No sabes cuánto te agradezco esta regalación.
Todos los años voy al menos una vez a ver a la Virgen.
De mi pueblo va mucha gente andando para cumplir sus promesas. 80 kilómetros.
Como anécdota, el penúltimo coche que me compré
y que acabo de cambiar hace un año, la primera vez que lo llevé al pueblo,
mi madre que ya vivía alli jubilada,
tuvo el antojo de que había que llevarlo a Guadalupe para bautizarlo con agua bendita.
Allá que fuimos y a falta de recipiente, entramos a un bar a comer la preceptiva morcilla
y el obligatorio vino y compramos una botella de agua que nada más salir vertí en la calle.
Lo gracioso es que recorrimos todas las pilas del templo
y todas estaban vacías y no pudimos llenar la botella.
El coche se quedó sin bautizar, pero como dijo mi madre, con la intención bastaba.
Muchas gracias y un saludo.
Edito para añadir que mi madre falleció hace ya algunos años,
en su lápida tiene grabada a su Virgen de Guadalupe.