El valor está expresado con números romanos
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, en 1881 requería de fondear sus arcas para alcanzar sus presupuestos. Como Francia en ese tiempo estaba acuñando monedas con metales de aleación de cobre y níquel, el Gobierno Mexicano pronto se dio a adoptar también estos materiales en sus monedas fraccionarias.
El Presidente Manuel González emitió un decreto de fecha 16 de diciembre de 1881, para autorizar su emisión.
La moneda de vellón de la República Mexicana, se compone de una liga en proporción de 75 a 80% de cobre y 20 a 25% de níquel. El diámetro de la pieza de un centavo es de diez y seis milímetros y su peso es de dos gramos.
Esta medida contribuyó a disminuir las presiones económicas del país, aunque para adoptarla, se tuvieron que enfrentar a muchos problemas, empezando por la maquinaria necesaria para acuñar estas monedas, que no existía en México. La moneda fue acuñada en los años de 1882 y 1883.
Al principio estas monedas fueron bien aceptadas porque facilitaban las pequeñas operaciones mercantiles, pero con el pasar del tiempo, la gente estaba muy inconforme de tener tantas monedas “sin un valor intrínseco”.
La moneda fue recibida por la gente con disgusto y más cuando, en los mercados y comercios, se les recibía con mucho menos valor que la plata; los curas las recibían al 50% en el pago de las obvenciones parroquiales y los patrones pagaban con ella, después de comprarlas con gran descuento.
La depreciación llegó a ser del 60%. El 21 de diciembre de 1883 se produjo lo que se llamó “El motín del Níquel’; la muchedumbre asaltó el carruaje de González a la salida de Palacio, exigiendo el retiro de la moneda y el presidente se vio obligado a hacerlo de inmediato, con graves consecuencias para el erario.
Así que pronto se tuvo que regresar a la acuñación de moneda fraccionaria en cobre y hasta en plata.
Anverso:
Al centro está un carcaj con flechas, un arco y una macana azteca, atados con un lazo. La leyenda: “República Mexicana” y la fecha.
Reverso:
Con números romanos el valor de la moneda, rodeado por una guirnalda.