https://jacetaniaexpress.com/tres-mujeres-importantes-en-la-consolidacion-del-reino-de-aragon-i/amp/En el año 1000 reinaba en Pamplona García Sánchez II, casado con la reina Jimena y cuyo hijo Sancho sería posteriormente Sancho Garcés III o “Sancho el Mayor”. Este fue un rey muy poderoso que pudo poner freno a las razias musulmanas que durante años habían asolado estos territorios. De hecho, durante su reinado Sancho Garcés III amplió sus dominios que llegaron a ser desde León hasta la Ribagorza.
Sancha de Aibar, pertenecía a una familia noble del valle de Aibar un territorio de valor estratégico por estar situado en la vía de comunicación de Navarra con el valle del Aragón.
De una relación adolescente entre Sancho Garcés y Sancha de Aibar nació un niño, reconocido por su padre, al que pusieron el nombre de Ramiro y que sería el futuro rey Ramiro I de Aragón, a pesar de no ser “hijo legítimo”.
Para tratar de comprender mejor este hecho, primero debemos tener en cuenta que en el siglo XI no existía el matrimonio tal y como se estableció posteriormente. Por otra parte y, como explica el profesor Laliena, una unión de este tipo -con reconocimiento del hijo procreado- tenía por objetivo el establecer vínculos más estrechos con familias nobiliarias que fortalecieran el poder del reino.
Es fácil de entender que éste fuese el motivo del reconocimiento de esta unión y no la satisfacción de otros impulsos personales para los que es de suponer que los miembros de la familia real no debían de encontrar muchas dificultades en la estructura social de la Edad Media del siglo XI.