Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Una de las piezas pequeñajas raras de ver de Constantino I:
PAIS: Imperio Romano
EMPERADOR: Constantino I
VALOR: ¼ de Nummus
AÑO: 310/1 d C.
DIAMETRO: 14 mm.
PESO: 1,25 gr.
METAL: Bronce
CECA: Trier
REFERENCIA: RIC VI Trier 913
RAREZA: R2 (Rara)
ANV.: Cabeza laureada con coraza mirando a la derecha del emperador Constantino I. Alrededor leyenda: CONSTANTINVS AVG.
REV.: En 4 líneas: VOT / X / MVLT / XX dentro de corona de laurel.
Cuando se acuñan estas escasas piezas, en lo político pese al aparente equilibrio tetrárquico del año 307, la conferencia presidida por Diocleciano en Carnvntvm en noviembre del 308 reconoció sólo a dos Augustos, Galerio y Licinio, quedando Constantino I como César de éste y con responsabilidad política y militar sobre el occidente del Imperio romano (Aurelio Víctor, 40,
. Esa cuarta experiencia tetrárquica —que podría parecer un menoscabo para los intereses de Constantino I— en la práctica dejaba en sus manos la Galia y Britannia, lo que suponía aceptarle como heredero de su padre, el difunto Constancio I. Bien es cierto que en Occidente la situación era especialmente complicada por la presencia de Majencio, que mantenía el control irregular sobre Roma y gran parte de Italia, y de su padre Maximiano, que oficialmente retirado del poder seguía ostentando el título de Augusto y mantenía una fuerte posición en la Galia; ambos quedaban fuera de la ley. Al conflicto interno había que unir las hostilidades de los Francos en la zona de Colonia.
Estos estertores del sistema tetrárquico, que parecían abocar a un sinfín de guerras civiles, fueron aprovechados por Constantino I para forzar una nueva concentración del poder en una sola mano. En primer lugar, Maximiano, que inicialmente no tenía otra opción que buscar la alianza con su yerno en la Galia, pronto se opuso a Constantino I (Aurelio Víctor, 40, 22; Eutropio, 10, 3, 2) y murió el año 310 tras ser capturado en Massilia (Marsella). En segundo lugar, la muerte de Galerio en mayo del 311 dejaba el Imperio romano en manos de tres Augustos (Constantino I, Licinio y Maximino Daia) pero ya sin Césares.
En tercer lugar, Majencio, con control sobre Roma pero nunca reconocido por los demás tetrarcas, sería vencido por el propio Constantino I —su cuñado— a las puertas de Roma el año 312 en la famosa batalla del Puente Milvio (Eutropio, 10, 4, 3; Lactancio, 44, 3-9).
A pesar de la mediación de Diocleciano, al final del año 310 la situación era aún más confusa con siete augustos: Constantino, Majencio, Maximiano, Galerio, Maximino, Licinio —al que había introducido en la pugna Diocleciano— y Domicio Alejandro, vicario de África y autoproclamado augusto.
En este entorno convulso comenzaron a desaparecer candidatos: Domicio Alejandro fue asesinado por orden de Majencio; Maximiano se suicidó asediado por Constantino y Galerio falleció por causas naturales.