No son falsos, son auténticos.
A ver cómo te lo resumo en pocas palabras. La historia es bastante más larga y la cuento en "mis libros".
El Banco Español de la Isla de Cuba estaba tan intervenido por el Gobierno que emitió billetes para monetizar la deuda de la primera guerra de Cuba. Como consecuencia, hubo una inflación de narices y los billetes perdieron valor respecto al oro (es lo que tiene dar a la máquina de hacer billetes). Para pagar 100 peso en oro se llegaban a necesitar 200 pesos en billetes.
Los billetes de la emisión de 1896 se realizaron en un intento de reflotar el banco durante la tercera guerra de Cuba, pero de nuevo monetizando deuda de guerra. La gente ya no se fiaba del dinero fiduciario. Se marcó por ley su curso forzoso a finales de agosto y su equivalencia a oro pero igualmente la gente no los aceptó y se devaluaron enormemente. Entraron en circulación el 1 de septiembre y a finales de noviembre deciden hacerlos equivalentes a plata (para eso se sellaron), lo cual fue ya el despiporre, porque no los quería nadie. De hecho, fue un negocio horrible para el Tesoro de Cuba y un gran negocio para algunos especuladores que recogían billetes del público a la mitad de su facial y los cambiaban por metálico al nominal. En enero se terminan de poner en circulación 20 millones de pesos que prácticamente no valían para nada. La emisión de febrero de 1897 directamente ni se puso en circulación.
Existen ejemplares de 1896 con y sin sello por debajo de los 50 pesos, más que nada porque sabían que por encima de 10 pesos el público no iba a querer papel sino oro. Pero vamos, que estos billetes, conocidos como "billetes de Weyler" fueron una cosa horrenda en cuanto a su concepción, aunque estéticamente son muy bonitos.