Sin ninguna duda la región mas convulsa de Europa ha sido (y sigue siendo) la zona de los Balcanes. Y uno de los países de la región con más influencia ha sido Serbia.
En 1804 se produjo un levantamiento armado contra los turcos en el sanjacado de Smeredevo (los sanjacados eran una división administrativa del Imperio Otomano) que estaba en los alrededores de Belgrado. Este levantamiento que duró hasta 1813, trajo como consecuencia el establecimiento de un gobierno y un parlamento propios. Pero la insurrección fue liquidada y el control otomano se hizo de nuevo efectivo.
Sin embargo dos años más tarde estalló otra insurrección y en 1816 el Imperio Otomano reconoció al Principado de Serbia, con Milos Obrenovic I como príncipe. El nuevo principado, aunque pagaba un impuesto anual, casi simbólico, a Estambul y permitía una pequeña guarnición turca en Belgrado, se puede considerar a todos los efectos como un estado independiente.
En 1882 el príncipe Milan IV de la dinastía Obrenovic, proclamaba el Reino de Serbia y era coronado rey como Milan I. Milan abdicó en 1889 en su hijo Alejandro (Alejandro I de Serbia), que tuvo un reinado muy convulso y el 11 de junio de 1903 era asesinado junto a su esposa por un grupo de oficiales que asaltaron el palacio. De esta manera se extinguía la dinastía Obrenovic.
El ejército y gran parte de la población pidieron a un noble exiliado en Suiza, Pedro Karadjordjevic, que accediera al trono de Serbia, y tras su aceptación fue coronado rey en 1904.
De esta época de Pedro I es esta moneda de 10 para (100 para =1 dinar), moneda que comenzó a acuñarse en 1883 cuando el establecimiento del reino, y que no hace mención al monarca reinante, solo la leyenda "Краљевина Србија" (Reino de Serbia)
La moneda es de cuproníquel, tiene un peso de 4,00 g y mide 21 mm. La tirada del año 1912 fue de 7.700.000 piezas.
KM#19
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