20 Reales. 1811. Jose Napoleon. Madrid. AI

FUENTE - Manifiesto de las operaciones de la Diputación, Administración y Consejo de la Provincia de Guipúzcoa y de la Conducta Pública de sus individuos baxo la dominación del enemigo. Año de 1813.
Al fin del cuaderno se dice; «Usúrbil, 22 de Septiembre de 1813. José Mª de Soroa y Soroa».

« ... descargo del empleo de Diputado General... Me creo obligado por mi honor a dar cuenta al público de mis operaciones durante estos cinco años».
Época de la Diputación
El mes de Junio de 1808, en que fui nombrado Diputado General en Elgóibar, había sido arrastrada a la cautividad nuestra desgraciada Real Familia por el más falaz de los hombres. (Fernando VII pasó el Bidasoa el 20 de Abril. El 19 llegó a Irún. El 30 llegan a Bayona los reyes padres. 1°. de Mayo, renuncia de Fernando; 6 Junio, Decreto de Napoleón en que proclama a José Rey de España y de las In.; 7, llega José a Bayona al anochecer; 10, acepta la corona; 15, se abren las Cortes; 9 Julio, pasa el Bidasoa; 20 por la tarde en Madrid; 18, Bailén; 30, sale José de Madrid; 14 Junio, Zaragoza, a 14 de Agosto; 3 Nv. Napl. en Bayona). En virtud de las órdenes del Gobierno se había nombrado por la Junta General de Elgóibar el representante para la asamblea de Bayona, y varias Provincias de la Nación empezaban a manifestar sus heroicos alientos; las tropas españolas que guarnecían a Guipúzcoa pasaban en grandes partidas hacia la inmortal Zaragoza y numerosos ejércitos franceses oprimían el suelo guipuzcoano.
Ésta fue la época en que resigné mi voluntad al servicio de la Patria. El honor del País no pudo separarse del de los individuos. Disuelta la asamblea de Bayona, se resolvió la entrada de José en España. Era preciso, para Napoleón y sus ministros, persuadir a la Nación y a la Europa que era proclamado por donde pasaba con entusiasmo, y Guipúzcoa, como Provincia fronteriza, debía dar ejemplo a las demás. A princi-pios de Julio recibí con expreso un oficio del ministro Azanza, dirigiéndome la orden firmada por José para que se le proclamase Rey de las Españas y las Indias dentro de cuatro días; reuní inmediatamente la Diputación, con asistencia del Señor Corregidor D. Pascual Rodríguez de Arellano, y la enteré de la orden, que produjo en todos los individuos el mismo disgusto que tuve al leerla. Oponer a su cumplimiento una resistencia abierta, cuando el país estaba cubierto de tropas francesas, con un general firme y perspicaz de su Nación y exaltado por el general español ya decidido a su partido, se creyó que sería una imprudencia culpable que sin utilidad hubiera acarreado los mayores males. No era posible tampoco apoyar la falta de cumplimiento con las formalidades de estilo, que no observaba la orden, por haberlas salvado con cuidado el ministro en su oficio; pero menos posible era que se proclamase por resolución de los guipuzcoanos a otro Rey que a nuestro amado Fernando VII. La Diputación, persuadida que no podrían reunirse en tan corto tiempo todos los individuos de una Junta General convocada a San Sebastián para deliberar sobre asunto tan desagradable, por ser plaza de armas guarnecida de tropas francesas y que podría aprovecharse de cualquiera circunstancia para dejar de cumplir la orden, creyó que el mejor medio de salir del doloroso paso en que se hallaba sería contestar q. la práctica observada exigía esta formalidad, y se resolvió convocar la Junta a San Sebastián, manifestando al ministro que era corto el plazo de cuatro días para celebrarla.
Sucedió lo que pensó la Diputación: el día señalado se reunió la mayoría necesaria para resolver; pero sirvió de pretexto la falta de individuos para prorrogar la convocatoria de los demás hasta seis días después. Hasta aquí parece que las ideas de la Dpn. iban a medida de sus deseos, pero una ocurrencia imprevista nos puso a todos en el mayor embarazo. La obcecación de los ministros de José era tal, que le creyeron proclamado sólo con haber expedido su orden; quisieron hacer ostentación de un triunfo, obligándole a separarse del camino real. Sin haber aún dirigido la Diputación la contestación a las órdenes anteriores, recibí con fecha de 7 de Julio otra del ministro Urquijo, previniéndome que el Rey con toda su comitiva llegaría a San Sebastián la mañana del 9 y encargándome que tomase los medios convenientes. Si las órdenes anteriores me causaron embarazos, ésta al parecer no debía dejar recursos para salir de las que recaían en mí por el empleo de alcalde de la Ciudad y Diputado General de la Provincia. Por el primer empleo debía prevenir a una con mis compañeros los alojamientos para la tropa y comitiva, disponer la casa para José, y en fin mayormente cuando los habitantes habían sacado sus efectos fuera de la ciudad o los habían ocultado para no hacer servicio tan desagradable. Sin abatirme en tal estado, recurrí a mis compañeros, los convoqué al ayuntamiento y se dispuso lo necesario. El día 9 de Junio de 1808 será siempre a los ojos de la Europa y del nuevo hemisferio el día del triunfo de la lealtad de Guipúzcoa y de San Sebastián. La noticia de la llegada de José produjo en los habitantes el efecto que causa el terremoto. Casi toda la ciudad se despobló desde el amanecer, y la mayor parte de sus habitantes huyeron al campo y a las aldeas. Los que por precisión se quedaron, o se encerraron en sus casas o apenas salieron de ellas. Desconocíamos a nuestro pueblo y, a ignorar la causa, nos hubiera extrañado la soledad y el silencio horroroso de las calles.
A las doce del día entró José con sus ministros y comitiva, al son de las cajas y estruendo de los cañones, pero no al de las aclamaciones de los habitantes. Los pocos que se presentaron en la carrera guardaron un grave silencio; ninguno dobló su cabeza aun por mera costumbre, ni se oyó más ruido que el de los balcones y ventanas que cerraban los habitantes al pasar la comitiva. Demostración que turbaron a José y sus ministros, y que no pudieron ocultar su sorpresa, así como su confusión, sobre las ideas que tenían tan erradas del espíritu de la Nación. Esta grave actitud del pueblo fue un rayo de luz que iluminó a los grandes y empleados, que desde el momento se entregaron a la confianza de mis conciudadanos, declarando su separación de un partido que habían abrazado de buena fe, suponiéndoseles el consentimiento de la Nación entera. Ni José ni sus ministros miraron con indiferencia ... A excepción de un corto rato que salieron a ver la muralla y el castillo, toda la tarde y gran parte de la noche se mantuvieron encerrados en Consejo con los generales Mahon y Thouvenot, y por los efectos conocimos que, a pesar de su despecho, querían halagar por el momento al pueblo. Llamado por los generales en la misma casa del alojamiento de José, me indicaron que pidiese la ciudad algunas gracias útiles al vecindario. Hallé por el pronto en mis mismos sentimientos medios de eludir una petición. La misma noche nos hicieron los generales igual propuesta a los dos alcaldes, hasta exigirnos que para las nueve de la mañana debíamos pedir alguna gracia: pero pudimos salir felizmente de este nuevo embarazo ... Nos creímos felices cuando me expresó con viveza su sorpresa por un recibimiento tan frío, de parte de un pueblo que estaba en el error, del que con sus beneficios le sacaría; arenga que les repitió al salir de la jurisdicción a mi compañero, el señor Clasens ... (Familia de origen flamenco. Banqueros adinerados) . .. .los presenciaron (estos acontecimientos) los diputados reunidos en S. S., muchas gentes extranjeras y nacionales que
atraía el comercio; personajes que ocupan actualmente los primeros empleos en nuestro legítimo gobierno y americanos distinguidos que manifestaron su admiración y llevaron impreso a su país el noble orgullo de nuestra heroica nación. Durante los cinco años q. padecimos en la plaza al enemigo, la circunspección de mis conciudadanos ha alejado de todas las sociedades a los oficiales franceses. Ninguno puede gloriarse de haber merecido confianza en casa alguna española, ni los jefes franceses pueden gloriarse de que las iluminaciones y fiestas públicas que han dado las haya realzado la concurrencia de un pueblo de suyo jovial. El tiempo urgía y era preciso tomar una determinación, sobre pronta, capaz de templar la ira de los ministros y evitar que la violencia hiciese proclamar a José; pero esto no podía conseguirse sino por medio de algún caballero que quisiese encargarse. El señor D. José Frutos de Arratabe, uno de los diputados nombrados por la Junta de Elgoibar.....las razones que expuso a los ministros, si no los dejaron satisfechos, produjeron al menos el efecto deseado y José salió de Guipúzcoa sin ser proclamado .... quedaba todavía pendiente la resolución de la Junta, nuevamente convocada, que se reunió el día señalado ... Se nombró una comisión ... que debía enviarse un vocal en posta a Vitoria con los oficios de creencia para los ministros de José y con las instrucciones reservadas que le daría la misma comisión. Adoptado el plan, encargó la Junta el desempeño a su secretario y lo verificó con tal celeridad, que dio el descargo a las 24 horas de su salida, en los términos más satisfactorios, habiendo conseguido Guipúzcoa por estos medios el ser quizá la única provincia del Reino que, ocupada por tropas francesas, no haya proclamado a José . ... oprimido el país por tropas enemigas, recogidas las armas por el general francés ...

....espero os haya gustado la historia anterior. Ahora viene la moneda, la cual se la DEDICO a @TirantLoBlanc

José Napoleón (1808-1814). 20 reales. 1811. Madrid. AI - Antonio Rafael Narváez e Isidoro Ramos del Manzano.   PESO: 26,92 gr.  MODULO: 39,5 mm.  AG: 20 Reales de vellón, Plata 896 milesimas.
CECA: Madrid (M coronada). Águila pequeña.
Anverso: · JOSEPH · NAP · DEI · GRATIA · 1811 · Busto de José I Bonaparte a izquierda
Reverso: · HISPANIARUM  ET IND · REX . M · A · I · 20 R  Escudo coronado de España con seis cuarteles: Castilla, León, Aragón, Navarra, Granada e Indias, con águila (escudete francés) en el centro.
Canto: Acordonado

A quien le interese leer un poquito

https://www.abc.es/historia/abci-robo-y-vendio-napoleon-joyas-espana-para-financiar-guerras-202004222001_noticia.html

https://www.imperio-numismatico.com/t130246-jose-i

¡¡Que le jo..an al franchute!!   (Al menos eso pensaría la mayor parte de la gente que se fue de la ciudad, los que se quedaron con ventanas y balcones cerrados y los que aún encontrándose a los de la comitiva, omitieron bajar la cabeza)

La moneda 
La dedicatoria 

10 pfennig escribió:

¡¡Que le jo..an al franchute!!   (Al menos eso pensaría la mayor parte de la gente que se fue de la ciudad, los que se quedaron con ventanas y balcones cerrados y los que aún encontrándose a los de la comitiva, omitieron bajar la cabeza)

La moneda 
La dedicatoria 

Estoy contigo....o como dices, con los ciudadanos, MENUDA ENTRADA EN PENÍNSULA!!!

GRACIAS!!!

Fantástico duro, perteneciente a un periodo caótico pero muy interesante. Tiene un desgaste perfectamente disimulado por un tono excelente. Una joya...



Una precisión, sin embargo. En algunos catálogos y libros actuales aparecen las 896 milésimas (10 dineros y 18 granos) como ley de la moneda tanto para Fernando VII como José Napoleón. Sin embargo, en la literatura de la época o textos legales (por ejemplo, porque lo tengo delante, el real decreto de 15 de abril de 1848 de Beltrán de Lis), se habla de 903 milésimas (10 dineros y 20 granos). Todo viene de las devaluaciones secretas de Carlos III en 1772 y 1786, que se aplicaron claramente en el oro (y descubiertas en el extranjero en la época), y son reconocidas en los textos legales, pero no en el caso de la plata, en la que las normas en el siglo XIX reconocían la devaluación de 1772, pero no la de 1786. Es un tema que no queda claro.

¡Buen recibimiento le hicieron al francés! ¿Acaso no eran conscientes, dada su petulancia y soberbia, de que no iban a ser bien recibidos? ¿Qué esperaban? La lástima fue que el "nuestro" tampoco hubiera merecido mejor trato...
La moneda me ha encantado: todas las de esta época lo son, tanto estas de José Napoleón como las de Fernando VII primeras. Bonito tono.
Saludos.
Más que merecida dedicatoria a nuestro amigo @TirantLoBlanc.

Gran pieza y preciosa pátina.

Un saludo.

Soberbio durazo con un tono magnífico y con una espléndida e instructiva documentación.
Aparte muy acertada dedicatoria.

Wow! Muchas gracias por la dedicatoria!!

La moneda, poco puedo añadir que no se haya dicho ya, me parece estupenda y con muy buen tono.

Y sobre el colega Jose... por lo que se dice, en Nápoles sí que era bastante querido por la gente, y probablemente esperase que la respuesta de la gente de aquí fuera igual. Desde luego, si llegan a saber la que les iba a venir encima con "el felón", lo habrían recibido con los brazos abiertos, y me atrevería a decir que su reinado hasta habría sobrevivido a la caída de su hermano, al cual creo que hay muchos más motivos para odiarle que al prota de la moneda de hoy. En fin, uno de los muchos "y si..." que nunca sabremos qué habría pasado.

De nuevo, muchas gracias por la dedicatoria!

txibis escribió:

Fantástico duro, perteneciente a un periodo caótico pero muy interesante. Tiene un desgaste perfectamente disimulado por un tono excelente. Una joya...

   

Una precisión, sin embargo. En algunos catálogos y libros actuales aparecen las 896 milésimas (10 dineros y 18 granos) como ley de la moneda tanto para Fernando VII como José Napoleón. Sin embargo, en la literatura de la época o textos legales (por ejemplo, porque lo tengo delante, el real decreto de 15 de abril de 1848 de Beltrán de Lis), se habla de 903 milésimas (10 dineros y 20 granos). Todo viene de las devaluaciones secretas de Carlos III en 1772 y 1786, que se aplicaron claramente en el oro (y descubiertas en el extranjero en la época), y son reconocidas en los textos legales, pero no en el caso de la plata, en la que las normas en el siglo XIX reconocían la devaluación de 1772, pero no la de 1786. Es un tema que no queda claro.

  iba a poner ambas...pero al final no lo hice. Tampoco lo tenía claro.

GRACIAS!!!

Marqués de la Ensenada escribió:

Gran pieza y preciosa pátina.

Un saludo.

GRACIAS!!

Fredericus escribió:

Soberbio durazo con un tono magnífico y con una espléndida e instructiva documentación.
Aparte muy acertada dedicatoria.
   

GRACIAS!!!

TirantLoBlanc escribió:

Wow! Muchas gracias por la dedicatoria!!

La moneda, poco puedo añadir que no se haya dicho ya, me parece estupenda y con muy buen tono.

Y sobre el colega Jose... por lo que se dice, en Nápoles sí que era bastante querido por la gente, y probablemente esperase que la respuesta de la gente de aquí fuera igual. Desde luego, si llegan a saber la que les iba a venir encima con "el felón", lo habrían recibido con los brazos abiertos, y me atrevería a decir que su reinado hasta habría sobrevivido a la caída de su hermano, al cual creo que hay muchos más motivos para odiarle que al prota de la moneda de hoy. En fin, uno de los muchos "y si..." que nunca sabremos qué habría pasado.

De nuevo, muchas gracias por la dedicatoria!

DE NADA!!!

Precioso duro Reverso, el tono magnífico.

Una época difícil pero muy interesante al que a la acuñación de moneda en España se refiere. Menudo Pepe Botella, que color!

Una belleza de moneda, un tono espectacular!!
Muchísimas felicidades compañero!!
En mi caso me decidí por la de a 8 , pero esta la remiro de reojo...en un futuro...

Diafebus escribió:

Una época difícil pero muy interesante al que a la acuñación de moneda en España se refiere. Menudo Pepe Botella, que color!

GRACIAS!!

Blas de Lezo escribió:

Una belleza de moneda, un tono espectacular!!
Muchísimas felicidades compañero!!
En mi caso me decidí por la de a 8 , pero esta la remiro de reojo...en un futuro...

 , GRACIAS BLAS!!

Piezón, sin mas palabras. Y ademas como yo resulta que soy de San Sebastián, me ha encantado el documento que subiste por supuesto. Pena que luego vinieron los ingleses a "salvarnos" de los franceses y como regalo nos quemaron la ciudad entera menos una calle.

kalandraka escribió:

Piezón, sin mas palabras. Y ademas como yo resulta que soy de San Sebastián, me ha encantado el documento que subiste por supuesto. Pena que luego vinieron los ingleses a "salvarnos" de los franceses y como regalo nos quemaron la ciudad entera menos una calle.

Gracias DONOSTIARRA!!!....hace pocos días leí acerca de lo que comentas, portugueses e Ingleses saquearon la ciudad....está el artículo en el enlace de José I que puse anteriormente. AGUR.

kalandraka escribió:

Piezón, sin mas palabras. Y ademas como yo resulta que soy de San Sebastián, me ha encantado el documento que subiste por supuesto. Pena que luego vinieron los ingleses a "salvarnos" de los franceses y como regalo nos quemaron la ciudad entera menos una calle.

Hace poco terminé de leer la trilogía de Jose Luis Corral sobre la ocupación napoleónica en España, y hablan de esos hechos... Poco asco les cogí a ingleses y franceses después de leerla!!

Magnífica moneda e introducción. ¡Enhorabuena!

Simplemente espectacular!!