Recuerdo que hace muchos años, descubrieron a un cartero que tenía en su casa cientos de cartas no repartidas, unas cerradas y muchas abiertas, se había quedado con el contenido. Y así estuvo años.
También recuerdo a otro que se quedaba con lo que le parecía de las cartas, hasta que abrió una carta bomba creyendo que algo bueno tendría en su interior, pero se llevó la sorpresa.
De todos modos los hay que deberían echarlos a la calle. Llevo varios años que el cartero se empeña en echarme en mi buzón paquetitos de compras chinas de un vecino de la calle de al lado. Cuando le dije que si no veía la dirección, me respondió que como mi hija hacía compras a China, que pensaba que todas eran para ella. El tontolaba ¿no miraba el nombre y la dirección?