Muchísima imaginación, y mucha coordinación además de logística. Eso no lo hacía un grupito de los de entonces. Algunos investigadores afirman que anualmente, se reunían en el sitio gentes venidas de muchos lugares, incluso lejanos para celebrar ritos y que durante ese tiempo, entre todos se dedicaban a hacer cosas de estas y como Stonehenge. Y claro, las obras durarían muuchos años. Es evidente que no tenían prisa.