, su presencia ha sido asimismo objeto de diversas contro-versias. Para aquellos autores que defendían la hipótesis del animal como símbolo del nacimiento del Emperador, éstas representarían, como ya se ha dicho, las Hyades y Pleiades en la constelación de Tauro.
Javier Arce, siguiendo a Kent afirmó posteriormente que éstas podían no significar nada concreto y ser un mero adorno en las monedas o hacer, en todo caso, referencia a la protección celeste que posee el Emperador.
Recientemente Tom Buggey ha planteado una nueva interpretación que ha de tenerse en cuenta, y es la de que trate de un hecho astronómico que pudo ser contemplado tiempo atrás por el propio Juliano, y que tuvo lugar el 4 de mayo del 360.
Para dicho autor en la fecha citada Marte y Venus se ocultaron formando ambas una estrella brillante. La ocultación se produjo en la constelación de Taurus directamente entre los cuernos.Dos semsnas antes del ocultamiento,los planetas tuvieron una ubicación semejante a la que se muestra en la moneda.
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Saludos