Hoy os muestro esta chiquitita moneda Méxicana, y algo de historia de está pieza a la que el pueblo méxicano no le gustó, un saludo
País: México
Año: 1883
Valor: 1 Centavo
Ceca: Ciudad de México
Anverso: REPUBLICA MEXICANA 1883. Al centro una carcaj con flechas, un arco y una macana azteca, atados con un lazo.
Reverso: I . Dos ramas entrelazadas a los lados, una de roble y otra de laurel.
Material: Cuproniquél
Peso: 2 gr
Medida: 16 mm
Tirada: 99.955.000 (1882-1883)
Canto: Liso
Grabador y diseño: Km: KM# 392
Observaciones: El valor está expresado con números romanos
Historia: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, en 1881 requería de fondear sus arcas para alcanzar sus presupuestos. Como Francia en ese tiempo estaba acuñando monedas con metales de aleación de cobre y níquel, el Gobierno Mexicano pronto se dio a adoptar también estos materiales en sus monedas fraccionarias.
Alberto Francisco Pradeau, en su “Historia Numismática de México, de 1823 a 1950”, reproduce el siguiente decreto, aprobado por el Senado, con fecha 16 de diciembre de 1881 …“Manuel González, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed: Que el congreso de la Unión ha tenido a bien dirigirme el decreto que sigue…
Art. 1º.- La moneda de vellón de la República Mexicana, se compondrá de piezas de un centavo, de dos centavos y de cinco centavos; de una liga en proporción de 75 a 80% de cobre y 20 a 25% de níquel.
2º.- El diámetro de la pieza de un centavo será de diez y seis milímetros y su peso de dos gramos; el diámetro de la pieza de dos centavos será de diez y ocho milímetros, y su peso de tres gramos; el diámetro de la pieza de cinco centavos será de veinte milímetros, y su peso de cinco gramos…”. 1
Esta medida contribuyó a disminuir las presiones económicas del país, aunque para adoptarla, se tuvieron que enfrentar a muchos problemas, empezando por la maquinaria necesaria para acuñar estas monedas, que no existía en México.
Esta serie de tres monedas, con valores de I, II y V Centavos, fue fechada con los años 1882 y 1883. Su diseño es el mismo y sólo varía un poco su tamaño y la cifra expresada en ellas.
Al principio estas monedas fueron bien aceptadas porque facilitaban las pequeñas operaciones mercantiles, pero con el pasar del tiempo, la gente estaba muy inconforme de tener tantas monedas “sin un valor intrínseco”. “La moneda fue recibida por la gente con disgusto y más cuando, en los mercados y comercios, se les recibía con mucho menos valor que la plata; los curas las recibían al 50% en el pago de las obvenciones parroquiales y los patrones pagaban con ella, después de comprarlas con gran descuento. La depreciación llegó a ser del 60%. El 21 de diciembre de 1883 se produjo lo que se llamó ‘el motín del níquel’; la muchedumbre asaltó el carruaje de González a la salida de Palacio, exigiendo el retiro de la moneda y el presidente se vio obligado a hacerlo de inmediato, con graves consecuencias para el erario”
Así que pronto se tuvo que regresar a la acuñación de moneda fraccionaria en cobre y hasta en plata.
Fuentes consultadas:
1. Op Cit. Pág. 428. Tomo Primero, Sociedad Numismática de México, 1957.
2. “La Casa de Moneda de México a más de 450 años”, Miguel Angel Porrúa, México, 1989.