Un trabajo de producción propia que muestra el día a día de las personas que trabajan para desenterrar viejos tesoros hundidos
Entre los casos que se analizan destaca la investigación sobre el buque Odyssey Explorer
El documental comparte jornadas con reconocidos cazatesoros, entre ellos, Tracy Bowden y Kim Fisher, para entender su forma de vida.
Además, también conoce a arqueólogos como Carlos León que luchan para terminar con el expolio de buques hundidos
El fondo del mar esconde el mayor tesoro escondido del mundo debido a que alberga cerca de tres millones de barcos hundidos, muchos de ellos, cargados de riquezas que provocan el enfrentamiento de cazatesoros, arqueólogos y gobiernos.
El próximo martes 11 de mayo, a las 18.00 horas, Canal de Historia estrena en exclusiva “Piratas del siglo XXI, el Odyssey”. El trabajo, de producción propia, muestra el día a día de las personas que trabajan para desenterrar viejos tesoros hundidos y las tensiones que se desencadenan después entre los gobiernos de los países implicados y los cazatesoros.
Estos piratas de la época moderna se juegan la vida por recuperar piezas de valor incalculable. Algunos lo hacen protegidos por la ley mientras que otros la ignoran y, es entonces, cuando surge el conflicto.
A lo largo de este trabajo, Canal de Historia revisa uno de los casos más relevantes de los últimos tiempos: el del buque Odyssey Explorer, quien recuperó más de 500.000 monedas de oro y plata procedentes de un barco hundido en aguas internacionales. Sin embargo, España consideraba que las monedas deberían pertenecer al país de bandera del navío de acuerdo con las leyes internacionales de defensa del patrimonio submarino.
Asimismo, el canal surca las aguas de la costa de Florida y de República Dominicana donde conoce a algunos de los cazatesoros con mayor renombre en la actualidad, entre ellos, el Capitan Tracy Bowden y Kim Fisher.
Ellos mismos relatan en primera persona en qué consiste su lucha diaria y el origen de su actividad: “De pequeño jugaba a que surcaba los mares del Caribe con un cuchillo entre los dientes y mi corazón me decía que quería hacer eso cuando fuera mayor”, afirma Bowden.
Por su parte Fisher, eslabón de toda una dinastía de cazatesoros en Key West, declara que fue su padre quien le inculcó la pasión por la vida pirata tras leer “La isla del tesoro”.
En el extremo opuesto, el arqueólogo subacuático Carlos León supervisa los proyectos de los cazatesoros para evitar, en la medida de lo posible, la usurpación de tesoros creciente. “Mi mayor sueño sería terminar con el expolio de los barcos hundidos pero sobre todo, en países en los que el fondo submarino es tan rico”.
Al margen de la supervivencia, lo que impera es la ley del más fuerte y sólo el que dispone de mejor tecnología consigue saquear las riquezas que llevan cientos de años enterradas. Detrás de cada barco ya no hay un temible pirata, sino una gran empresa.