LENTEJITA SABROSONA

En mis incansables bicheos virtuales en busca de cosillas chulas he dado con esta lenteja áurea que puede que resulte atractiva a los aficionados al oro histórico, aunque esta pieza no lo sea en puridad. Se trata de una reacuñación de los ducados de oro austriacos que se dejaron de emitir en 1915. En el anverso vemos el perfil del emperador Francisco José con la leyenda en latín que informa al universo que se trata del emperador de Austria por la gracia de Dios. En el reverso, los dominios del imperio y el escudo de la casa real con la fecha. Es una pieza sin valor facial cuyo valor era el de su peso en oro en el momento de la transacción. Hela ahí:



Se trata de una moneda de ley .985, uséase, 23 quilates como 23 soles, con un peso de 3'442 gramos y un diámetro de 19'75 mm. Lo tienen de oferta los polacos por 205 €, que viene a ser lo que valen las monedas de 10 francos de ley .900  con un peso neto de 2'9 gramos.

En fin, ahí queda eso.

PAX VOBISCVM

Tengo una lentejita de esas, un poco dura para hacerla con arroz

taustanensis escribió:

Tengo una lentejita de esas, un poco dura para hacerla con arroz

Pero en vez de mucho hierro tienen mucho oro

Estoy francamente preocupado. Mi férrea voluntad se está doblegando peligrosamente, y siento un inquietante hormigueo cuando miro y remiro la lentejita. La duda me corroe, leches...

Ante la duda, disfruta de la "lentejita"

taustanensis escribió:

Ante la duda, disfruta de la "lentejita"

Estoy en pleno proceso de auto-persuasión, no crea...

Nunca me llamaron demasiado las reacuñaciones.
Pero, como persona interesada en el imperio austrohúngaro he de reconocer que es muy bonita, como todas las suyas.
Mi primera moneda de oro fue una de veinte coronas húngaras. La moneda más bonita (Esto como siempre es subjetivo, claro) de mi colección.

Calvero escribió:

Nunca me llamaron demasiado las reacuñaciones.
Pero, como persona interesada en el imperio austrohúngaro he de reconocer que es muy bonita, como todas las suyas.
Mi primera moneda de oro fue una de veinte coronas húngaras. La moneda más bonita (Esto como siempre es subjetivo, claro) de mi colección.

Ciertamente, los países del este de Europa han tenido siempre un talento especial a la hora de diseñar sus monedas. Les han dado un aire más artístico y elegante.