Por si alguien tiene a bien aportar algo para su correcta
y de momento definitiva clasificación.
Mide 1,9. Pesa 2,3.
Adjunto tres fotos porque en la primera dudaba
que este individuo gastara semejantes narices, pero no,
en la segunda sale igual.
Seguro que tuvo la muerte del loro, que estornudó
y se clavó el pico en el pecho.
Nada que envidiar a Paco el bajo de los santos inocentes,
que seguía a gatas el rastro de las perdices.
Ahí van.