Es una preciosidad. Si fuera mía empezaría como los médicos: de menos a más, es decir por lo menos agresivo: palillos y paciencia. Agua destilada, cepillo y vuelta a empezar. El agua oxigenada (ojo con esto si no lo has hecho antes) sería el paso siguiente: enmascara con cera el resto de la moneda y aplícala con mucha precaución en las zonas afectadas: después la lavaría con agua destilada y a cepillar. Y, como último recurso, la silla, pero ya sabes que luego tendrías que repatinar. ¡Suerte con lo decidas! Un abrazo.