Durante la I Guerra Mundial el teniente coronel médico John McCrae, del Cuerpo Expedicionario Canadiense, estuvo presente en la Segunda Batalla de Ypres (22 abril-25 mayo de 1915), donde por primera vez se utilizaron gases venenosos en combate. McCrae quedó muy afectado por la muerte de su amigo y antiguo alumno, el teniente Alexis Helmer y el 3 de mayo observó la cantidad de amapolas que crecían entre las tumbas de los soldados muertos y escribió el poema que tituló "En los campos de Flandes" (
In Flanders fields).
El poema se publicó, sin firmar, el 8 de diciembre de 1915 en la revista
Punch y rapidamente alcanzó gran popularidad, utilizandose por los aliados en las campañas de reclutamiento y para la venta de bonos de guerra. La referencia a las amapolas que se citan en el poema, convirtieron a esta flor en el símbolo de los soldados aliados muertos en esta guerra, especialmente entre los países miembros de la
Commonwealth. Y sigue estando presente en el distintivo de las celebraciones que anualmente conmemoran el armisticio de 1918.
Los primeros versos dicen:
En los campos de Flandes
crecen la amapolas.
Fila tras fila
entre las cruces que marcan nuestras tumbas.
Y en cielo aún vuela y canta la valiente alondra,
su voz apagada por el fragor de los cañones.
Al cumplirse en 2015 el centenario del poema, Canadá acuñó esta moneda de 25 centavos conmemorándolo.
Acuñada en Ottawa en acero niquelado, tiene un peso de 4,40 g y 24 mm de diámetro. La tirada fue de 6.250.000 piezas.
El anverso, con la efigie de la reina Isabel II es obra de Susanna Blunt. Y el reverso, con la amapola en primer término, de Laurie McGaw y Tony Bianco.
KM#1852.1
Existe también una versión con la amapola coloreada en sus colores naturales (KM#1852.2)