Su real de a ocho, su viaje. México 1803 FT.

El oleaje se rompía contra el casco de los barcos, las gaviotas sobrevolaban toda la parte este del puerto y el ajetreo y ruido se escuchaba al fondo, en el antiguo edificio de la lonja. Rubén se encontraba sentado al lado de unas cuerdas de amarre, sobre la humeda piedra, recordando aquel viaje, recordando que sus actos salvaron a miles y que sin embargo, nadie se acordaba de él.
Los tiempos habían cambiado mucho, ya no había rey, era sin embargo una niña la que reinaba, ya no había colonias, se habían convertido en países nuevos y la población había sufrido en demasía con las decisiones que había ido tomando "El Deseado". Tanto sufrimiento que, incluso en apenas veinte años, lo que antes era un imperio todopoderoso, se debatía en diferentes guerras, primeramente con "el francés" y posteriormente entre nosotros mismos, como parte imprescindible para entender cómo se degenera una sociedad.
Los años habían pasado, Rubén no era un viejo con las manos arrugadas y débiles, pero ya no tenía aquella ilusión, ya sus ojos no brillaban con esa luz que antes poseía, ya sus pasos no eran de firmeza, orgullo y por supuesto, ya solo vivía del recuerdo de aquél viaje que cambio su vida pero que el mundo olvidó rápidamente para poner sus pensamientos en la triste batalla, en el sucio dinero y en el asqueroso poder.

Rubén, ahí sentado en la humeda piedra del puerto, empezó a contar su historia en voz alta, como un loco de aquellos que en tiempos pasados gritaban la llegada del apocalipsis en medio de los mercados. La gente le miraba, la mayoría seguía su camino, sin embargo, alguno escuchaba sus palabras que decían lo siguiente:
"Corría el año de nuestro señor de mil y ochocientos y tres, mis amigos Javier, Gustavo y Sergio junto con mi persona, nos habíamos embarcado en una corbeta real, la añorada, bella y grande corbeta María Pita, sí, ese era el nombre de la que tenía por objeto llevarnos a la gloria.
La embarcación la mandaba el capitán, pero el verdadero amo era el galeno Balmis. Allí se encontraban un montón de niños a los que, curiosamente, debíamos tratar como señoritos de alta alcurnia, los niños iban cayendo enfermos cada poco desde que salimos de La Coruña. Pronto, nos enteramos que aquella enfermedad de los niños era contagiada por el mismo galeno, pues no era sino la mejor manera de llevar la vida a las Américas.
Sergio apuntalaba con los viejos maderos de la bodega los aposentos de los niños en los días de tormenta, él mismo veía como los niños que antes estaban enfermos, sanaban y los que estaban sanos enfermaban, pero ninguno fallecía.
Llegamos a San Juan de Puerto Rico, llegamos a La Habana, ciudad que me sorprendió, sus grandes murallas portuarias la hacían infranqueable. Llegamos a Mérida, a Veracruz, a la gigantesca Ciudad de México, la capital de Nueva España.
En todos los lugares los galenos que acompañaban a Balmis, pinchaban a las personas con el líquido que salía de las ampollas de los niños que viajaban en la corbeta, todo aquellos para salvar miles y miles de vidas, aquello decían los galenos que prevenía morir de la maldita viruela.
Era impresionante, los cuatro estabamos orgullosos de recorrer las inmensas posesiones ayudando en lo que se nos pedía, nos sentíamos como ángeles salvando vidas, estabamos llenos de alegría, llenos de felicidad, para nosotros era una experiencia increíble, tan sólo fuimos unos amigos sin trabajo que se embarcaron en la corbeta y que sin saberlo, fuimos destinados a repartir vida.
Tras unos meses, nos embarcamos en el Magallanes, recorrimos el solitario Pacífico, llegamos a Filipinas, sus gentes, sus tierras, todo era nuevo, salvo los métodos de lo que íbamos a hacer allí. Salimos, llegamos a la posesión portuguesa de Macao y hasta la hermosa isla de Santa Helena, donde los ingleses nos dejaron hacer nuestro trabajo.
Y así hasta llegar de nuevo a España, tres años después de salir y con la mente llena de imágenes de aquellas gentes a los que los galenos iban atendiendo.
A Balmis le recibió el rey, su majestad Carlos IV, a nosotros nos devolvieron a la ciudad La Coruña, de nuevo sin trabajo, de nuevo a buscarnos la vida. Habíamos ayudado a salvar miles y miles de vidas por todo el mundo y sim embargo, allí estábamos de nuevo, tres años después, en la calle buscando trabajo como cualquier otro, fuimos literalmente, abandonados a nuestra suerte."

Rubén no paraba de manosear una moneda, era una moneda antigua, de esas en las que todavía ponía 8 reales en lugar de 20, aquellas que eran un poquito más grandes, no tan perfectas como la de la niña que salía en las nuevas, pero con más encanto. Rubén cuando terminó su historia, mostró la moneda a los pocos que quedaban escuchándole en el puerto diciéndoles: "Mirad, mirad bien, ¿Os acordáis de este rey?, Pues está moneda es de México, curiosamente del año que salimos hacía allá, es junto con mis recuerdos lo único que me queda de aquel viaje, de aquel que nos llevó a la gloria y luego nos abandonó."

: enhorabuena por el Real de a 8!!! Historia y belleza en tus manos.

Gracias, Reverso.

Por favor, se puede cambiar el título a "Su real de a ocho, su viaje. México 1803 FT".
Gracias y perdón por las molestias @Marqués de la Ensenada

Cómo mola esta chapucera

Ah no!! Que es...

¡¡TU PRIMER REAL DE A 8!!

Me alegro un montón por ti, y encima es un ejemplar guapísimo al que se le ve un tono que lo mejora aun más. Enhorabuena, y que no sea el último!

Ya tocaba, eso sí, ha sido un arrebato.
Pronto estará conmigo, aún no la tengo.

Sobre mis chapuceras... bueno, ya viste lo bien que lucen juntas

enhorabuena por tu primer Real de a 8 de muchos que seguro que consigues   al cual le acompaña una preciosa historia.
Me alegro un montón por ti...

¡¡¡Vaya relato!!!

Pero creo que lo trascendental de este relato es la pieza que lo representa.   ¡¡¡¡¡¡Por fín!!! Caiste en las garras del lado oscuro!!! Ya me parecía a mí que tanta "pócima" no podía traerte nada bueno, de ahí ya nunca más saldrás.
Lo sentirás cuando la tengas entre tus manos  y notarás como te atrae...te atrae...te atrae    .

Un saludo y bienvenido al "club".

Enhorabuena por tu real de a 8, es precioso. Y fabuloso relato para enmarcarlo. Felicidades.

por la moneda y por su presentación

Saludos

Muy bonito este duro mexicano! Y si es el primero, aún más!

Muchas   Nauzet, Paisano y Julula, m alegra mucho que os guste este "típico" real de a ocho, pero quizás me gusta más que os parezca interesante y entretenida la historia que le acompaña.

Recibid un fuerte abrazo... Julula, cuidado, sabes que estoy muuuu grande, puede ser un abrazo doloroso 

Ajuntachapas escribió:

¡¡¡Vaya relato!!!

Pero creo que lo trascendental de este relato es la pieza que lo representa.   ¡¡¡¡¡¡Por fín!!! Caiste en las garras del lado oscuro!!! Ya me parecía a mí que tanta "pócima" no podía traerte nada bueno, de ahí ya nunca más saldrás.
Lo sentirás cuando la tengas entre tus manos  y notarás como te atrae...te atrae...te atrae    .

Un saludo y bienvenido al "club".

Ya verás ! Ya verás! y te van a gustar todos ….. proféticas palabras :

“Marineros, soldados, solteros, casados
Amantes, andantes y alguno que otro cura despistao'
Entre gritos y pitos, lo españolitos
Enormes, bajitos, hacemos por una vez, algo a la vez”

Espléndido relato y espléndida moneda; ya sabes que los arrebatos en la vida hay que vivirlos, no puedes dejarlos pasar así como así, y éste desde luego ha merecido la pena porque es una preciosidad: los relieves y el tono son magníficos.
Bienvenido al mundo del que no se vuelve, aunque el de las chapuceras si están bonitas (este nombre va a quedar grabado para siempre) tanga tanta dignidad como éste.
Enhorabuena y un abrazo

Jejeje muchas gracias Gobierno.
Sabes que un albumcete o "nave nodriza" de Chapuceras mola.

Me alegra que te guste el durete, a saber cuándo tendré otro arrebato... ¿Quizás mañana mismo o puede que pasado? No lo sé...

Un abrazo!!

Sublime, cómo todas tus narraciones y monedas.

Muchas gracias amigo almirante 
¡No lo merezco!

Un abrazo!!

Que gran relato y muy bonita pieza para acompañarlo.
Tu dices que no, pero eso decía yo con los reales de a 8 y no se lo que es, pero en tus manos hacer sentir la historia. Su peso, su diametro, sus formas, no se lo que es, pero ya verás como repites.
Saludos y Enhorabuena

Gracias Manur 

ENHORABUENA Víctor!! Me alegro que hayas conseguido tu primer real de a 8 y sobretodo en ese estado, el reverso está de lujo. Por otra parte felicitarte por la magnífica historia. El próximo espero que sea de su hijo Fernando VII ya que lo mencionas

Muchas gracias tocayo.
Creo que primero (y sin prisas) iré completando los otros módulos de este monarca que me faltan, véase 1 y 2 reales.
Es que hay muchas en la Biblia de pendientes 

¡Un abrazo!

10 pfennig escribió:

Muchas gracias tocayo.
Creo que primero (y sin prisas) iré completando los otros módulos de este monarca que me faltan, véase 1 y 2 reales.
Es que hay muchas en la Biblia de pendientes 

¡Un abrazo!

Hola.
Ya tienes el 1/4, el 1/2 y el 4?.
A mi me falta el modulo de 4. No he encontrado a precio en buena conservación todavía ninguno. Ultimamente se van muy altos, si los quieres bien conservados, que los hay, están muy subidos. Hace un año estaban bastante más  asequibles.

Saludos.

Tienes razón Manur, se me olvidaba el 1/4 

10 pfennig escribió:

Tienes razón Manur, se me olvidaba el 1/4 

Buenas. Creo recordar, por haber leido, que eres Victor, si estoy equivocado, perdón. Yo soy Manuel, y te cito una frase de un gran poeta, que nos dice:

La vida es un Sueño y las Platas sueños son, no se si te suena, jajajaja.
A ver si me hago con 1/4 para tu serie, te vienes para Sevilla, ahora no, que esto es un infierno y te lo doy.
Si no te vienes, te lo mando. Así que no lo busques, ya buscaré uno en buen estado y ya hablamos. A partir de Septiembre para ese tema.



Saludos

Buenas

Magnífica adquisición. con una pátina, sobre todo en reverso, muy bonita.

Felicidades