Hola a tod@s, hoy voy a presentar otra de esas monedas que tanto me gustan y que proceden de otro pecio que tal vez, no es tan conocido y que no suelen verse con frecuencia. Se trata de
½ Real acuñado en la ceca de
Lima a nombre del Rey
Felipe V entre los años
1702 y 1746 presentando una acuñación ya tradicional de la monarquía española, donde se muestra el anagrama real del monarca reinante.
Datos de la pieza:Nominal: ½ Real
Año: Entre los años 1702 y 1746 de acuerdo a la tipología de la pieza y el año en el que se produjo el naufragio. No obstante, la tipología general de esta pieza continuó un año más, hasta 1747.
Ceca: Lima. De acuerdo al diseño y la característica orla de puntos interna, visible en pequeños tramos de la pieza.
Metal: Plata de 917 milésimas
Peso: 1,1 gr (aprox.)
Diámetro: 16 milímetros (aprox.).
Canto: Liso e irregular
Forma: Redonda e irregular
Ensayadores: Variable y no visible. Para este numeral y especio temporal, disponemos de ejemplares sin sigla de ensayador, sigla “M” (Cristóbal Cano Malgarejo, 1711-1727), con sigla “N” (Joaquín Negrón) y con la sigla “V”, esta última atribuída a Fernando de Vargas, el cual, se sabe que estuvo presente entre 1739 y 1747 para este numeral y, posteriormente, acuñó piezas durante el reinado de Fernando VI.
Estado de conservación: “Shipwreck effect (G3/C)”. La corrosión marina se ha cebado bastante en esta pieza, con una acción más o menos uniforme en ambas caras. Únicamente vemos elementos y formas muy parciales tanto del anagrama Real (anverso) como del cuartelado de castillos y leones (reversos). Algunos fragmentos de la orla de puntos interna visibles. Leyendas no disponibles, al igual que la fecha. Superficie irregular por la acción marina, con importante pérdida de peso. Más ajustado a la conservación, sería propio, simplemente, un genérico “shipwreck effect”.
Referencias bibliográficas: “Aureo y Calicò (Tipo 48:
#del 131 al 178)”
Rareza: Rara. Ya no tanto por el numeral en sí, la ceca (común) o por el estado de conservación (deteriorada), este último afectado significativamente por la acción del agua salada. Si no por lo poco frecuente que resulta ver monedas procedentes de este pecio en concreto y con un número muy limitado de piezas que han podido rescatarse dado el contexto del hundimiento y los rescates previos, realizados posteriormente al incidente.
Pecio: “Santo Cristo de León Wreck (1746)”. El naufragio se produjo en el Puerto de Callao, en lo que hoy es Perú.
Reinado: Felipe V “El Animoso” (1700-1724) y (1724-1746)
Dinastía: Casa de Borbón
Leyendas:Anv.: “
PHILIPPVS V D G [NO VISIBLES] alrededor de una representación del anagrama Real del monarca reinante. Debajo del mismo, la fecha “
17XX”.
Rev.: “
HISP ET INDIARVM REX” [NO VISIBLES] alrededor de la cruz de Jerusalén, rodeada por una orla de puntos y guardando cuatro cuarteles con dos castillos y dos leones.
Observaciones: La moneda en cuestión presenta las oxidaciones propias de una moneda que ha permanecido casi 250 años bajo el mar y sometida a la acción constante del agua salada, pero que a pesar de esto, no ha perdido cierto detalle, mínimo, pero que permite realizar una correcta identificación, demostrando que esta moneda en cuestión es un fiel testigo de la historia tanto española, como europea. Así y, dado que aún permanecen visibles (muy poco) algunos elementos significativos de esta moneda estimo que presenta un “grado 3 o C” en lo referente al estado de conservación, pero ciertamente y, dado que no existe una categoría alfabética inferior, utilizaría el término genérico de “shipwreck effect”, que es lo que se suele hacer en estos casos.
Información histórica: No se dispone de excesiva información en la web respecto a este peco, esto se debe a que, aunque curioso y relevante para nuestra historia, las circunstancias no son las que, tal vez, tienen otros pecios que le hacen ganar un atractivo comercial en el mercado americano. Dicho esto, la ciudad de Callao fue fundada en 1537, cuyo puerto ostentó durante varios siglos una importancia capital para el traslado de la plata y el oro extraídos en el territorio para, posteriormente, unificar las riquezas del Imperio que partiría, unificada, hasta la península con el Tesoro Real. No obstante, en torno a las 22:30h del 28 de Octubre de 1746, un terremoto de, aproximadamente, 8.0-8.6 en la escala de Ritcher, se hizo notar en la ciudad de Callao. Los destrozos fueron cuantiosos, pero no vinieron solos…pues, unos 30 minutos después, un maremoto con olas de unos 8 pies de altura hicieron su aparición en el puerto. Se estima que de los 5.000 habitantes que tenía la ciudad por aquel entonces, sólo sobrevivieron al desastre unas 200 personas en lo que, sin duda, fue una noche trágica. Fondeados en el puerto, se estima que había esa noche unos 23 barcos, los cuales se hundieron y, como dato curioso, uno de ellos fue arrastrado una milla tierra adentro, hasta lo que hoy es la zona de Bellavista de Callao. La documentación histórica analizada revela que barcos como el Galeón San Fermín y el barco mercante Santo Cristo de León perecieron aquella noche entre las aguas enfurecidas de lo que, en teoría, era un lugar seguro y tranquilo. Se tiene constancia que la mayoría de los barcos que llegaban a los puertos de Sudamérica realizaban actividades comerciales, por lo que no solían llevar consigo grandes cargamentos dinerarios ni de alto valor, más bien monedas de “baja denominación, como ½ Reales o 1 Real, para las operaciones propias de sus actividades. Esto no implica que no hubiera algunas monedas de gran tamaño entre los barcos de mayor envergadura, como los famosos 8 Reales, los cuales centraron las labores posteriores de rescate llevadas a cabo por los españoles en colaboración con nadadores y pescadores locales. Es por ello que algunas de estas monedas de menor denominación quedaron en el fondo del mar y que, a día de hoy, se atribuyen al Santo Cristo de León, donde se ha documentado la existencia en el barco de estas monedillas.
En la actualidad, con las variaciones derivadas del cambio climático, específicamente relacionado con la corriente Humbolt y El Niño, que afectan de forma concreta a una parte de Sudamérica, estas pequeñas monedas están llegando a las playas de la zona. Descubiertas en primer lugar por la familia de un pescador local, están empezando a verse en los mercados, relacionadas con esta curiosa historia.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.