Subo el capítulo 8 del libro “Las monedas de bronce del bajo imperio” de Maria del Mar Royo y Juan José Moreno. Que trata de las imitaciones.
Saludos
8.- IMITACIONESLa imitación monetaria es un hecho bien conocido desde la Antigüedad que también afectó a la moneda del Bajo Imperio. Ya en época republicana nos encontramos en Hispania con monedas que imitaban tanto ases como divisores de la moneda de bronce romana, pero con tipos indígenas. Más tarde se conoce una serie muy frecuente de ases de Claudio también de imitación, aunque con diferentes calidades de estilo, que aparecen en bastantes puntos del Occidente romano, fenómeno que debe interpretarse entre otros motivos por la escasez de numerario al no ser excesivos los bronces de Calígula tras el cierre de las distintas cecas provinciales por Claudio. Posteriormente, en el siglo III, vuelven a producirse imitaciones en el bronce, sobre todo con Galieno, Claudio II y los emperadores galos, en este caso no tanto por falta de moneda sino por relajamiento en los controles estatales de acuñación.
Sin embargo cuando se produjo el gran periodo de imitaciones fue en el siglo IV, en distintos lugares del Imperio y debido a diversas circunstancias.
Las imitaciones surgieron principalmente en las zonas periféricas y aunque en el Bajo Imperio existieron múltiples cecas repartidas por todo el territorio, fueron muchas las zonas alejadas de los centros emisores y con malas comunicaciones, donde la llegada de moneda oficial fue siempre lenta, tardía e insuficiente, debiendo aportar por tanto dichos lugares sus propias soluciones. Por ello las imitaciones de bronce aparecerán así en casi cualquier parte del Imperio salvo Italia, pues a lo largo de este complejo siglo IV todas las provincias sufren en algún momento tal escasez. Y junto a todos estos territorios imperiales también serán habituales entre algunos pueblos bárbaros fronterizos del Imperio, quienes usarán la moneda romana y la complementarán con sus propias imitaciones.
¿Cuáles fueron las causas que generaron estas imitaciones? La principal de todas ellas fue sin duda la penuria de moneda oficial en un momento dado, bien por emisiones reducidas (voluntarias o no), bien por dificultades de aprovisionamiento por motivos financieros bélicos o de comunicaciones. Es importante aclarar que las "imitaciones" no se tratan de falsificaciones, dado que nacieron no tanto para defraudar al Estado sino para su suplirle en el servicio de moneda. De manera que por sus características serán piezas que no harán la competencia a la moneda oficial, e incluso el Estado tolerará más o menos su circulación.
En cuanto a los trabajos de imitación, quienes se encargarán de ellos serán los monederos locales, quienes trabajarán en grupo o individualmente, además de pueblos fronterizos, o incluso grabadores oficiales (Cod.Teod VIIII 21, 2, del 20 de Noviembre de 321), con resultados más logrados pero también más perseguidos.
Tipos y características de las monedas de imitaciónAhora bien, ¿qué tipos dentro de la moneda bajo imperial fueron los más imitados? En este sentido hay que señalar que existe una amplia y variada diversidad tipológica, bastante subjetiva y dependiendo de cada autor en función de las características de la moneda (metal, peso, iconografía, epigrafía). De modo tal que la gama es tan variada que va desde piezas muy difíciles de diferenciar de las oficiales, a otras en que por el contrario es muy costoso discernir algún rasgo de identidad con la moneda oficial imitada.
Son varios no obstante los elementos que nos pueden ayudar a diferenciar una imitación de una moneda oficial. En primer lugar la posición de cuños de las piezas. Mientras que en las monedas oficiales suele ser regular, en las imitaciones ésta resulta muy variada. En segundo lugar su porcentaje de plata es inexistente, a diferencia de algunas de las monedas a las que imitan, en que sí existe aunque muy bajo. El metal es a veces similar al de las piezas oficiales, aunque otras no, al emplear grandes monedas alto imperiales troceadas cuya aleación es bien distinta.
Pero sin duda alguna donde mejor se puede diferenciar la imitación de la moneda genuina es en los diseños tanto de los tipos como de las leyendas de los dos lados de la pieza. Los bustos de los emperadores en el anverso y las alegorías del reverso, con variaciones, suelen ser burdos, descentrados, de mal estilo y sin proporciones, en tanto que en las leyendas las letras van desde las que son irregulares en tamaño y forma, aunque legibles, hasta las que son auténticas letroides grabadas por personas iletradas.
Por lo que se refiere a las marcas de ceca, normalmente se copiarán con más o menos fortuna las del taller cercano, que generalmente es de las que más piezas oficiales disponen. Para terminar, el peso y el diámetro de las imitaciones, salvo raras excepciones, es siempre menor, a veces tan ínfimo que es difícil pensar en su utilización como moneda corriente.
Periodos de imitaciones de las monedas de bronce en el Bajo ImperioEl desarrollo de las imitaciones de bronces fue una constante en el Bajo
Imperio, pudiéndose distinguir en dicha actividad diversas etapas o periodos:
Periodo 294-307Desde la reforma de Diocleciano hasta la llegada al poder de Constantino I y la primera reducción metrológica, contamos todavía con escasísimas imitaciones, aunque sí existieron algunas falsificaciones fraudulentas hechas para beneficiarse del contenido de la plata del nummus, creado en la reforma, empleando plomo en vez de plata. También existen en este momento reacuñaciones sobre piezas de emperadores rivales, con un sentido más de propaganda y de lucha política que debido a falta de numerario.
Periodo 307-348Desde Constantino I y hasta la reforma efectuada por sus hijos Constancia II y Constante, hay varios momentos que destacan especialmente por sus imitaciones. Uno es tras el 318. En ese año se produce la reforma que desmonetiza las piezas tipo "Soli Invicto Comiti" y la imagen del Sol, sustituidas por otras con dos victorias sujetando una corona vegetal sobre columna y la leyenda "Victoriae Laetae Princ. Perp". Así en este momento aparecerán imitaciones tanto por el desgaste provocado por el cambio, como porque se emitirán menos de las nuevas monedas para controlar la inflación, pero al precio de provocar escasez en algunas zonas.
Otro periodo es el desarrollado entre 330 y 341, uno de los momentos álgidos de las imitaciones. La inflación es en este periodo cada vez mayor, y pese a producirse grandes cantidades de moneda oficial, éstas no resultarán suficientes, lo que generará de nuevo imitaciones. Estas resultarán además favorecidas ahora por el descenso de módulo y peso de los nummi, haciendo que las imitaciones, de reducido tamaño también, sean más aceptadas. Los tipos más imitados de este periodo serán los del reverso "Gloria Exercitus" con soldados y uno o dos estandartes; "Urbs Roma" con la loba y los gemelos; y "Constantinopolis" con una Victoria alada navegando.
Periodo 350-353 (Las monedas de Magnencio)A partir de la reforma de los hijos de Constantino I hasta la muerte de Juliano se desarrolla el otro gran periodo de las imitaciones bajo imperiales. En el año 350 el general Magnencio se proclama emperador y acuña sus monedas que son pronto imitadas en la zona central del Imperio, que es la que él domina. Derrotado por Constancia II en el 353, al año siguiente publica éste un decreto (Cod.Teod VIIII 23, 1, del 8 de Marzo) por el que se desmonetizan todas las piezas de Magnencio, esto es, tanto las monedas grandes de la reforma de 346/348, como las acuñadas en años anteriores, en aras de unificar y reformar el numerario en el territorio romano. Sin embargo esto también creará una severa falta de moneda, pese a las fabulosas cantidades oficiales emitidas, reapareciendo de este modo las imitaciones en volumen considerable.
Las monedas de Magnencio que se imitarán durante este periodo son las del tipo "Victoria dd nn aug et caes" con dos victorias sujetando un escudo y "Gloria Romanorum" en la que el emperador a caballo alancea a un bárbaro. Las de Constancia II son casi exclusivamente las del tipo "Fel Temp Reparatio" donde figura un infante alanceando a un jinete derribado. Y las de Juliano, que son mucho menos frecuentes, llevan el tipo anterior y el que con un toro aparece la leyenda "Securitas Reipub".
Periodo 363-395Este último periodo que acaba con la muerte de Teodosio, se caracteriza por una reducción en el número de imitaciones de bronce, aunque destacan las de Graciano y Magno Máximo (378-383). Esto se debería al refuerzo de las leyes penales contra tales alteraciones, a que mejora el aprovisionamiento desde las cecas hasta distintos puntos del Imperio, aunque siga sin ser completo, y a que se necesita menos volumen de moneda al descender el nivel de intercambios, con una tendencia paulatina hacia la economía natural, en la que la moneda es menos importante.
Para cerrar este capítulo dedicado a las imitaciones bajo imperiales conviene destacar el hecho de que entre los coleccionistas existe muy poco aprecio en general hacia este tipo de monedas. Si bien es cierto que su estilo es poco atractivo, sus improntas son defectuosas y suelen estar descentradas, también es verdad que son fundamentales para el estudio de la circulación monetaria (siempre y cuando conozcamos con rigor las circunstancias del tesorillo), al ser uno de los más fieles reflejos de la penuria de moneda en diferentes zonas del Imperio.