-Indignado- ¿Tiene edad el coleccionismo de monedas?

Muy buenas amigos! Me gustaría compartir con el foro mi experiencia cuando visito tiendas y mercadillos.

Tengo 23 años y colecciono desde casi siempre. Como muchos de vosotros yo cada día intento aprender más y en la medida de lo posible hago más atractiva mi colección. Pero casi también desde siempre he notado el trato generalizado que recibo de una parte de los comerciantes. Trato condescendiente, escaso interés en la atención porque dan por sentado que voy a la tienda a ver monedas y a molestar y no a comprar.

Escribo este post inspirado en mi visita está mañana al mercadillo de plaza mayor en Madrid: Al preguntar a un comerciante el precio de unos 80 reales isabelinos me responde "Nah mucho dinero!" Que pasa, que tengo cara de que no puedo pagar un oro y directamente ni se molesta en decírmelo? Le hubiera dado la misma contestación a un señor de bigote y puro en mano?
Otra: Dos puestos más allá empiezo a hojear a otro comerciante un álbum de 8 reales varios. El vendedor me pregunta que si voy a comprar alguno, que si no pues que para que estoy allí, que me vaya y no moleste. De nuevo la misma reflexión: Sólo porque sea joven estoy en los puestos para "molestar" y no soy capaz de comprar nada?

Uno que al llegar a su puesto y ponerme a mirar me espeta: "Pero que quieres!!" Otro directamente me dice que no toque el álbum. En fin, y más anécdotas.... Aquí abro el debate. Alguien que haya tenido alguna experiencia similar? Hay prejuicios o solo me han tocado los dos más idiotas?  

Y sobre todo gracias por leer el culebrón

Si a alguien no le interesa venderte algo, agradéceselo: No te interesa a tí comprarle. Idiotas a patadas...

Yo comencé con 10 años, ahora tengo 59 y si te soy sincero me pasaba lo mismo todos los domingos cuando iba a la Plaza Mayor, claro, con esa edad de inicio no tenía ni un duro y mi presencia en infinidad de puestos era molesta, más que nada porque me pasaba mucho tiempo mirando monedas y observando diferentes conservaciones, la verdad es que no compraba nada y cuando lo hacía eran cosas muy baratas.

No es lógico que con 23 años te traten así, pero te animo a que sigas haciéndolo porque con el tiempo terminarás haciéndote amigo de esos puestos y otra cosa, se aprende mucho de esos grupos que se forman de numismáticos que se dedican a enseñarse piezas y ver como negocian, eso si, hazlo con disimulo porque sino se mosquean.

Salu2

En vez de preguntarse qué hago yo allí, que se pregunten ellos mismos para que están, si ni siquiera quieren que veas lo que tienen. ¿Cómo van a hacer caja entonces?

Tengo prácticamente la misma edad que tú y suscribo completamente tus palabras con respeto a los vendedores.

Al final lo que consiguen es que el trato sea nulo e incluso de rechazo con las personas que se están iniciando en este mundo y que aprovechemos aún mejor las nuevas tecnologías como son las compras online y los foros (Al menos no te llevas tan malas palabras).

Yo personalmente no he vuelto y dudo que lo haga,

Saludos!!

A mi me pasó algo parecido cuando tenía 19 años, en Granada, se ponían unos puestos en Puerta Real, ahora tengo 52. No volví más a ese puesto, y sigo coleccionando. No les compres a esas personas. Las hay muy amables.....

Un saludo

Me juego bastante a que has ido a un puesto de un vendedor andaluz de unos 60 años, que tiene una mesa pequeña y un álbum con muchas monedas "buenas", que no deja tocar...

Es el tío más desagradable de toda la plaza. Cuando le pregunté la última vez si tenía algún real de los reyes católicos, me contestó que creía que tenía uno pero que costaba unos 300€, así, sin enseñarlo ni nada. Le contesté que yo no compraba minucias y que por menos de mil euros no me compensaba pararme en puestos de desagradables. Ya era la tercera vez que me lo hacía y me tenía hasta las pelotas...

aljimenez escribió:

Me juego bastante a que has ido a un puesto de un vendedor andaluz de unos 60 años, que tiene una mesa pequeña y un álbum con muchas monedas "buenas", que no deja tocar...

Es el tío más desagradable de toda la plaza. Cuando le pregunté la última vez si tenía algún real de los reyes católicos, me contestó que creía que tenía uno pero que costaba unos 300€, así, sin enseñarlo ni nada. Le contesté que yo no compraba minucias y que por menos de mil euros no me compensaba pararme en puestos de desagradables. Ya era la tercera vez que me lo hacía y me tenía hasta las pelotas...

Pues casi seguro. Es también el único que tiene un álbum pequeño con monedas de oro

Falta de inteligencia, el comprador joven se hará mayor y tendrá progresivamente mayor poder adquisitivo, si el vendedor hace un amigo, en el futuro tendrán un cliente fiel. Pero que malafollás te vas a encontrar en todos lados, aunque también gente apañá. Eso sí, desconfía de los zalameros... esos te la meten doblada antes de que te enteres.

La plaza mayor de Madrid está plagada de gente así, no es tu edad, es su mala educación. Ya sabes a quién no debes comprarles.

Buenas trades.

Yo te doblo la edad, @Shadysoul, y tengo algo de experiencia en la Plaza Mayor.

La primera cosa que deberías tener en mente es que un mercadillo es un lugar de reunión de aficionados, tanto de vendedores como de coleccionistas. Muy pocas de las personas que están detrás de esos puestos se ganan la vida al 100% con la numismática. Y creo que lo notamos los que por trabajo tratamos cada semana con vendedores y proveedores profesionales.

Las personas tenemos nuestras manías, y creo que con la edad esas manías se marcan como las arrugas de la cara. Si te encuentras con un vendedor que decide que no trata con personas de 23 años, o que lleve camiseta, o que ha tenido una mala semana y está de mal humor (recuerda que son y somos aficionados) pues muy mal asunto. Una contestación del tipo "mucho dinero" se puede contestar con un "Si es menos de 100 euros podemos hablar", o con un directo "Pensaba que me podría vender esta moneda. Lástima", seguido siempre de un amable "que tenga un buen día". Y no volver a ese puesto.

Otro asunto es de índole personal, y es como te comportas TÚ al llegar a un puesto. ¿Saludas con un sincero buenos días mientras le miras al vendedor a los ojos o te pones a fisgar como un hurón sin decir ni palabra? ¿pasas la revista a todo el puesto de cabo a rabo como si fuese tu propia colección toqueteandolo todo como un niño pequeño o preguntas primero por una determinada época y miras con delicadeza comentando la moneda con el vendedor? Ya he visto alguna que otra vez a más de un animal de bellota entrando y cogiendo un álbum como si el puesto fuese suyo, y poniendo al vendedor alerta por si le puede dañar o quizás hacer desaparecer alguna pieza, suspirando de alivio y comentando con el amiguete del puesto de al lado que menos mal que se ha ido.

Yo aplico lo que me han enseñado en mi empresa de técnicas de negociación especialmente las señales de lenguaje corporal. Llego a un puesto, y doy los buenos días mirando a la cara al vendedor y pregunto por las monedas que me interesan, si me dice que en ese álbum a la izquierda ni se me ocurre mirar a la derecha del puesto (das confianza a la palabra del vendedor), miro por encima las monedas del puesto con las manos a la espalda (le confirmas que no le vas a quitar ninguna pieza al descuido) y jamás toco una sola moneda del puesto sin pedir permiso al vendedor (son suyas, no tuyas). Comento mucho con el vendedor sobre la moneda e incluso a veces si no me la llevo le indico porqué. Doy las gracias antes de irme y si compro una moneda hay un buen apretón de manos. Así se genera confianza y tal vez una próxima buena compra.

En fin, que tengas más suerte con la próxima visita a un mercadillo, pero no dejes de ir a ellos. De vez en cuando surgen maravillas.

@Dimicante te puedo asegurar que no es cuestión de educación o de malas maneras al coger un álbum.

Yo hasta diciembre he vivido a una calle de la plaza mayor y raro era el domingo que no bajaba, por lo que conozco cada uno de los puestos y su mercancía perfectamente, por eso he identificado rápidamente de quien hablaba.

También te puedo asegurar que doy los buenos días a todos los comerciantes y del mismo modo te puedo asegurar que raro es el que me devuelve los buenos días.

Si estás de cara al público me importa poco que hayas tenido una buena o mala semana, tienes que tratarme bien, tenga 20, 40 o 70 años. Y sin embargo te puedo asegurar que la mayoría hacen distinciones por la edad.

Lo de los álbumes, yo he visto como abueletes cogen el álbum como si fuese suyo sin dar los buenos días y el comerciante no dice ni pío, ahora bien, lo coge un chino o lo coge una persona joven y entran en pánico como si fuesen a robarles toda la mercancía. La mercancía es suya, claro que si, pero también lo es en un zara y no viene la dependienta de la tienda detrás de ti por si robas la ropa. No es de recibo que te traten de ladrón antes siquiera de saludarte.

Yo he padecido (y sigo padeciendo a pesar de mis 37 años y que soy vendedor) los mismos desprecios constantes por muchos "profesionales" de avanzada edad (por los jóvenes no) por el simple hecho de que soy "joven" y los "jóvenes" somos moscones que venimos a joder, hasta que sacamos los billetes claro... En el mercadillo, en las convenciones, en las subastas... en todos sitios es igual.

Puedes preguntar a gente joven que haya entrado en una numismática y todos te dirán que han padecido la misma experiencia, desprecio del vendedor por la edad.

Yo funciono exactamente igual que como mencionas, pido permiso para coger el álbum, pido permiso para sacar una moneda y siempre tengo las manos a la espalda. Te puedo asegurar que no me ha evitado situaciones desagradables.

Os voy a contar una anécdota que me ocurrió el año pasado en Santa Cruz de Tenerife en el mercadillo. Había un par de puestos de monedas y estando en uno de ellos, escucho como un señor mayor de unos 60-70 años le pregunta por monedas del Centenario en buen estado al vendedor. Éste le saca un álbum pequeño que tenía debajo de la mesa y le enseña varias. Yo colecciono entre otras cosas la serie de 50 céntimos del Centenario en calidades muy altas y vi una oportunidad. Cuando terminé en mi puesto y el señor mayor ya se había ido, me pasé al de al lado y le pregunté por monedas en EBC o superior y me enseña las de la mesa que eran poco más que chapas y se pone a hablar con otro que andaba por allí de fútbol. Le insisto en que no, que busco en EBC y me responde que estas de la mesa están muy bien conservadas, "que son muy antiguas" y que así están genial. Le miro con cara de poker y le digo que hombre, que yo "entiendo" y que esto no pasa de BC, que si quiere enseñarme el álbum que le acaba de enseñar al señor mayor de antes bien y que si no, no pasa nada y me marcho. Y el comerciante me contesta, que perdone, que es que tienen que tener mucho cuidado porque les roban mucho y que claro, que no se fían de la gente y tal... no quise entrar al trapo, pero ¿Por qué del señor mayor sí se fió y de mi no? ¿Por la edad? Porque os puedo asegurar que el señor mayor, no se llevo nada y no parecía que tuviese una amistad con el vendedor.

Parto de que te doy la razón en que resulta totalmente reprobable tratar con desconsideración a un coleccionista tenga la edad que tenga. Pero muy mal, no lo defiendo ahora, no lo he defendido en el pasado y no lo defenderé nunca. Está claro que tratar con corrección y amabilidad no cuesta nada; así lo pienso y así lo aplico cuando vendo en la plaza mayor.

Ahora viene el pero...
Aunque es cierto que los jóvenes no tienen la culpa de no tener dinero (sobre todo los muy jóvenes, tipo el opener --23 años--), la realidad es que los que tenemos experiencia en el comercio numismático en mercadillos y convenciones tenemos más que comprobado que los jóvenes compran muy, muy pocas veces. Y sin embargo no es raro que pregunten mucho, quieran ver un montón de monedas, que les cuentes cosas, etc. Algo normal e incluso deseable en una persona joven (esa curiosidad, esa inquietud) pero que no le reporta ninguna clase de beneficio al comerciante si luego no le compra nada. Insisto que estoy convencido de que esto no se debe a malicia por parte de los jóvenes sino a la explosiva combinación alta curiosidad - bajísimo poder adquisitivo. El resultado es que como el comerciante de turno sea un poco borde de más enseguida pasa de los jóvenes pues son, como digo, tierra quemada comercialmente hablando.

Yo sí les atiendo y les explico cosas más por amor a la numismática que por otra cosa. Y porque me gusta ver a un joven ilusionado en la moneda e historia clásicas. Pero, claro, otros no son como yo y van a la plaza a ganar dinero no a que les "mareen la perdiz" que es lo que, desgraciadamente y por culpa de la jodida situación de este país, hacen la mayoría de los jóvenes posiblemente contra su voluntad y con cierta frustración de no poder adquirir las monedas que les gustan. Evidentemente, como siempre suele pasar, aquí se produce a veces un "pagar justos por pecadores" y resulta que el joven en cuestión SI estaba dispuesto a gastarse un dinero en monedas. En mi experiencia personal, que atiendo correctamente a todo el mundo, alguna vez (pocas) algún joven se gasta 30-40 euros como mucho. Compra buena, es decir de unos cuantos cientos de pavos para arriba, sólo me ha sucedido 1 vez en todos mis años de experiencia con un tío de menos de 30 años. La recuerdo bien porque me llamó la atención.

El que no te dejen examinar los álbumes tiene cierto sentido desde el momento en que te han dejado de considerar un cliente potencial. Debido a los frecuentes robos es muy importante controlar la gente que "mete mano" a tus monedas y si es alguien que decididamente crees que no te va a comprar es mejor, efectivamente, que no toque las monedas. Y es que necesitas la atención que tienes que poner en vigilarlo para atender al cliente que, ése sí, puede ser un cliente potencial.

La solución? Yo creo que presentarse como coleccionista serio, con presupuesto limitado pero honrado y de fiar que, de forma honesta, está intentando forjar una colección al alcance de sus posibilidades. Pocos habrán que con semejante introducción sigan poniéndose bordes a lo mastuerzo. Que ya sé que no debería hacer falta pero es así. A todos nos pasa en realidad. Yo cuando voy a comprarle a alguien que no me conoce y que está, de alguna manera, en un escalón numismático "superior" al mío me presento, le digo que monedas me interesan, qué precios, etc... así le hago ver que no vengo a molestar sino a comprar algo, si lo tiene.

@Hispanico lo que cuentas quizás no sea un consecuencia como lo presentas y sea más bien una causa.

Es decir, dices que menores de 30 años rara vez se gastan en el mercadillo cientos de euros, sin embargo yo conozco a gente de esa edad que se gastan varios cientos y a veces miles en subastas.

Quizás se esté enfocando mal el tema y la gente joven no quiera comprar en el mercadillo por desconfianza hacia el vendedor, que le trata mal desde el principio y confía más en una casa de subastas, que aunque es impersonal, al menos no le trata mal.

Si no me equivoco, eres el vendedor de romana del callejón que sale a la Calle Mayor. Yo no colecciono romana, pero alguna vez me he parado a echar un vistazo a las monedas por curiosidad y al libro tuyo (que tengo pendiente comprarte por cierto) y nunca he sentido rechazo ni malas maneras. No eres la tipología de vendedor del que hablamos.

Sin embargo (por ejemplo) uno que tienes bien cerquita, un señor mayor que se pone con moneda contemporánea (sobretodo euros y fnmt) y con muchas carteras en la fachada de turismo, es desconfiado a más no poder y cuando ya viene el hijo para que queremos más. A mi, me ha llegado a empujar y quitarme de estar viendo cosas para pasar de un lado a otro de su puesto, porque alguien le metía la mano por debajo del plástico que pone, para ver una tira de euros que no vale más allá de 5 euros.

Quizás, y solo quizás, el joven ante el rechazo continuo al que es sometido en el contacto directo con comerciantes profesionales, acaba refugiándose en las redes, en los foros, en ebay y en las casas de subastas para ampliar conocimientos y adquirir nuevas monedas.

Como bien dices, al mercadillo es más que probable que solo se acerquen a oler, para luego comparar tranquilamente en casa y tomar una decisión a posteriori y no al calor de la conversación por miedo a que le engañen con el calentón de que te presenten una moneda única. (ejemplos en el foro hay unos cuantos de gente que pensaban que se llevaba algo único y acaban poco más que timadas por profesionales)

Pero habría que discernir como digo al principio, si es una causa o una consecuencia el hecho de que los jóvenes no se gasten el dinero en el mercadillo y si lo hagan en la red.

Tal vez me equivoque, @aljimenez, pero creo que hay más de un vendedor que divide su mesita en dos secciones, una que es la que expone al público para turistas y compradores de menos de 50€ (por decir una cifra) y otra para su "círculo".

¿Y cómo accedes adentro del "círculo"? Pues quien sabe, quizás es que te conozca de más veces, que tengas más de 45 años y te vea serio, la forma de hablar o vestir, o que lleves un buen reloj en la muñeca. Cada cual tiene sus manías y su ojo de buen cubero.

A mí me suele dar muy buenos resultados lo que dices tú, @HISPANICO, presentarme y ser un coleccionista serio. Cuando me preguntan que busco, voy al grano. Pido siempre una moneda en concreto, antes fueron los 50 céntimos de 1896, ahora podrían ser los 10 ó 20 centavos de Puerto Rico. Comento que la busco a ser posible en SC. Y como suele salir en la conversación si me dicen que son monedas caras y/o raras, lo siguiente que sé que tengo que decir es que lo sé, y lo que han llegado a valer en tal y cual subasta. Y muy importante, ir con la seguridad de estar hablando llevando esa cantidad en efectivo allí mismo por si surge la oportunidad. Nunca pregunto por una determinada moneda por charlar. Como por desgracia es difícil encontrar determinadas monedas en determinadas calidades en el mercadillo probablemente no se va a cerrar el trato, pero mira por donde se suele empezar a hablar de mi querido Alfonso XIII y (a veces, no siempre) se saca un mini album de debajo de la mesa y surge otra oportunidad de seguir ampliando la colección. Es difícil, pero así es la vida del coleccionista.

Muy interesante este hilo. Estoy leyendo todas las opiniones y creo que todos habéis aportado puntos de vista bastante válidos. Creo que hay comerciantes que dan vergüenza, que buscan no vender sino engañar, que es muy malo. Es cierto que hay vendedores que cambian de precio según quién les pregunte y también dependiendo de cómo te vean o de cómo les entres. No estoy de acuerdo en que todos son aficionados. Hay verdaderos negocios y en la Plaza Mayor se mueve muchísimo más dinero de lo que parece. Algunas mesas valen fortunas. Otras van degenerando porque desde que internet es accesible a todos hay muchas cosas que puedes comprar más barato y te las llevan a casa, pero esa gente parece que no lo entiende. Si el trato es bueno, pues aceptas pagar un pequeño plus con tal de establecer contactos. A mí, a pesar de mis ya 40 años, me siguen tratando muchas veces mal. Mucha charla en paralelo sin dar importancia al comprador que te ha dicho que está buscando X. Como sabéis hay algún ruso y al menos un armenio. En algunos casos he pillado conversaciones que no me han gustado nada. Como sabéis alguno colecciono billetes de Papúa y me faltan muy poquitos. Recuerdo un par de visitas que fui preguntando de puesto en puesto. Hasta dar con el armenio al que seguramente conozcáis algunos. Tiene buenos precios, álbumes bien ordenados y cuidados. Se me rió en la cara. "Jaja, todos los billetes de Papúa son muy fáciles" y se puso a hablar con su amigo descojonándose. Me dolió porque muy chulito pero no tenía ninguno de los que buscaba. Muy fácil será pero no tienes nada interesante.

Es curioso, pero cuando yo empecé en los ochenta, iba con mi padre y recuerdo que me compré mi primera moneda romana. El vendedor, al cual ya no veo desde hace mucho, me atendió amablemente. Le dije que tenía un presupuesto de 1000 pesetas. Y me asesoró perfectamente, me recomendó libros, me explicó alguna cosilla. Conclusión: con 12-14 años, cada vez que iba repetía y le compraba en vez de mil pues mil cuatrocientas pesetas. Y así hasta comprar un denario de diez mil. ¿Que hoy en día con internet lo habría hecho de otra manera? Sí, pero ese tipo de vendedores son los que deben existir. Amables y fomentando el coleccionismo, porque a fin de cuentas somos los clientes del futuro los que les darán de comer.

En resumen: hay muchísima prepotencia en la Plaza Mayor y bastante poca visión de negocio. ¿Cuéstión de edad del comprador? En parte sí, pero no siempre (hay vendedores superamables con los niños) ¿Cuestión de educación? En parte también, tanto por vendedores como por compradores husmeadores. Pero claro, ¿cómo voy a comprar algo sin ver lo que tienes, qué calidad y qué precio pides? Que hay cada puesto que dan ganas de denunciarles, con precios 3 veces los de mercado y encima queriendo engañarte diciendo que son muy buenos. Y es que también hay mucho mentiroso.

Yo creo que el vendedor partiendo de que la numismática es un mundo pequeño entre los jóvenes de hoy en día, debería mostrar más interés. No hay que juzgar si el cliente es potencial por su aspecto o edad porque las apariencias engañan. Yo tengo 24 años y no conozco a ningún joven que le guste esta afición. A mi no me ha pasado porque no suelo ir a mercadillos por el tema de las falsificaciones greco-romanas y, como tengo poca experiencia, prefiero comprar en subastas españolas aunque se pague un plus.

aljimenez escribió:

@Hispanico lo que cuentas quizás no sea un consecuencia como lo presentas y sea más bien una causa.

Es decir, dices que menores de 30 años rara vez se gastan en el mercadillo cientos de euros, sin embargo yo conozco a gente de esa edad que se gastan varios cientos y a veces miles en subastas.

Quizás se esté enfocando mal el tema y la gente joven no quiera comprar en el mercadillo por desconfianza hacia el vendedor, que le trata mal desde el principio y confía más en una casa de subastas, que aunque es impersonal, al menos no le trata mal.

Si no me equivoco, eres el vendedor de romana del callejón que sale a la Calle Mayor. Yo no colecciono romana, pero alguna vez me he parado a echar un vistazo a las monedas por curiosidad y al libro tuyo (que tengo pendiente comprarte por cierto) y nunca he sentido rechazo ni malas maneras. No eres la tipología de vendedor del que hablamos.

Sin embargo (por ejemplo) uno que tienes bien cerquita, un señor mayor que se pone con moneda contemporánea (sobretodo euros y fnmt) y con muchas carteras en la fachada de turismo, es desconfiado a más no poder y cuando ya viene el hijo para que queremos más. A mi, me ha llegado a empujar y quitarme de estar viendo cosas para pasar de un lado a otro de su puesto, porque alguien le metía la mano por debajo del plástico que pone, para ver una tira de euros que no vale más allá de 5 euros.

Quizás, y solo quizás, el joven ante el rechazo continuo al que es sometido en el contacto directo con comerciantes profesionales, acaba refugiándose en las redes, en los foros, en ebay y en las casas de subastas para ampliar conocimientos y adquirir nuevas monedas.

Como bien dices, al mercadillo es más que probable que solo se acerquen a oler, para luego comparar tranquilamente en casa y tomar una decisión a posteriori y no al calor de la conversación por miedo a que le engañen con el calentón de que te presenten una moneda única. (ejemplos en el foro hay unos cuantos de gente que pensaban que se llevaba algo único y acaban poco más que timadas por profesionales)

Pero habría que discernir como digo al principio, si es una causa o una consecuencia el hecho de que los jóvenes no se gasten el dinero en el mercadillo y si lo hagan en la red.

Muchas gracias por tus palabras. Los libros te gustarán, estoy seguro.

Básicamente estoy de acuerdo contigo: efectivamente el maltrato por parte de los vendedores puede provocar que el coleccionista acabe comprando solamente en las subastas, invirtiéndose así la relación causa-efecto respecto a como la planteo yo. En este tema en particular no es buena idea generalizar: la casuística es variada de manera que habría que contemplar cada caso uno por uno. En cualquier caso es bastante fácil de distinguir el coleccionista, joven o no, que viene maleado (porque le han tratado mal o por lo que sea) del que lo está menos. Normalmente el coleccionista que peor se comporta es este último, la mayor parte de las veces por inconsciencia no por mal fe. El maleado que aún así sigue yendo a mercadillos sabe salir bien parado.

El argumento de "hay que cuidar al cliente joven porque algún día será mayor" es lógico pero poco funcional en la realidad. Si el vendedor es viejo no va a trabajar a largo plazo, si es joven... pues tampoco vas a atender a alguien durante años y años sin que te compre nunca nada confiando en que algún día empiece a hacerlo. No funciona así, mucho me temo.

En cualquier caso insisto que tratar bien a los coleccionistas, potenciales o no, me parece obligatorio por parte de un comerciante serio y profesional.

Dimicante escribió:

Tal vez me equivoque, @aljimenez, pero creo que hay más de un vendedor que divide su mesita en dos secciones, una que es la que expone al público para turistas y compradores de menos de 50€ (por decir una cifra) y otra para su "círculo".

El material realmente bueno, el que cuesta ya medio sueldo o más, no suele estar a la vista ni desde luego se permite que lo toque cualquiera. El riesgo de robo o de manipulación incorrecta es demasiado elevado. Sinceramente yo no veo bien que alguien quiera tocar y examinar con detalle un áureo de 6000 euros si no puede gastarse ni la centésima parte de esa cifra. Que conste que yo obro igual, a mí ni se me ocurre ponerme a tocar y examinar piezas fuera de mi alcance en poder de profesionales. Eso y que el tío empiece a mirarte mal es la misma cosa. E insisto que lo entiendo.

En mi opinión hay que hacer como dice Dimicante: no examinar ninguna moneda que no se tenga dinero suficiente para comprar. Yo también aplico esa norma a rajatabla.

La verdad que coincido con vosotros, y eso que ya pico los cuarenta. Cuantas veces no he salido del mercadillo, tienda, anticuario, etc..... con esa sensación tan desagradable, de sentirte mal tratado o simplemente ignorado, en fín

Yo en muchos momentos me he sentido igual de identificado, por eso el 90% de las compras las realizo online y ocasionalmente me desplazo a alguna casa de subastas donde soy bienvenido.
Por la plaza Mayor ya no paso, la he visitado 2 veces y he visto todo lo que tenia ver, como bien se comenta si no eres conocido del mundillo lo primero en lo que se fijan es en el volumen de tu cartera, edad, seguido de la vestimenta y en base a esos datos te dan un trato u otro.
También quiero añadir que en algunas casas de subasta pasa lo mismo, te radiografían cuando te acercas para cualquier trámite y como ya se ha visto recientemente algunas desaparecen y otras están en declive por su gestión y trato personal nefasto, basado en los años 70 o nulo como el que he recibido por parte de Martí Hervera por poner algún nombre.
Todo estos factores, junto con la falta tiempo, favorecen el comercio online y la visita a la casa de subastas o tienda para examinar la pieza antes de pujarla.
Personalmente no tengo un coche caro, tengo ropa diversa (marca Primark), etc. y mi prepuesto anual cuando comencé a coleccionar allá por el 2016 era de 400 € anuales. Hoy en lo que llevamos de año llevo invertidos 7000 € aprox. y lo que me queda de año, con esto quiero decir que en los tiempos que corren no se puede descartar a nadie y por supuesto no presuponer nada sobre el poder adquisitivo de la otra persona, hay que abrir la mente y dar un trato correcto a cada cliente.

Como dice @Thucydides , yo tengo 27 años y no conozco a ninguna persona de mi edad (año arriba año abajo) que coleccione numismática/filatelia (fuera del foro claro ), y desde que tuve mi primer sueldo he ido forjandome una colección, pero siempre he visto que hay vendedores que te miran con recelo.
Mismamente, cuando tenía 23 años me pasó algo parecido a ti @ShadySoul : llegué a un puesto, di los buenos días y pregunté educadamente por un billete (50 pelas de Rusiñol, en un discreto MBC-) al vendedor; como ni me miró, pensó que se lo estaba preguntando un señor mayor de al lado mío (al cual pidió 30 euros por el billete). Le advertí que era yo quien le preguntaba, y de malas formas me dijo, y cito textualmente: Ah... Pues te cuesta 50 euros ¿Lo vas a querer o no?.
Pongo un hilo que abrí hace unos años, una tarde después de haber tenido una experiencia como la encabeza el hilo (dejo aquí el link, por si a alguno os sirve para veros identificados con alguno de los que ahí comentamos: https://www.imperio-numismatico.com/t84248-malas-experiencias-en-compras-de-billetes ).
Ánimo a todos, y que nadie nos quite las ganas de seguir con nuestro hobbie, porque es esto lo que nos representa a todos los que formamos este gran foro.

Yo no estoy del todo de acuerdo, yo llevo coleccionando desde los 25 años y puedo asegurar que cuando empecé gastaba más dinero que ahora, con Hispánico he tenido varios tratos hace ya muchos años, siempre a través de Internet, luego alguna vez lo he visitado en la plaza sin desvelar mi identidad y no hemos llegado a ningún acuerdo, pero siempre un trato perfecto y cordial tanto el como su pareja,  además de ser el mejor puesto de moneda antigua y el que más expectación tiene, mu ha gente joven dispone de más dinero y menos responsabilidades que la gente de mediana edad.

Es cierto que en este post se ha generalizado mucho con el tema vendedores, pero está claro que no todos los vendedores son iguales; nos afecta más un trato despectivo o con algún tipo de desprecio que un trato en el que sólo le falta al vendedor darte un masaje de pies. Y ojo, desde mi experiencia el 90% de compras han sido muy satisfactorias y los vendedores de 10.

Saludos

Interesante reflexión las que hacéis, conozco muy bien la plaza mayor y he estado en ambos lado de la mesa como vendedor (poco tiempo) y comprador.
ya tengo una edad y la experiencia es un grado y no es bueno generalizar, yo prácticamente vendo y compro online me es mucho más cómodo y barato y te evitas "posibles sustos" hay mucho rata suelto en los mercadillos.
Cada vez que voy a la plaza ahora lo hago para quedar a tomar un café con un grupo de amigos y a veces compro algo, hay algunos vendedores que son personas agradables yo no colecciono antigua y siempre nos paramos ha saludar a Hispánico y a mirar sus bandejas llenas de buenas piezas, A Mario del foro también que tiene muchas monedas extranjeras.

yo siempre soy cortes y educado , sino me tratan bien me voy, me ha gustado uno de vosotros que dice "siempre pregunto antes de coger una moneda y con las manos hacia atrás", somos humanos un poco de empatía por ambas partes.