Damnatio memoriae es una locución latina que significa literalmente "condena de la memoria".
Era una práctica habitual en la antigua Roma, consistente, como su propio nombre indica, en condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte. Cuando el Senado Romano decretaba oficialmente la damnatio memoriae, se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre.
Muchos emperadores también se vieron afectados por esta práctica, como se muestra en el borrado de su busto o leyenda en las monedas.
Borrado del busto de Geta por su hermano Caracalla que lo condenó a damnatio memoriae.
Calígula condenado a damnatio memoria.
Lucio Elio Sejano fue condenado a la damnatio memoriae después de conspirar contra Tiberio en 31 d.C. Esta moneda de Augusta Bilbilis, acuñada para conmemorar el consulado de Sejano, tiene raspadas las palabras L. Aelio Seiano.
En este denario de L. Licinius Crassus y de Cn Domitius Ahenobarbus, curiosamente, las letras L. LIC parecen estar "censuradas", han sido borradas por una marca cuadrada. Más de un siglo después, los Licinii Crasii junto con los Calpurnii Pisones conspiraron contra Tiberio y Nerón, por lo que esta moneda sugiere que sufrieron "Damnatio Memoriae".