Hoy en día un país emite moneda dependiendo de su capacidad productiva, no del oro que hay en sus arcas. Es decir, que se puede emitir dinero cuando eres capaz de generar ese dinero, no porque realmente lo tengas.
Crear monedas con un poco de valor intrínseco no haría más que aumentar el coste de producción. Lo cual no beneficiaría a nadie. Si se volviese al patrón oro se podría estimar una inflacción de un 2000% de golpe, lo cual tampoco beneficiaría a nadie y acabábamos a tiros seguro.
Vamos, que lo veo imposible sin que antes haya una Tercera Guerra Mundial (que dejaría en juegos de niños a las dos anteriores) o un desastre de semejante magnitud que consiguiese tumbar el capitalismo y buena parte de la civilización occidental.
saludos,
Adolfo