¡Mira que insistís! Pero de momento yo no pienso hacerme del Facebú ese...
bastante tengo con lo mío...
Se agradece la dedicatoria, y la verdad es que la cajita es una auténtica joya. No sé si realmente serviría de monedero o como
lipsanoteca, pero en cualquier caso es una auténtica virguería digna del más noble Hasán ben Ahmad (pues efectivamente parece que eso pone).
Baraka para todos, que la época de las compras compulsivas está al caer.