Este oasis de país tiene estas cositas. Amigos, en pleno siglo XX, en nuestros fondos del Museo Arqueológico Nacional, se perdieron parte de los hallazgos de cultura argárica, siendo unas dagas/puñales/alabardas las que acabaron destruidas por el efecto de las reacciones metal o gráficas. No fueron robados, no, pero si dejados en manos, ¿de ignorante? Esos fondos, cuando son revisados, pueden haber sufrido tanto, tanto, que son irrecuperables.
El caso de este carro, perdido, ignorado, y sin acceso a trabajos de síntesis, da para reflexionar. El principio, científico, la prudencia. Intenten investigar sin pertenecer al cónclave docente...
Paradigma nuestro, la Numismática. Ustedes saben lo que desconocen estos cónclaves, y de paso se hacen leyes de estigmatización de quienes amamos esta disciplina, del tipo de las de Patrimonio, intentando criminalizar tan relevante disciplina histórica. A veces quisiera ser francés, o británico, a ver que tal. Perdonar, pero me he dejado llevar. Saludos cordiales.