Denario de Severina. VENVS FELIX. Roma 3ª oficina

PAIS: Imperio romano

EMPERATRIZ: Severina

VALOR: Denario

AÑO: 275 d C.

DIAMETRO: 19 mm.

PESO: 2,53 gr.

METAL: Bronce plateado.

CECA: 11ª emisión de la ceca de Roma 3ª oficina

REFERENCIA: RIC 6 Cohen 14

ANV.: Busto diademado y vestido mirando a dcha. de la emperatriz Severina. Alrededor leyenda: SEVERINA AVG.

REV.: Venus a izquierda con cetro y ¿cupido? En exergo marca de oficina: Γ. Alrededor leyenda: VENVS FELIX.

La práctica totalidad de lo que se conoce de la vida de Ulpia Severina proviene de inscripciones, de la numismática y de fuentes literarias que mencionan su existencia muy de pasada y sin apenas profundizar.

La Historia Augusta, un texto de dudosa credibilidad, afirma que Ulpia Severina fue hija de Ulpius Cristinus, un descendiente del emperador Trajano que también se convirtió en el padre adoptivo del futuro emperador Aureliano. Con esta filiación la historia oficial lograba ocultar los orígenes provincianos de la pareja al vincularlos con un emperador muy querido por el pueblo. La realidad es que el nombre Ulpius era muy común en la Dacia (actual Rumanía), lugar de donde provenía tanto el futuro gobernante del Imperio Romano como su esposa.

Se sabe que Aureliano y Ulpia Severina contrajeron matrimonio antes de que éste fuera nombrado emperador en el año 270.

Las fuentes, sobre todo las monedas, también describen su apariencia física. Al parecer fue una mujer de grandes ojos, talante aguerrido, poco agraciada para los cánones de la época, pero muy querida por el Senado y por los militares, ya que era muy inteligente y carismática.

En parte gracias a la buena relación que tenía con las instituciones Ulpia Severina recibió los títulos de Pía, Agusta y Mater Castrorum, Senatus et Patriae [Madre de los ejércitos, del Senado y de la Patria], en el año 274. Estos títulos se otorgaban a las emperatrices de forma tradicional desde Otacilia Severa, la esposa de Filipo el Árabe.

Con el asesinato del emperador Aureliano en Tracia el año 275, Ulpia Severina debió haber sido apartada del poder político. No obstante, las fuentes afirman que hubo un breve período de interregno de entre 6 y 9 meses hasta la proclamación de Tácito como sucesor.

Durante ese tiempo es muy probable que Ulpia Severina decidiera ocupar el cargo de emperador del Imperio Romano de forma legítima. La principal fuente para constatar este gobierno se encuentra en la numismática, ya que se acuñaron algunas monedas que representan a la emperatriz haciendo uso de abundantes temas militares (principalmente de la Concordia Militum), que datan de momentos posteriores a la muerte de su marido.

Este hecho inusual pone de manifiesto la posibilidad que Ulpia Severia hubiera sido la primera mujer que gobernó el Imperio Romano por derecho propio.