Muy buenas, gente, gentecilla y gentuza que pululáis por aquí:
Os leo algunas veces, desde los matorrales, sin intervenir nunca, siempre hastiado de ver la decadencia imperante e imparable del sitio.
No me había registrado hasta ahora porque estoy asombrado -y me duele- de ver el deterioro gradual del foro, al que ya sólo entran los codiciosos a preguntar por su chatarra, y en el que los que más sabían ya ni intervienen. El foro está plagado de hilos de cultura general, sacados de páginas pseudoperiodísticas de baja estofa, principalmente amarillistas y exageradas. Ya nadie colecciona oros, salvo algún oro menor o alguna onza común. Ni los que coleccionaban ocho reales, antes una pléyade, ya se hacen notar. Y qué decir de la reata de los dureros: ¡en la misma línea!
No me habría registrado nunca, permaneciendo así en la sombra, si no fuera por el enorme incremento, habido en los últimos tiempos, de estas entradas de analfabetos forrajeros en busca del pelotazo fácil que supone lo que ellos creen que es un error, un unicornio, o una singularidad única, encontrada, curiosamente, siempre en el cambio. Si hay algo que me enerva son esos tontos codiciosos. Y eso, tras unos días de contención, ha sido lo que me ha impulsado a entrar y responder a un par de idiotas de ellos.
Y...
... eso es todo.
Un placer, breve supongo, hasta que me echéis.
Enchanté