Imagino que, como todo, habrá quien esté dispuesto a vender a su abuela en el mercado de esclavos de Damasco con tal de conseguir una determinada caja de cerillas y quien pasará del tema. El coleccionismo va de eso, del fetichismo del personal por determinados objetos. En todo caso, como bien dice, por probar no pierde nada. Puede formar lotes por marca o países y ofrecerlos en portales de compra-venta.
En cuanto al transporte, yo no me preocuparía. Si lo envía por correos nadie va a preguntar que contiene el sobre, y si echan a arder nadie sabrá de dónde partió el incendio, digo yo. En todo caso, ya sería mala suerte que cerillas que llevan apagadas 40 o 50 años entren en combustión espontánea de repente, carajo
SILENTIVM EST AVRVM