Existe otra explicación que yo he visto usar en construcciones defensivas del siglo XVI, aquí en Europa. Simplemente entrabas en cuclillas con la cabeza por delante, y como lo primero que pasa es el cogote con los ojos hacia abajo, pues con una buena maza o garrote, hacían un bonito destrozo y encima taponabas la entrada.
Con este sistema muy pocas personas podían efectuar una defensa muy efectiva.