Hola a tod@s, hoy voy a presentar una monedilla que forma parte de un
conjunto de 8 piezas que me parecen de lo más interesante. Se trata de un
Duit acuñado en la ceca de
Java (“Z”) en el año
1810 para su circulación en las
Indias Orientales holandesas. Es bien sabido que estas monedas solían acuñarse para la “VOC” durante varios siglos, pero por estas fechas la Compañía ya no estaba operativa, siendo su “heredera” natural, las autoridades de los Países Bajos. En este caso, la pieza se acuñó bajo el nombre de
Luis Napoleón Bonaparte, hermano del emperador francés y colocado en el trono holandés como parte de la política de control del continente europeo.
Datos de la pieza:País: Holanda
Nominal: Duit
Año: 1810
Ceca: Java (escrito en la parte inferior del reverso y letra “Z” debajo de la fecha.)
Metal: Cobre
Peso: 1,8 gramos (aprox.)
Diámetro: 21 milímetros (aprox.).
Canto: Liso
Forma: Redonda
Alineación: Medalla (0°)
Estado de conservación: “Shipwreck effect”. La pieza muestra el Anagrama Real parcialmente visible, con signos de corrosión marina agresiva y tonos oscuros en la superficie. El reverso, muestra casi todos los elementos acuñados, con la estrella de 6 puntas, el nombre del territorio y la fecha, además de la letra de la marca de ceca. Marcas de corrosión marina muy significativas y tonalidades oscuras. La pieza ha sido restaurada tras el rescate e incluye el correspondiente “COA”.
Referencias bibliográficas: “KM# 225”
Rareza: Rara. Ya no sólo por proceder de un rescate marino, sino por tratarse de piezas acuñadas durante un reinado muy corto, minoritarias de localizar en comparación con las piezas anteriores.
Variantes: En este caso, se caracteriza por la forma del Anagrama Real, estilizado y con las letras enlazadas, así como la presencia de una estrella sobre el mismo, todo ello en el anverso.
Pecio: Desconocido. Se trataba de piezas rescatadas (conjunto de 8 monedas) que fueron extraídas, separadas y limpiadas en aguas de Surabaya, en el territorio de Java. Al final de esta ficha indicare los datos presentes en el “COA”, pero se estima que estas monedas fueran lanzadas al mar en torno al año 1839, unos 29 años después de su acuñación.
Reinado: Luis Napoleón (1806-1810)
Dinastía: Bonaparte
Leyendas:Anv.: Anagrama Real “
LN” con las letras enlazadas y estilizadas en el centro. Con estrella sobre el mismo. Sin leyendas. Corrosión marina y tonalidades oscuras.
Rev.: “
*JAVA 1810 Z” sin elementos decorativos adicionales. Signos de corrosión marina agresiva y marcas oscuras.
Observaciones: La pieza en cuestión presenta las oxidaciones propias de una moneda que ha permanecido más de 150 años bajo el mar, pero que a pesar de esto, no ha perdido los detalles que permiten su correcta identificación, por lo que esta moneda en cuestión es un fiel testigo de la convulsa historia europea durante el siglo XIX y la pérdida de influencia de algunas naciones respecto a sus territorios ultramarinos. Con todo ello, aún permanecen visibles los elementos significativos de esta moneda (anagrama, marca de la ceca, o la fecha), con las escasas leyendas disponibles a pesar al daño por oxidaciones marinas.
El personaje: Luis Napoleón Bonaparte reinó en Holanda desde el 5 de junio de 1806 hasta el 1 de julio de 1810 bajo el nombre de “Lodewijk Napoleon”. Era el hermano del primer emperador de Francia, Napoleón I, siendo entronizado como soberano de los Países Bajos, sin embargo lejos de tener contento a su hermano, Luis mantendría algunos conflictos con los intereses de Francia y esto supuso la invasión de Holanda por parte de Napoleón. Luis fue forzado a abdicar ese mismo día a favor de su hijo, Napoleón Luis Bonaparte, el cual reinó como Luis II, pero sólo durante ocho días, pues Napoleón terminaría anexionándose el territorio el 9 de Junio de ese mismo año.
La cuestión de Java: En el año 1596, una expedición holandesa formada por cuatro barcos y comandada por Cornelis de Houtman sería el primer contacto con Java para los europeos y para Holanda, país que junto a la “VOC”, administrarían el territorio los siglos venideros. A fines del siglo XVIII, los Países Bajos habían extendido su influencia sobre los sultanatos de lo que hoy es Indonesia, gracias a las actividades y el poder de la “VOC”. Ante esta situación, el descontento de los habitantes de Java con sus administradores europeos iba en aumento, pero los conflictos internos que mantenían abiertos entre ellos mismos les impidió formar una organización para contrarrestar a los holandeses. Los gobernantes locales se amparaban en su rica tradición para afirmar que sus actos estaban respaldados por una autoridad divina y los holandeses, sirviendo a sus propios intereses, los ayudaron a mantener su poder en los correspondientes territorios, pero siempre dentro de la administración colonial.
Cuando las “Guerras Napoleónicas” azotaron Europa, los Países Bajos se incorporarían a Francia, de la misma forma que las Indias Orientales holandesas. Por esta razón, el binomio 1810 y 1811 fueron años especialmente convulsos en Java, primeramente administrada por unas autoridades títeres holandesas, pero que bajo el reinado de Luis Napoleón, realmente estaban intervenidas por Francia, hasta la anexión definitiva por el emperador francés. En 1811, Java sería capturada por las tropas británicas e incorporadas inmediatamente a su vasto imperio ultramarino. La Compañía Británica de las Indias Orientales se hizo cargo de la administración del territorio entre los años 1811 y 1816, mientras se restauraba el dominio holandés en 1814, de acuerdo a lo dispuesto en el Tratado de París. Este caos político, también vino acompañado de un fuerte caos monetario pues, a modo de ejemplo, se llegaron a acuñar monedas con valor de “2 1/2 Stuivers” bajo el dominio francés, luego holandés y finalmente británico.
Con todo este trasiego, la población local estaba muy descontenta y el rechazo a la presencia europea empezaría a fraguarse en los principales enclaves del territorio a lo largo del siglo XIX, con pequeñas acciones incluso por parte de la población civil, que no dudó en empezar a deshacerse de los “Duit” y otras monedas de cobre coloniales, lanzándolas en cantidades significativas a los lagos, ríos y a las aguas del mar que bañan el territorio. Aquí es donde nos centraremos.
El rescate: El propio “COA” que acompaña al pequeño lote de piezas adquiridas indica que éstas fueron recuperadas cerca de Surabaya (Java, Indonesia) de un pecio desconocido. Lo cierto es que no se hace mención a que se encontraran restos de un barco u utensilios típicos de la vida a bordo, sino “bloques” de estas monedas exclusivamente. Esto nos hace dudar que, realmente, se produjera un naufragio en la zona, pues tampoco se tiene documentado que se produjera alguno durante el periodo analizado. Las hipótesis de algunos analistas sobre estas piezas son de lo más variopintas, especulando incluso que lo que se hundiera fuera un bote o embarcación de pequeñas dimensiones (para una o dos personas) donde se cargaban las monedas y que el deterioro de algo tan pequeño sea el responsable de que hoy no hubieran restos. A mi juicio, tal vez sí que pasó un bote por aquella zona, pero dudo mucho que éste se hundiera, pienso que la realidad es que las monedas fueran lanzadas al agua intencionadamente, como ya hemos comentado, en torno a 1839, pues sí que está documentado que por estos años se arrojaron al mar y a los ríos gran cantidad de “Duit” y “Stuivers” como repulsa a la administración de los Países Bajos, siendo un germen del movimiento nacionalista posterior, ya bien entrado el siglo XX. Las monedas, desafortunadamente, fueron separadas por el descubridor y su equipo y posteriormente limpiadas, tal y como se señala en el certificado, firmando además tanto el que descubre el “pecio” como el restaurador.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.