Hace unos días, hablando con un amigo de monedas, me enseñó su pequeño tesoro. No es coleccionista.
Es, a mi parecer ,el más bonito diseño de una moneda de oro mexicana en el siglo XX (quizá de cualquier metal y con la excepción de los 5 pesos de Cuauhtémoc).
Va por ti J. M.
Metal: oro 900 ml
Peso: 16.66 g
Diámetro: 27.5 mm
Alineación: moneda
Anverso: Escudo. ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. 1959
Reverso: Calendario Azteca.VEINTE PESOS.15 Gr. ORO PURO
Canto: 'INDEPENDENCIA Y LIBERTAD'
La Piedra del Sol, también llamada el
Calendario Azteca, se encontraba en el interior del templo mayor de
Tenochtitlan. Tiene un diámetro de 3,60 m; 1,22 m de ancho y pesa más de veinticuatro toneladas. Se trata de una roca basaltica extraída del volcán
Xitle; a unos 25 kilómetros al suroeste de
México DF y en ella están grabadas con pictogramas temas relacionados con el universo y el culto al sol.
En los primeros años de la conquista del imperio Mexica fue sacada del interior del templo y situada junto al palacio del virrey durante décadas. Pero en su desempeño (durante la segunda mitad del siglo XVI), el segundo arzobispo de México
Alonso de Montúfar, lo mandó enterrar boca abajo (como símbolo maléfico), para que se olvidara el significado religioso y el recuerdo de los sacrificios que ocurrían en el templo. Y así quedó doscientos cincuenta años.
A finales del siglo XVIII, el virrey
Juan Vicente Güemes ordenó una remodelación de la plaza, la creación de nuevas calles y la eliminación de canales y balsas de cultivo. En el transcurso de estas obras, el
17 de diciembre de 1790 apareció de nuevo. Al lugar del hallazgo acudió el funcionario
Antonio de León y Gama que de inmediato supo del valor de lo hallado, y fue el que la bautizó con el nombre de
Calendario Azteca. En su informe lo reflejó así: “
Con ocasión del nuevo empedrado, estándose rebajado el piso de la Plaza, el día 17 de diciembre del mismo año, 1790, se descubrió á sola media vara de profundidad, y en distancia de 80 al Poniente de la misma Segunda puerta del Real Palacio, y 37 al norte del Portal de las Flores, la segunda Piedra, por la superficie posterior de ella” (sic)Gama tuvo que luchar contra enciclopedistas como
Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, que opinaban que los nacidos en América, y el arte que ejecutaban, eran irrelevantes. Medió ante el canónigo de la Catedral, José Uribe, para que no volviera a ser enterrado por su significado pagano, origen por el que se había enterrado. Fruto de sus gestiones se colocó junto a la torre poniente de la catedral el
2 de julio de 1791.
Allí contempló, en
1847, la ocupación de las tropas estadounidenses de la capital mexicana. Allí mismo tuvo que soportar los disparos de los soldados yanquis que lo utilizaron como blanco.
En agosto de
1885, por motivos de conservación, se trasladó a la
Galería de Monolitos del Museo Nacional inaugurado por Porfirio Díaz; con gran pesar por parte de la población que deseaba seguir viéndola en la plaza.
En
1964 fue trasladada al
Museo Nacional de Antropología e Historia de México, donde preside la sala de la cultura Mexica.
A día de hoy mantiene un estado de conservación muy bueno, aunque ha perdido los colores originales por estar tantos años al aire libre. Lo más dañado es la parte central, donde la cara de
Tonatiuh (dios del sol), está desfigurada por los balazos que recibió. Están dañados los dientes y la lengua, que representaba el cuchillo ceremonial con el que se hacían los sacrificios humanos que el dios solar exigía para alimentarse, y renacer cada día por el oriente tras su viaje nocturno por el inframundo.
Esos detalles perdidos se pueden observar perfectamente en la moneda.