Hola a tod@s, hoy voy a presentar otra de esas monedas que tanto me gustan y
que proceden de otro pecio no tan conocido, pero contemporáneo, con cargamento de monedas españolas y bandera británica. Se trata de
8 Reales acuñados en la ceca de
México a nombre del Rey ilustrado
Carlos III en el año
1772 presentando una acuñación que escenifica la perfección técnica imperante bajo la dinastía de los Borbones en comparación con siglos anteriores.
Datos de la pieza:Nominal: 8 Reales
Año: 1772
Ceca: México (“Mo”; en el reverso)
Metal: Plata de 903 milésimas
Peso: 22 gr (frente a los teóricos 27,0674 gramos aprox.)
Diámetro: 39 milímetros (aprox.).
Canto: Cordoncillo (Patrón de rectángulos y círculos)
Forma: Redonda
Tipo de acuñación: Prensa a volante
Ensayadores: Siglas “FM”. Correspondientes a D. Francisco Antonio de la Peña (“F”) y Manuel de la Peña (“M”).
Estado de conservación: “Shipwreck effect (G3/C)”. Aunque, realmente, no lleva tantos años sumergida, la pieza presenta un deterioro significativo por la acción del agua salada. El anverso muestra la silueta del monarca con algunos elementos del busto visibles, tales como detalles de la vestimenta o la corona de laureles. Las leyendas están completas y visibles, al igual que la fecha. Rotura en la parte inferior de la moneda que afecta parcialmente al último dígito de la fecha. El reverso muestra el escudo bien visible, al igual que la leyenda, con el valor nominal y ensayador identificables. Los lemas “PLUS” y “ULTRA” parcialmente disponibles. Superficie irregular por la acción marina. Detalles en general que permite la correcta identificación. Además de la corrosión, nos damos cuenta que la moneda tiene un “remache” soldado en la zona central, sobre el escusón borbónico, con el que fue rescatada de los restos del pecio. Esto quiere decir que, aunque la moneda corresponde en tipología y reinado con la carga del barco, este ejemplar formaba parte de los enseres personales de algún tripulante, que lo utilizaba como un elemento ornamental de su vestimenta o como elemento accesorio, haciendo valer una notoria condición social. Recientemente (diciembre de 2021), se han visto varios ejemplares a la venta en portales americanos con este remache. La moneda cuenta con el correspondiente “COA”.
Variante: Letras de los ensayadores (“F.M.”) invertidas.
Referencias bibliográficas: “KM# 106” y “Cal#1104”.
Rareza: Rara. Tanto por la ceca en sí o por el estado de conservación, este último afectado por las circunstancias del naufragio y la incorporación del remache en el reverso. Si no por lo poco frecuente que resulta ver monedas procedentes de este pecio en concreto.
Pecio: “Hartwell Wreck (1787)”. Barco integrante de la flota de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales y que naufragó en 1787 cerca de Cabo Verde. En este pecio se encontraron, fundamentalmente, monedas españolas de las cecas americanas de México y Lima, a nombre del monarca Carlos III. No olvidemos que las monedas españolas eran la divisa mundial del momento y la comúnmente aceptada en Asia, viéndose obligadas las demás naciones, muchas veces, a cambiar sus monedas nacionales por monedas españolas para poder comerciar.
Reinado: Carlos III “El Político” o “El Mejor Alcalde de Madrid” (1759-1788)
Dinastía: Casa de Borbón
Leyendas:Anv.: “
CAROLUS • III • DEI • GRATIA • 1772•” alrededor del busto armado y con corona de laureles del monarca mirando hacia la derecha. Corrosión marina agresiva. Rotura irregular en la parte inferior.
Rev.: “
•HISPAN • ET • IND • REX • Mo • 8R • FM •” alrededor del escudo coronado con las armas de Castilla y León, el escusón que guarda las 3 flores de Lis en el centro y, en la base del escudo, una granada en referencia a tal reino. A ambos lados, las columnas de Hércules con las leyendas “
PLUS” y “
ULTRA”. Corrosión marina agresiva. Rotura en la parte inferior y remache soldado en el centro para uso ornamental de época.
Observaciones: La pieza en cuestión presenta las oxidaciones propias de una moneda que ha permanecido más de 200 años bajo el mar, pero que a pesar de esto, no ha perdido los detalles que permiten su correcta identificación, por lo que esta moneda en cuestión es un fiel testigo de la historia española durante el siglo XVIII y europea, así como del comercio marítimo ultramarino. Con todo ello y, dado que aún permanecen visibles los elementos significativos de esta moneda (escudo, fecha, ceca o ensayador), con las leyendas disponibles a pesar al daño por oxidaciones marinas, estimo que presenta un “grado 3 o C” en lo referente al estado de conservación.
Información histórica: El Hartwell fue un barco construido por la “English East india Company” (“EIC”) y terminado durante el mes de febrero de 1787. Sin duda, se trataba de un gran hito para la compañía, pues esta nave de tres cubiertas, de aparejo completo y 938 toneladas sería la de mayor tamaño, en lo que a su tipología se refiere, que entraba a formar parte de su flota. Con tanto orgullo, sólo podía dársele un cometido digno de su importancia, por lo que se decidió que su viaje inaugural sería hasta China para comerciar con los territorios de la región y traer exóticos objetos y mercancías a los puertos ingleses. A los mandos para este primer viaje estaría, precisamente, el hermano del propietario del barco (John Fiott), Edward Fiott, puesto que, tanto él, como varios miembros de su familia eran importantes accionistas de la Compañía. Su carga, unas 209.280 onzas de plata española, acuñadas en las cecas de México mayoritariamente, pero también de Lima, todas a nombre del monarca Carlos III, para cumplir con su misión.
El viaje se puso en marcha y lo que parecía una travesía tranquila, a priori, pronto se convirtió en un polvorín a bordo. El Capitán, por alguna razón, decidió cambiar el horario de determinadas tareas y rutinas a bordo, lo que afectó al funcionamiento general del barco. Algo tan sencillo como el apagado y encendido de las luces fue la gota que colmó el vaso de una ya encendida tripulación, por lo que el 20 de mayo estalló un motín a bordo. Unos 50 tripulantes cuestionaron toda orden y se negaron a cumplirlas hasta el punto que se llegaron a empuñar armas blancas y un lenguaje impropio de una tripulación civilizada, prueba de lo que todos habían experimentado a bordo. La tensión duró unos tres días, según el relato de un testigo directo, hasta que poco a poco el Capitán logró ir haciéndose de nuevo con el control del barco y arrestó a tres miembros de la tripulación que consideraba los responsables directos del motín. Estas personas fueron encerradas y encadenadas en la bodega.
La tención generada después de tres días sin casi poder dormir favoreció a que los oficiales bajaran la guardia cuando habían variado el rumbo para entregar a los amotinados y la noche del 24 de mayo encallaron en un arrecife ubicado al noreste de la isla “Boa Vista”, en lo que hoy es Cabo Verde. El barco se hundió rápidamente y no hubo tiempo de rescatar la preciada carga, pero al menos no se perdió ninguna vida durante aquel trágico suceso.
Tras el rescate de la tripulación, el Capitán Fiott fue sometido a un juicio por los acontecimientos. Una investigación de la propia “EIC” determinó que el intento de motín a bordo tenía como objetivo hacerse con la valiosísima carga que transportaba el barco y que la indecisión del propio Capitán ante situaciones que requerían de su mando firme agravó la situación hasta el trágico desenlace conocido por todos. El 22 de junio de 1787, Fiott sería destituido.
Como dato curioso señalar que uno de los tripulantes del barco, el guardiamarina John Bellingham, pasaría más tarde a la historia como el asesino del, por entonces, primer ministro británico Spencer Perceval, en 1812.
Primer rescate: Las noticias no tardaron en llegar a los despachos de la Compañía que, horrorizados, pusieron en marcha de forma inmediata un plan de rescate. Se decidió contratar a los hermanos Braithwaite para que recuperaran la preciada carga. Así, entre 1788 y 1791 lograron rescatar para la “EIC” unas 97.650 monedas con éxito, pero no consiguieron poner a salvo el resto de la carga y otros objetos que pudieran resultar de interés. No obstante, se tiene conocimiento que, durante los periodos de ausencia de los hermanos Braithwaite, buceadores particulares y lugareños se hicieron por su cuenta con otros 40.000 duros.
Segundo rescate: Corrió a cargo de la empresa sudafricana “Afrimar”, que realizó los primeros trabajos en la zona entre los años 1994 y 1996.Sin embargo, no han trascendido datos de la cantidad de monedas y artefactos del pecio que lograron sacar a la superficie.
Tercer rescate: Las autoridades de Cabo Verde otorgaron los correspondientes permisos de exploración y rescate a la lusa “Arqueonautas Worldwide SA”, que en 1997 realizó un estudio minucioso mediante magnetómetro de los restos que “Afrimar” había dejado durante sus trabajos previos. Así, se logró documentar y rescatar, bajo la referencia “BOA-007”, un buen número de artefactos del pecio entre los años 1998 y 1999, pero sin embargo se puso de manifiesto que los trabajos previos, realizados en el siglo XX, causaron ciertos estragos en la disposición de los restos y ello supuso que datos importantes sobre la vida a bordo del barco se perdieran sin remedio.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.