El nombre de Hispania proviene de los fenicios, concretamente de la palabra “I-shphanim”, a diferencia de los griegos que denominaron a España como Iberia (del rio Ebro).
Más tarde fueron los romanos los que emplearon esta palabra para referirse a la Península Ibérica. Etimológicamente Hispania tiene el significado de “tierra abundante de conejos”. Esta referencia ya fue utilizada por Cicerón, Tito Livio, César y particularmente por el poeta veronés Cátulo, el cual lo catalogó como » Cuniculosae Celtiberiae”, que venía a significar “Celtiberia la de los conejos”.
La primera alusión a Hispania en las monedas la podemos encontrar a finales del Siglo III a.c., unas monedas de bronce acuñadas en Sicilia en las que se podía apreciar la leyenda “HYSPANORVM”. Estas monedas tienen su origen en los mercenarios hispanos que tras finalizar la Segunda Guerra Púnica querían reconocer su origen Hispano desde Sicilia.
Posteriormente, en el siglo I a.c. durante el período republicano por medio de la familia romana de Postumia, a través de un denario acuñado en Roma en el que podíamos apreciar grabado en la leyenda la palabra “HISPAN”.
Con posterioridad también el emperador Galba, durante el periodo de los 4 emperadores, dedicó algunas monedas a Hispania.
Curiosamente, y aunque en aquellos momentos la Península se encontraba dividida administrativamente en diferentes provincias, pero toda era considerada como una única entidad denominada Hispania.
Años más tarde, el gran Emperador de origen hispano Adriano, que tenía la costumbre de realizar largos y frecuentes viajes a través de su gran Imperio, viajes que se conmemoraban con diferentes acuñaciones de monedas.
Se emitieron diferentes áureos, denarios, dupondios, ases y sestercios dedicados a la Gallia, Africa, Syria, Arabia, Italia, Alexandria, Germania y como no, a Hispania. Adriano se crió en un pequeña urbe muy cercana a la actual Sevilla bajo el amparo del Emperador Trajano, su tío y mentor.
Aunque la alegoría a Hispania en las monedas romanas fue apareciendo en diferentes ocasiones a lo largo de la historia (áureos, ases, sestercios, dupondios, denarios) , la más conocida fue la de las acuñaciones de Adriano, con los reversos de HISPANIA.
En 1869, el Gobierno Provisional terminó con el reinado de Isabel II y dio paso a la instauración de la República en España.
Las nuevas monedas de la época, y en particular el duro, se corresponden con la adopción del nuevo sistema monetario que tendría como base la peseta.
La diferencia de esta moneda respecto a la acuñada por el Emperador Adriano fue que en vez de una corona de laurel optaron por una corona mural (símbolo republicano) en la alegoría de Hispania , y también añadieron unas rocas en clara alusión al peñón de Gibraltar.
El escudo vigente en el reverso de estas monedas se forma de los escudos de los reinos de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada. El timbre es una corona mural y a ambos lados del escudo podemos ver las dos columnas de Hércules con el lema Plus Ultra (Más Allá, en latín).
En el canto de estas monedas podemos encontrar grabado el lema “Soberanía Nacional” en alusión a “La Gloriosa”.
En la moneda podemos observar las iniciales “L.M.”, corresponden al nombre del magnífico grabador de La Casa de la Moneda, Luis Marchioni. Estos duros tienen un peso de 25 gramos aproximadamente y están acuñados en plata de 900 milésimas.
Como curiosidad apuntar que fue el 20 de enero de 1870 cuando se procedió al grabado de las nuevas monedas. El caso es que como no disponían en ese momento de cuños con la fecha 1870, se realizó un reducido número de acuñaciones con fecha de 1869. Aunque en este sentido hay cierta desigualdad sobre el número de acuñaciones de la tirada real, algunos expertos atribuyen 100 ejemplares aproximadamente fechados en 1869. Por lo que es una pieza muy valiosa y deseada dentro del coleccionismo y la numismática española.
Entre el convulso periodo entre 1869 – 1875 (breve Reinado de Amadeo I, I República y Guerras Carlistas) se continuaron emitiendo dichas monedas con la figura adaptada de Hispania diseñada por el Gobierno provisional, y no fue hasta la Restauración Borbónica que desaparecerían de las monedas de curso legal.
Aunque en varias ocasiones la alegoría de Hispania ha estado presente en algunas acuñaciones conmemorativas o medallísticas, como es el caso del centenario de la peseta en 1969, la última acuñación legal con el famoso grabado fue precisamente en la última acuñación de la peseta en el año 2001 bajo el reinado de Juan Carlos I. De esta manera la alegoría a Hispania estuvo presente tanto en la primera como en la última peseta. alargando más aún si cabe el legado de la Hispania de Adriano.
Fuente:
https://mayor25.comOtra que lleva conmigo tiempo y que aún no había sido fotografiada...
5 Pesetas I República 1870Peso: 24,8 grs
Diámetro: 38 mm
Ensayadores: Donato Álvarez Santullano, Rafael Narváez – Ángel Mendoza Ordóñez (SNM)
Material: Plata
Estrellas: 18-70
Tirada: 5.923.455 piezas